Tipos De Falacias
Enviado por Scroprrc • 13 de Julio de 2014 • 3.695 Palabras (15 Páginas) • 335 Visitas
TIPOS DE FALACIAS (TEXTO)
La Falacia de hoy está muy extendida. No sólo eso: irónicamente, suele mencionarse al desmontar un mito más antiguo aún. Es curioso que, como reacción a una mentira, se elabore otra mentira diferente, pero así ha sucedido en este caso. Por cierto, si no conoces esta serie y piensas que el nombre de “Falacias” es incorrecto porque esa palabra tiene un significado diferente en el DRAE, o bien crees que me las doy de iluminado y nadie cree estas cosas, te pido que leas la descripción de la serie antes de seguir. En este caso particular tengo que decir que yo me creí la mentira hasta hace relativamente poco tiempo. ¿Cómo vas a saberlo si nadie te lo dice, y sólo oyes la versión incorrecta?
En cualquier caso, seguro que has oído alguna vez la falsedad más antigua de que los toros se ven excitados por el color rojo, y atacan los objetos rojos. No, no es ése el objetivo de este artículo, pues poca gente cree ya en esa mentira. La Falacia de hoy se refiere justamente a la supuesta corrección que lee uno por ahí de esa falsedad: ¡Qué tontería!, se lee a menudo, Los toros no pueden atacar las cosas de color rojo porque los toros (y otros mamíferos, como los perros) ven en blanco y negro.
Mentira.
Esta entrada no será muy larga, porque es relativamente simple desmontar la falsedad. Además, aunque me gusta desmentir las ideas falsas utilizando el razonamiento y mostrando contradicciones internas (para hacer honor al nombre de la serie), en este caso no es posible – voy a limitarme a mostrar por qué lo de que los toros ven en blanco y negro es mentira y cómo ven los toros y otros animales. Aunque no sea un artículo tan elaborado como otros de Falacias, creemos que es útil conocer la verdad del asunto, ya que se repite la mentira tantas veces.
Como probablemente has estudiado en algún momento en clase de biología, la percepción del color se debe a un tipo especial de neuronas en la retina del ojo, denominadas conos (recordarás también, estoy seguro, los bastoncillos que detectan luz incluso cuando su intensidad es muy pequeña). Los conos existen en varias versiones, dependiendo del pigmento que contienen: cuando reciben luz, absorben más luz cuya longitud de onda está cerca de la longitud de onda de su pigmento, y menos luz de la que es diferente.
Dicho de otro modo, cada tipo de cono absorbe luz con un máximo de intensidad en una longitud de onda (un color) distinto. En el ojo humano existen tres tipos de conos, que muy a menudo se dice que responden a la luz azul, verde y roja. Más estrictamente se denominan conos S, M y L, dependiendo de la longitud de onda a la que responden mejor (del inglés Short, Medium and Long). Por cierto, los conos S, en realidad, no tienen su pico de absorción exactamente en el color azul, ni los M en el verde. Pero es que los L no tienen el pico de absorción en el rojo ni de lejos: son sensibles a la luz amarillo-verdosa, con una longitud de onda sólo un poco mayor que los M. Aquí tienes un diagrama de los tres picos de absorción coloreados de la manera “tradicional”, pero recuerda que ese color rojo es bastante engañoso, y debería ser más bien un color “mostaza”:
Lo que sí es cierto es que, puesto que el color rojo tiene mayor longitud de onda que cualquiera de los picos de absorción de los conos, el más excitado por el rojo es el tipo de conos L, por lo que son efectivamente los responsables de que seamos capaces de distinguir un rojo de un verde – simplemente recuerda que esto no es porque su máximo de absorción esté en el rojo, ni mucho menos; simplemente son los que más cerca del rojo están de los tres.
En cualquier caso, la idea básica es la siguiente: combinando la intensidad de luz detectada por los tres tipos de conos, nuestro cerebro es capaz de distinguir los colores del arco iris. Puesto que usamos tres células receptoras del color, los seres humanos (salvo los daltónicos, de los que hablaremos en un momento) somos seres tricrómatas.
Un organismo que ve en blanco y negro, por el contrario, se denomina monocrómata, puesto que ve cualquier color como uno solo, o bien porque no tiene conos, o bien porque sólo tiene un tipo de conos, con lo que no puede distinguir unos colores de otros. Durante muchos años se pensó que casi todos los mamíferos –incluidos los perros y las vacas y toros–
eranmonocrómatas, y de ahí que se extendiera tanto la Falacia de que los toros ven en blanco y negro.
Pero la cuestión es que los toros, los perros y casi todos los mamíferos tienen dos tipos de conos diferentes. Prácticamente todos los mamíferos, por lo tanto, pueden detectar los colores, aunque no exactamente como un ser humano normal, pues no disponen de tres tipos de conos sino sólo de dos: son seres dicrómatas.
TIPOS DE FALACIA
Falacia de las muchas preguntas o pregunta compleja o plurium interrogationum (‘de muchas preguntas’ en latín): es una falacia formal que es realizada cuando alguien hace una pregunta que presupone algo que todavía no ha sido probado o aceptado por todas las personas envueltas. Esta falacia es con frecuencia usada retóricamente para dar a entender la presunción o conocimiento de la respuesta a la pregunta por parte del que la realiza. Ejemplo: «¿Sigues saliendo a comer con tu mujer?». La respuesta tanto afirmativa como negativa admitiría que la persona tiene mujer y que al menos antes salía a comer con ella. Estos hechos son presupuestos por la pregunta. Se trata de una falacia porque se asume la verdad o se presuponen algunos hechos a la hora de hacer la pregunta compleja. Esto no quiere decir que no sean ciertos pero si que no deben creerse, por los demás oyentes, como ciertos hasta no recibir la respuesta. Para evitar estas asunciones lo mejor es no responder la pregunta ya que no se dará ninguna información extra. Para evitar hacerlo se puede responder con otra pregunta que apunte al porqué de las asunciones o denotar o mostrar que la pregunta está envenenada y ha presupuesto algunos hechos. Si no es posible evitar responder entonces la respuesta debe ser completa y negar las presunciones.
Falacia de acentuación: Se trata de una de las falacias lingüísticas reconocidas por Aristóteles y que era usada por el Oráculo de Delfos. La falacia se construye al realizar una proposición que contiene una parte afirmando o concordando con un tema y otra parte con una objeción o condición. En función de dónde se aplique la fuerza de acentuación se denotará más o menos importancia en un sentido u otro. De esta manera se puede crear una ambigüedad en el sentido de la interpretación. Este tipo de engaño o falacia así como las verdades a medias se da con mucha frecuencia en política ya que permite al político
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