Transgénicos en México. Controversia del maíz mexicano
Enviado por Lalo Martinez • 28 de Febrero de 2016 • Ensayo • 2.643 Palabras (11 Páginas) • 270 Visitas
Introducción
La agricultura es una técnica de producción de plantas que utiliza la tierra fértil para la siembra de semillas que bajo cierto tiempo de maduración éstas se convierten en plantas. Desde el inicio de la agricultura el ser humano ha buscado nuevas variaciones bilógicas, utilizando la hibridación[1] haciendo nuevas especies con diferentes características naturales. Con el uso de técnicas de ingeniería genética las modificaciones a plantas se han hecho aún más comunes con el objetivo de mejorar en producción o aumentar el contenido nutricional. (Rodríguez R. P., 2007.)
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define a los organismos genéticamente modificados (OGM) como organismos con material genético alterado artificialmente (OMS, s.f.). Todas estas posibles aplicaciones en la agricultura son una alternativa para incrementar la productividad en la agricultura mediante el desarrollo de cultivos que sean más productivos y resistentes a sequías, plagas y enfermedades.
En México el tema de los cultivos transgénicos está tomando mucha fuerza no solo entre políticos, empresas transnacionales y activistas sociales, si no entre la gente que a diario consume maíz y otros vegetales que ya se sabe son transgénicos. El principal debate surge en cuestiones sociales y de preservación del patrimonio alimentario del país: el maíz. El maíz es una planta que tiene dos tipos de flores una masculina y otra femenina, y es una planta polinizada con ayuda del viento, por lo que será fácil que se crucen distintas variedades que se planten incluso con una distancia de kilómetros. Aquí surge el debate de la preservación de la biodiversidad del maíz en el país. Si el maíz transgénico se siembra cerca de maíz nativo, se puede contaminar y surgir una especie híbrida, así correría riesgo la especie nativa de extinguirse.
En cuestiones económicas el debate surge entre quienes serían los más beneficiados, y cómo es que se va a regular su posible implementación. Si las trasnacionales logran tener todo el control económico de las semillas modificadas los más perjudicados serían los pequeños productores, ya que dependerían de las patentes de la empresa a la cual le compren la semilla. En salud, el debate está en si los transgénicos producen algún daño a futuro en la salud de los consumidores, puesto que las investigaciones que se han hecho hasta ahora no han demostrado que éstos cultivos logren algo perjudicial a la salud por ahora éste supuesto debate se queda sólo en especulaciones.
Las principales variables que participan son: Impacto ambiental y políticas que regulen la siembra de cultivos transgénicos. Si existen buenas políticas de regulación el impacto económico, social y ambiental será mínimo, pero para ello hace falta promover aún más el interés hacia este tema. Según (Terradas, L., 2010.) “Un sistema de indicadores de cultivos genéticamente modificados mejorará la formulación e implementación de políticas a prevenir sus impactos ambientales (sociales, económicos y naturales)”. Ésta hipótesis nos señala que debemos tener el conocimiento de los mecanismos biológicos de los cultivos transgénicos, para evitar poner en riesgo el maíz nativo, así como la equidad del control de semillas modificadas genéticamente, esto hace hincapié en que las empresas no deben ser las más beneficiadas para no afectar a los pequeños productores.
Controversia del maíz mexicano
En un país como México, como en la mayor parte de los centros de origen y diversidad de los cultivos, debería de asegurarse al 100 por ciento que los acervos naturales de plantas, tanto cultivadas como nativas, se mantengan libres de transgénicos. Para esto, el gobierno lo que tendría que hacer es considerar los estudios científicos independientes que han dado resultados de posible contaminación en los acervos nativos, o de riesgos demostrados.
Es importante reaccionar ante estos hechos y hacer una política pública muy preventiva y rigurosa para cerciorarse activamente de si están entrando a México materiales transgénicos que podrían contaminar estos acervos de diversidad genética del maíz, de qué transgenes podrían estar entrando, y cuáles son las fuentes de contaminación para cancelarlas, así como revertir los casos documentados de contaminación.
En México en el caso del maíz, esto implica proteger el cereal básico, con toda la importancia que esto tiene tanto en términos nutricionales como en términos culturales. El gobierno de México tendría que estar promoviendo la conservación de la diversidad genética, así como mejorando este cereal fundamental, pero siguiendo una lógica de investigación parecida a la que los países más desarrollados han seguido para su propio cereal básico, que es el trigo. Para este último, hoy por hoy, no se han liberado a campo abierto líneas transgénicas a nivel comercial. Para el trigo se ha seguido una investigación sumamente precautoria donde se están aplicando las metodologías más contemporáneas científicamente, mejor fundadas para mejorarlo, y con ello romper las barreras de rendimiento. Esto lo están logrando sin incurrir en los riesgos que implican los transgénicos de primera generación de maíz, que sí se han permitido comercializar de manera precipitada, y a pesar de ser obsoletos, podríamos decir una chatarra tecnológica, sobre todo para las condiciones de México, los quieren introducir a nuestro país a toda costa únicamente por razones lucrativas que beneficiarán a pocas firmas corporativas.
En México sí existe una ley de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados que tiene algunos huecos muy importantes, por ejemplo, el etiquetado no fue aprobado como algo obligatorio, y tampoco el que se estableciera responsabilidades claras sobre los daños por contaminación con transgenes. No existe un apartado que asegure que se pueda fincar una responsabilidad a quien ha comercializado transgénicos y ha provocado una contaminación, esto es problemático, sin embargo, una de las cosas más justas de esta ley es que estableció un régimen especial de protección del maíz (y de las otras plantas para las cuales México es centro de origen) con la finalidad de evitar su contaminación con transgenes.
Sin embargo se publicó en el Diario Oficial de la Federación por parte del ejecutivo, una modificación al reglamento de esta ley de Bioseguridad, que implica la evasión del régimen especial pasándolo a un capítulo del Reglamento, y en los hechos, abriendo la posibilidad de considerar solicitudes de siembra de maíz transgénico bajo régimen experimental a campo abierto, sin que medie un régimen especial como lo manda la Ley de Bioseguridad. De acuerdo con ésta, el maíz no puede regirse por el mismo Reglamento que el resto de las plantas cultivadas, sino por un Régimen Especial que asegure su protección, y por lo tanto, no puede ser regido por el Reglamento General de la Ley de Bioseguridad. Esto es muy grave e implica una violación a Ley de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados. Es crucial establecer con claridad un Régimen especial que realmente proteja (como queda claro en el espíritu de la Ley de Bioseguridad) a las plantas para las cuales México es centro de origen y diversidad. Para éstas, tendría que existir una restricción total a la siembra a campo abierto bajo cualquier régimen de líneas transgénicas. Y por lo tanto, el único Régimen Especial válido para estas especies sería el establecer una moratoria de facto a la siembra a campo abierto de transgénicos, para el caso del maíz. Esto se ha demostrado por multitud de estudios científicos.
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