Toxinas de Plantas, Hongos y Algas.
Enviado por EvaMaggots • 18 de Octubre de 2016 • Documentos de Investigación • 4.218 Palabras (17 Páginas) • 352 Visitas
FEB
RERO 2011 | ||||
ARTÍCU O DIVULGATIVO | ||||
Toxinas/Venenos y Canales Iónicos | ||||
Parte I: Toxinas de Plantas, Hongos y Algas Dra. Rosario González‐Muñiz |
Instituto de Quí[pic 1][pic 2][pic 3][pic 4][pic 5][pic 6][pic 7][pic 8]
ica Médica‐ CSIC
Juan de la Cierva, 3, 28006 Madrid rosario.gonzalezmuniz@iqm.csic.es
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m
a
El uso de venenos, o sustancias tóxicas (sólidas, líquidas o gaseosas) capaces de producir daños graves en el organismo e incluso la muerte, está ligado a la historia de la humanidad. Sin embargo, la evolución de su empleo por el hombre es antagónica,
pasando de la utilización de lo
venenos como arma para eliminar rivales, muchas
veces arma política capaz de cambiar la historia, a su empleo como herramientas farmacológicas y punto de partida para el desarrollo de nuevos fármacos, útiles para el tratamiento de diferentes enfermedades.
Entre las civilizaciones antiguas, los sumerios, los egipcios y los chinos ya utilizaban tóxicos letales. Una de las teorías existentes sobre la muerte de Alejandro Magno es el envenenamiento por helébolo y estricnina, suministrados por los descendientes del general Antípatro, regente de Macedonia. El suicidio de Cleopatra se atribuye a la mordedura de una serpiente venenosa, la cobra egipcia o áspid. También son muy conocidas las historias de utilización de diferentes venenos entre los griegos y los romanos: Sócrates se suicidó con cicuta para evitar tener que cumplir la pena de ostracismo que le había sido impuesta, mientras que el emperador romano Claudio fue víctima del veneno de la belladona, suministrado por su mujer en un plato de setas. Es, sin embargo, durante la Edad Media y el Renacimiento cuando la utilización de los venenos se convierte en todo un arte y los alquimistas de la época dedican sus
esfuerzos al descubrimiento de antídotos
eficaces. Las
familias Borgia y Medici
destacaron en el
uso de productos venenosos, en los que el arsénico era un
componente principal. Aunque se conocen casos
muy recientes, como el
envenenamiento del Presidente Ucraniano Víctor Yúschenko con una dioxina, a partir del siglo XIX este tipo de prácticas fueron perdiendo actualidad a medida que se fueron descubriendo métodos cada vez más sofisticados para su detección.
Teniendo en cuenta su origen, los venenos pueden ser minerales (As, Hg, Pb, etc.),
vegetales (belladona, cicuta,
curare, ricino, etc) o animales, tanto
vertebrados
(principalmente peces, anfibios y reptiles) como invertebrados (fundamentalmente moluscos, artrópodos e insecto ). También existen toxinas de hongos y algas. Según su efecto, los venenos pueden clasificarse en tres categorías principales:
‐Citotóxicos o necrosantes: También denominados venenos proteolíticos, destruyen las proteínas causando graves daños en células y tejidos.
‐Hemotóxicos: Causan efectos adversos en las célula y proteínas sanguíneas, bien por
Veneno: Sustancia (natural o
acciones como la
hemólisis,
consistente en la rotura
de los glóbulos rojos, o
sintética) que, incorporada a
un ser vivo en pequeñas
cantidades, es capaz de pro‐
modificando los procesos de coagulación. Este tipo de venenos suele llevar asociados efectos nefrotóxicos.
ducir graves
alteraciones fun‐
‐Neurotóxicos: Interfieren en la transmisión de los impulsos nerviosos, liberando,
cionales, e incluso la muerte.
imitando o bloqueando la acción de los
neurotransmisores, afectando a su
Toxina: Veneno producido por organismos vivos.[pic 9]
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Canales Iónicos: Proteínas transmembrana que forman poros y controlan el paso selectivo de iones específicos a[pic 10]
metabolismo o alternado la homeostasis del sistema nervioso actuando sobre ciertos canales iónicos.
Si se atiende a su naturaleza química, las toxinas que componen los venenos poseen estructuras muy variadas, que van desde alcaloides y glicósidos sencillos a terpenos y poliéteres, pasando por péptidos y pequeñas proteínas de complejidad variable.
través de celulares.
las membranas
Captopril: Fármaco derivado de una toxina peptídica, la BPP5a del veneno de de la víbora jararaca. Primer agente desarrollado para el trata‐ miento de la hipertensión arterial por inhibición de la enzima convertidora de angio‐ tensina.
La naturaleza, a través de sus años de evolución, ha acumulado una riqueza farmacológica extraordinaria, que podríamos considerar como una quimioteca de cientos de miles de moléculas, útiles en la búsqueda de nuevos compuestos bioactivos. Dentro de este arsenal, los componentes de los venenos, por actuar sobre diferentes mecanismos celulares, se consideran herramientas de valor incalculable en el proceso de descubrimiento y desarrollo de nuevos fármacos. De hecho, algunas toxinas han sido aprobadas como agentes terapéuticos y otras están en estudios clínicos para indicaciones como el tratamiento del dolor, ciertas afecciones cardiovasculares y diferentes patologías neurológicas. Otras están siendo herramientas farmacológicas de gran utilidad para la caracterización de distintos tipos y subtipos de receptores. Además, aportan esqueletos estructurales diversos sobre los que aplicar las diferentes estrategias de la química médica dirigidas a optimizar un compuesto inicial, hasta convertirlo en un candidato clínico adecuado y finalmente en un fármaco, como en el caso del antihipertensivo captopril.
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