Tarot: La historia de la humanidad parece ligada a los juegos de naipes

TAROT:

La historia de la humanidad parece ligada a los juegos de naipes , ya que desde el antiguo Egipto se practicaban con ellos juegos de todo tipo y además surge a su vez, otro tipo de uso descolgado del ocio, la adivinación. Dichas cartas conjugadas con los conocimientos astronómicos de la época, parecían poder dar soluciones a las más dispares preguntas. Posteriormente, al comienzo de la Edad Media las cartas cumplían diversos fines como la enseñanza en cuartillas o cartas que facilitaban la enseñanza, así como la aparición de barajas lúdicas y cartas ligadas a la adivinación.En esta misma época, pero más adelante , son muchos los escritos que relatan el uso y la curiosidad de personalidades importantes que profesaran cierta debilidad hacia esta rama del esoterismo, a pesar, de que la santa Inquisición prohibía dichas prácticas por escaparse de la dogmática cristiana. Los juegos de cartas son perseguidos desde el siglo 13.

Al aproximarnos a nuestros días el tarot ha sufrido un auge y una menor persecución, viéndose sustentado en figuras de renombre como Salvador Dalí el cual se consideraba un enamorado de estas aficiones. En la actualidad ocupan los horarios nocturnos de las televisiones, llegando a resultar curioso como políticos contemporáneos invierten sus honorarios en saber su futuro con estos métodos.

Así pues, ¿qué tienen de cierto estos vaticinios?¿podemos considerar el tarot como una ciencia o más bien es un producto de supercherías y sugestiones?

Para resaltar las diferencias patentes entre la ciencia y el tarot u otras artes englobadas en lo que conocemos como pseudociencia podemos hacer un simple repaso del método científico.

El primer punto de divergencia es la experimentación, en ciencia la experimentación se adapta a cada ciencia en particular mientras que en las pseudociencias, bien carecen de experimentación, o tienen un diseño erróneo carente de rigor científico o bien no son reproducibles.

Otra gran diferencia es que en las ciencias las teorías son parte muy importante que actua como motor y que permite las discusiones , discrepancias y dudas propias del científico, mientras que las pseudociencias no tienen teoría por lo tanto carecen de confrontación quedándose enquistadas.

Concluimos pues que el tarot y otras artes adivinatorias se basan más en la fey la sugestión que en razones empíricas o científicas y por lo tanto no pueden considerarse ciencias.

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