Toxicidad De Oxigeno
Enviado por anay3li • 18 de Septiembre de 2014 • 415 Palabras (2 Páginas) • 288 Visitas
El aire, elemento vital para el hombre, es
una mezcla de gases a base de nitrógeno (78%),
oxígeno (21%), vapor de agua (variable entre un
0-7%), ozono, dióxido de carbono (CO2), hidrógeno
y algunos gases nobles como el criptón,
neón, helio y argón.
Aunque el porcentaje del oxígeno en el aire
es del 21%, este gas representa el 49,5% en peso
de la superficie terrestre, es el elemento más
abundante, siendo tan necesario que aparenta
ser inofensivo, ya que juega un papel relevante en
muchos de nuestros procesos químicos internos
(metabolismo) que se reflejan en la salud.
La frase publicitaria “Todo con medida, nada
en exceso”, utilizada para vender productos
tales como el alcohol y el tabaco, que muchos
disfrutan a pesar de saber que pueden causarle
daño a su cuerpo, podríamos también usarla
para referirnos al oxígeno, puesto que se puede
afirmar, sin temor a equivocarnos, que este,
como gas medicinal, ha sido empleado más que
cualquier otro medicamento para diferentes
patologías en el último siglo. Lo que llama la
atención de esto es que el conocimiento sobre
la toxicidad del oxígeno no es nuevo.
El nombre “oxígeno” dado a este elemento
por Antoine Lavoisier en el siglo XVIII se
desprende de dos raíces griegas que significan
“generador de ácidos”, porque, a pesar de su
uso terapéutico, ya se conocía como una sustancia
tóxica para la vida, por su gran poder
oxidante. En 1774, Joseph B. Priestley y Karl
Scheele mostraron los efectos tóxicos del gas y,
en 1780, François Chaussier experimentó el uso
del oxígeno en recién nacidos. En 1878, Paul
Bert documenta el efecto tóxico del oxígeno
en el cerebro, manifestado por presencia de
crisis convulsivas a más de tres atmósferas, y
J. Lorrain Smith, en 1899, al tratar de replicar
el efecto Bert, informa neumonía fatal en ratas
expuestas a oxígeno al 73% por cuatro días.
Wilson y colaboradores, en 1940, reportan
que los bebés con patrón respiratorio periódico
mejoraban con el uso de oxígeno al 70% y, a partir
de este informe, se inició el empleo rutinario
del oxígeno en los bebés prematuros. En 1951,
Campbell, en Australia; Patz y colaboradores, en
1956, en los Estados Unidos, y el estudio colaborativo
de Kinsey demostraron que el oxígeno
era seguro cuando se daba en concentraciones
menores al 40% y, al mismo tiempo, validaronla hipótesis de que la exposición a él en exceso
era al menos una de las causas de la retinopatía
del prematuro (ROP).
En neonatología, el oxígeno es usado
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