Teoria De La Politica Criminal
Enviado por academia • 5 de Octubre de 2012 • 4.020 Palabras (17 Páginas) • 2.143 Visitas
UNIVERSIDAD AUTONOMA DE BAJA CALIFORNIA
FACULTAD DE DERECHO CAMPUS TIJUANA
ACADEMIA DE CIENCIAS PENALES
PROPUESTA PARA NUEVA ASIGNATURA.
PROF. OSCAR RAFAEL EZKAURIATZA AMEZQUITA.
PRESIDENTE DE NUESTRA ACADEMIA DE CIENCIAS PENALES.
RESPETABLES TITULARES DE LAS DISTINTAS COMISIONES PERMANENTES.
DISTINGUIDOS MIEMBROS COMPAÑEROS DE ACADEMIA.
Siendo una de las funciones de esta sociedad académica actuar como órgano consultivo, con carácter propositivo, y a la vez ser un foro de análisis para la discusión y reflexión para el desarrollo de las funciones sustantivas de nuestra Universidad, con la obligación de participar en la propuesta de estrategias de formación integral del estudiante que lo lleven a adoptar una actitud emprendedora y una actualización permanente; el suscrito Prof. Juan Ramiro Díaz Pelayo, me permito poner a su consideración la siguiente propuesta, la que dejo a su disposición para su respetable valoración académica.
POLÍTICA CRIMINAL.
La Política Criminal es considerada como el estudio del conjunto de medidas empleadas por los órganos de gobierno, para hacer frente a la criminalidad que afecta a una sociedad, con la intención de encontrar soluciones pertinentes en la disminución de los niveles de delincuencia, respetando el Estado democrático de derecho.
En términos más sencillos, la Política Criminal es la política que el Estado asume para el cumplimiento de sus obligaciones en materia de delincuencia con el objeto de lograr la vida ordenada de la comunidad. Se trata de prevenir el delito o bien de reprimirlo con ciertas medidas y estrategias.
La expresión “Política Criminal” se utilizó por vez primera en 1793 siendo hasta 1882 cuando Franz Von Liszt en su “Programa de Marburgo” estableció las bases de lo que debía ser la “Moderna Política Criminal”.
La Política Criminal se encarga de la política criminal legislativa, la política criminal judicial, y la política criminal ejecutiva, ello depende del órgano del Estado que se ocupe de cada una de ellas, y por ende también se ocupa de como configurar el Derecho Penal de la forma más eficaz para que pueda cumplir su tarea de protección a la sociedad.
La Política Criminal es también la manera como la colectividad reacciona organizadamente, frente a las acciones delictuosas que amenazan su cohesión o su desarrollo armónico. Es tarea de esta disciplina, no sólo la descripción de la reacción social contra la delincuencia, sino también determinar los lineamientos que deben seguirse a fin de lograr una mayor eficacia para el orden y control social. Por esto, se ha considerado que la Política Criminal se presenta bajo dos aspectos:
a) Como una disciplina o un método de observación de la reacción antidelictiva.
b) Como un arte o estrategia de lucha contra la delincuencia; elaborada a partir de los datos y enseñanzas aportados por la observación objetiva.
La Política Criminal es una parte de la política jurídica del Estado, la que a su vez es parte de su política general. La programación y realización de una correcta y coherente lucha contra la delincuencia, depende del apoyo y fomento de los estudios tendientes a describir el sistema de reacción social y a determinar los lineamientos y los medios más eficaces.
La Política Criminal aconseja llevar a cabo un estudio profundo sobre los elementos constitutivos del delito y el delincuente; así como los procedimientos en la formulación, aplicación y ejecución de las normas jurídico penales.
Una sociedad moderna e ideal, dentro de los límites que permite nuestra realidad, no puede ser aquella cuyos miembros vivan siempre bajo la amenaza penal. Esta restringe la libertad y por ello solo puede ser utilizada como la ultima ratio; por lo que concebido el Derecho Penal de intervención mínima, este no es, ni puede ser, el remedio estatal para todo mal que aqueja a la comunidad, por eso el Estado debe echar mano de otras alternativas menos nocivas y mas eficaces, aunque ello implique el esfuerzo de obtener un conocimiento previo, amplio y preciso de la realidad en que se trata de implantar una determinada medida.
OBJETIVO GENERAL DE LA POLÍTICA CRIMINAL
En un Estado social y democrático de derecho, la Política Criminal es respetuosa de los derechos humanos y se ajusta a los lineamientos y directrices marcadas por las constituciones políticas de los tipo de Estado no absolutistas o totalitarios, así como por los instrumentos internacionales aprobados por la mayoría de los países del mundo como por ejemplo el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, y la Convención Americana de Derechos Humanos suscritos por México.
CARACTERÍSTICAS DE LA POLÍTICA CRIMINAL EN UN ESTADO SOCIAL Y DEMOCRATICO DE DERECHO.
Muchos de nuestros problemas se deben a la ausencia de planificación de una Política Criminal integral y coherente del Estado Mexicano que no solo comprenda la consideración de las medidas represivas de carácter penal, y mucho menos que se limite al endurecimiento de estas, sino que le asignen espacio preponderante a las medidas de prevención general del delito según las exigencias del Estado democrático de derecho.
El Estado mexicano es un Estado social y democrático de derecho según se deriva de nuestra Ley Fundamental, luego entonces su poder esta limitado por el reconocimiento y respeto de los derechos del hombre.
La Constitución política establece los principios y criterios fundamentales de la Política Criminal y del sistema de justicia que debe regir en el Estado mexicano que se ven complementados por los lineamientos previstos en instrumentos internacionales suscritos por México.
El sistema penal mexicano y los diferentes niveles de la Política Criminal deben por ello, revestir las características que imponen un sistema propio de un Estado democrático de derecho.
En el Estado democrático de derecho no se admite la idea de que el hombre sea concebido como un mero instrumento que el Estado pueda utilizar para sus propios fines, ya que el hombre como persona, es un fin en si mismo, y gracias a él existen el Estado y el Derecho. Por lo tanto el Estado y el Derecho son instrumentos al servicio del hombre y no para servirse de él.
Un Estado democrático y moderno, debe además, contar con diversas alternativas político criminales para garantizar los intereses de la comunidad frente a la criminalidad y no solo con las medidas represivas de carácter penal.
POLÍTICA CRIMINAL Y REALIDAD SOCIAL.
La descripción esquemática de cómo el Estado ha reaccionado legislativamente frente al fenómeno delictivo, no puede ser bien
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