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Teorias De La Comunicacion


Enviado por   •  18 de Marzo de 2015  •  1.499 Palabras (6 Páginas)  •  206 Visitas

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La mercantilización de los informativos en televisión

De cómo los telediarios han pasado de formar al público a contribuir en su empobrecimiento espiritual

Los medios de comunicación de masas son desde el inicio de su existencia un referente cultural para la sociedad. Los individuos se basan en la información recibida para crearse una concepción de la realidad, de lo que está pasando en el mundo. Y es que como afirma Santiago Armas (1994) –desmitificando por completo el concepto de objetividad periodística- los medios son nuestro acercamiento a la realidad a partir de la visión que hacen de ella los periodistas. Pero este conocimiento va mucho más allá: los medios inculcan qué está bien y qué está mal, qué es lo relevante y qué es banal. Incluyendo o no informaciones en sus agendas, acaban determinando los temas de interés público. El problema reside en que estos medios son empresas, y por lo tanto forman parte de un modelo de negocio; Un modelo de negocio que se rige por intereses económicos y políticos, que busca beneficios propios y que por lo tanto, puede alejarse del objetivo lícito de culturizar a la sociedad.

Inevitablemente esta lucha de intereses afecta directamente a los contenidos que producen los medios de comunicación. Se establece una confrontación entre los valores del periodismo como bien público y los intereses que surgen a partir del modelo de negocio actual de los medios. No es de extrañar que veamos las mismas líneas de contenidos en las distintas cadenas de televisión, pues estas empresas estudian qué contenidos venden y cuales no y se dejan influir por los criterios empresariales e indicaciones políticas. Se reduce de este modo la función de los informativos como objeto de culturización de la sociedad.

Para acotar el ámbito de estudio, me centraré en los informativos de televisión como producto público que debe cumplir el objetivo de culturizar a la sociedad, entendido en el sentido amplio de dotar al individuo de herramientas intelectuales para entender el mundo y construirse una opinión. Consideraremos por indicadores del servicio público informativo la calidad, el rigor, la pluralidad, la utilidad social de los temas tratados, la independencia, la neutralidad y que agenda informativa se rija por criterios informativos y no fórmulas para superar a la competencia o para ascender en el modelo de negocio (Perez, 2013). Son todos estos criterios los que se ven afectados por el modelo de negocio actual, los que se ven a veces limitados por la necesidad de las empresas de lograr beneficios económicos y políticos. Así, creemos que los informativos de televisión deberían valorarse desde la rentabilidad social y no económica o política.

Algunos autores han calificado como neotelevisión la forma de concebir el medio televisivo desde su privatización (a partir de los 90). Este nuevo concepto va estrictamente ligado a la búsqueda de audiencia y la necesidad de “atrapar” a los espectadores porque son ellos los que mantendrán al medio privado. Así es como la televisión acaba planificando su programación “en función de los horarios y rutinas del público” (Farré, 2007). Esta adaptación de los medios al espectador se va ensanchando cada vez, hasta llegar al punto en que adecua también sus contenidos –en teoría objetivos- a las preferencias del público que debe mantener conectado para su supervivencia.

De este modo se crea una espiral: el espectador toma como referente los contenidos de los informativos de televisión para su propia concepción de la realidad y los medios asumen como referencia para su agenda de contenidos las preferencias de su público objetivo. Así, el espectador se nutre sin saberlo de los contenidos que él quiere ver, sean o no los relevantes culturalmente, sigan o no los criterios periodísticos legítimos. Por ello, podemos afirmar que los medios contribuyen al empobrecimiento intelectual e incluso espiritual del hombre moderno, pues según afirman las audiencias, lo que actualmente vende en televisión se aleja mucho de un contenido de formación cultural. Se agrava la situación en el momento en que hasta los informativos toman también esta rutina. Si aún vamos un poco más allá, podemos introducir el término espectacularización aplicada a los noticiarios: la televisión acaba produciendo un formato de noticia que impacte, que capte y atraiga al espectador. Esto supone que muchas veces se aparquen los valores periodísticos tradicionales ante técnicas que provoquen una mayor atracción del público –como la exageración o la dramatización-.

Farré (2007) propone tres características que conforman el neonoticiario y que he tomado como base para definir como se presentan los informativos de televisión actualmente:

1. Participación de la audiencia. Se introduce el talk

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