Triada de la atleta femenina

La tríada de la atleta femenina

El síndrome que ocurre en mujeres jóvenes y adultas que realizan actividad física se denominó en 1992 por el Colegio Americano de Medicina Deportiva por primera vez, como la triada de la atleta deportiva, en el 2007 esta misma organización actualizo su definición como “Las interrelaciones entre la disponibilidad energética, la función menstrual y la densidad mineral ósea que puede llevar a síntomas clínicos como:

• Trastornos de la conducta alimentaria
• Amenorrea funcional hipotalámica
• Osteoporosis

La presión que llevan consigo las mujeres deportistas de alto rendimiento es muy elevada y extenuante, por lo que mayormente se les exige modificar su dieta en el deporte de elite por ende suelen suprimir alimentos importantes para tener una salud óptima. Esta deficiencia en su dieta puede ocasionarles problemas hormonales que se caracterizan con la desaparición del ciclo menstrual y una desmineralización ósea aumentando la prevalencia de fracturas en la edad adulta. Los síntomas de la triada aparecen de manera simultánea y no de forma consecuente.

Las propias características de ciertas disciplinas como gimnasia rítmica, patinaje artístico, natación, taekwondo, maratones, carreras de fondo, etc. donde se requiere un bajo peso, pueden ocasionar factores de riesgo adicionales para desarrollar este síndrome.

Componentes de la triada:

• Desórdenes alimentarios como consecuencia de comportamientos y métodos utilizados durante la práctica deportiva de alto rendimiento que resultan a menudo ineficaces para perder peso corporal. Una restricción de la ingesta de alimentos que contienen nutrimentos esenciales para mantener una salud optima durante la carga de ejercicio que realizan día con día, llevándolas a pasar por atracones, purgas, anorexia nerviosa y bulimia por el miedo constante e intenso al aumento de peso. Prevalencia entre 13% y 62% variando en función del deporte.

Se ha denominado como anorexia atlética a los comportamientos alimentarios subclínicos presentes: baja autoestima, imagen corporal distorsionada, culpabilidad, perfeccionamiento y perdida de control.

• La amenorrea asociada a la práctica de ejercicio es de origen hipotalámico, esta reduce la producción de hormonas ováricas e hipoestrogenemia y esta asociada a una menor densidad en los minerales óseos. Tiene una prevalencia en mujeres deportistas entre 1% y 70%.

Una de las causas de estas alteraciones hormonales son las graves y permanentes deficiencias en la ingesta calórica y de nutrientes, dieta inadecuadas y como consecuencia de esto trastornos alimenticios que afectan los procesos anabólicos y fisiológicos para mantener la capacidad reproductiva en la mujer.

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