Tiempo de acción y héroes
Enviado por sari2456 • 19 de Septiembre de 2013 • Tesis • 1.477 Palabras (6 Páginas) • 402 Visitas
.Argumento:
Todo se desarrolla en el México comprendido entre los años de 1861 a 1863, periodo en el cual el país estaba transitando en los últimos periodos de la Guerra de Reforma o también conocida como Guerra de los Tres Años. Los acontecimientos se suscitaron en el Estado de México, Morelos y Tlaxcala, en poblaciones como Yautepec, Atlihuayán, Xochimancas entre otras.
Entre sus personajes principales la historia tiene al Zarco, Manuela, Nicolás, Pilar, Doña Antonia, entre otros. Ya para la segunda mitad de la novela aparecen otros de gran importancia como lo son Martín Sánchez Chagollán, el Tigre, Salomé Plasencia, entre otros.
Todo comienza en el pueblo de Yautepec, un pueblo situado en Morelos, lugar que vivía atemorizado por los horrores de los bandidos y de los malhechores que rondaban de manera frecuente las zonas de la tierra caliente con el fin de crear pánico en la población para así poder cometer sus atrocidades y robos. Estos bandidos, conocidos como los plateados, por su vestimenta ostentosa y adornada con este deslumbrante metal que hacía alusión a su nombre, eran dirigidos por el Zarco, nombrado así por poseer unos ojos de color azul muy claro, éste era el líder de esa gran banda a la cual todos le tenían pavor, incluso las autoridades. Se caracterizaban por contar siempre en sus ataques con cerca de 500 hombres o más, dispuestos a todo con tal de lograr su cometido, eran sanguinarios sin piedad, actuaban con una gran crueldad que era una de las característica primordiales de dicho grupo vandálico, es por ello que ninguna corporación del gobierno había querido hacerles frente por su gran número de miembros y además por que las fuerzas del gobierno estaban ocupadas por los problemas de la guerra en la que se encontraba el país.
Manuela, hija de doña Antonia y amiga de Pilar, estaba enamorada del Zarco por todas aquellas cosas que escuchaba de la gente, ella tenía la imagen del Zarco como un hombre valiente, capaz de cualquier cosa, de enfrentar a cientos de hombres y vencerlos, la imagen de un hombre de aventuras el cual tenía a su alrededor hombres que lo admiraban y le eran fieles y leales. Veía al Zarco como un hombre de liderazgo capaz de movilizar cientos de gentes para así conseguir sus motines y consumar los robos. A Manuela la pretendía un hombre muy apreciado por la gente, Nicolás, el herrero de la hacienda de Atlihuayán. Éste se caracterizaba por ser muy trabajador y honrado, sin embargo para Manuela le era indiferente, incluso le disgustaba su presencia aquellas ocasiones en que Nicolás visitaba a Doña Antonia con pretexto de ver a Manuela. Al igual estaba Pilar, amiga de Manuela, una joven que era seria y sumisa, la cual tenía un afecto especial por Nicolás pero que éste no sabía de eso, él solamente estaba enamorado de Manuela.
Manuela y el Zarco se veían a escondidas en la huerta de doña Antonia al anochecer. Un día ésta se dio a la fuga en manos de su amado, el cual le daba joyas que robaba de sus motines. A partir de ahora Manuela viviría a lado del Zarco y estaría dispuesta a sacrificar aquella vida que tenía de buenas costumbres, paz y tranquilidad, por una vida de aventuras y riesgos que le ofrecía el Zarco, sin duda el amor hacia éste la cegó. Doña Antonia murió días después de saber que su hija se había escapado para irse con aquel bandido tan perverso.
Nicolás fue a hablar con las autoridades para que lo ayudaran a ir en busca de aquel bandido, sin embargo lo aprehendieron sin razón. Pilar fue a protegerlo y velar por el bienestar de éste y en ese momento se despertó en ellos el sentimiento de un amor puro y sincero. A Nicolás se le había olvidado ya aquel amor que sentía por Manuela, la cual lo había decepcionado, no por lo que le hizo a él, sino por la manera en que aquella hija malagradecida abandonó a su madre sin si quiera decirle nada, solo dejándole una carta de despedida.
Estando en Xochimancas, lugar donde se escondían los plateados, Manuela tenía lo que tanto ansiaba, estar al lado de aquel ser que amaba con tanta pasión y que admiraba por su valentía, además le gustaba presumir las joyas que el bandido le obsequiaba para alimentar su espíritu ambicioso hacia las joyas y el dinero. Una vez ya agrupada
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