Ubuntu 11
Enviado por kaoozz • 14 de Septiembre de 2011 • 1.733 Palabras (7 Páginas) • 847 Visitas
11De la misma forma en la que ha sucedido durante estos últimos años, estamos en “ese” día del mes de abril en el cual recibimos a una nueva versión de Ubuntu. El ciclo abril-octubre se mantiene sin cambios, pero no podemos decir lo mismo sobre el sistema operativo. Si hay una razón por la cual Natty Narwhal era aguardado con un interés mayor, es por el cambio de interfaz, adoptando a Unity por defecto en reemplazo del conocido entorno GNOME. Con esta decisión, Canonical ha realizado una apuesta un poco más alta de lo usual. Como siempre, aquí en NeoTeo nos colocamos al pie del cañón, y descargamos una copia para darle un vistazo más de cerca al nuevo Ubuntu 11.04.
Cambiar o no cambiar, esa es la cuestión. En el mundo informático, es una frase que posee un peso específico extraordinario. Todo cambio debe ser medido y estudiado, y luego estar listo para enfrentar las consecuencias. La regla dicta que cada vez que hay un cambio radical en un prorgama o un servicio, la mayoría de los usuarios expresa rechazo y resistencia. La explicación es sencilla: La gente se queja de lo que consume. Cada vez que Facebook hace alteraciones a su interfaz, se desata una guerra nuclear en la red social. Si la PlayStation Network no tuviera tantos usuarios, el revuelo hubiese sido mucho menor. Y lo mismo se puede aplicar al supuesto rastreo de iPhones y iPads, o a cualquier producto de Microsoft. Ubuntu no es la excepción. Junto con Android, es la distro Linux más popular del mercado. Exactamente un año atrás, se hablaba de doce millones de usuarios de Ubuntu, y hoy es lógico asumir que son muchos más. Por lo tanto, sabíamos de antemano que cualquier cambio importante sobre el sistema operativo generaría su cuota de ruido. La salida de GNOME polarizó mucho a los usuarios, y por diferentes razones. Pero la diferencia es que Canonical dio seis meses de ventaja para digerir la noticia, y el cambio aún no es permanente. Siendo honestos, nunca lo será del todo: Esto es Linux, y puedes elegir el entorno que quieras.
Todo normal hasta aquí
Nota el "Ready when you are" en la parte inferior
La velocidad de instalación, excelente
Finalmente hemos pasado el 28 de abril, y ya tenemos en nuestros discos y pendrives una copia de Ubuntu 11.04, Natty Narwhal para los amigos. Como nos tiene acostumbrados Ubuntu en estos ultimos builds, el proceso de instalación fue muy veloz, algo potenciado por el hecho de que configuras nombre de usuario, teclado y zona horaria mientras se lleva a cabo parte la instalación en segundo plano, una forma si se quiere eficiente de aprovechar el tiempo. Y terminada la instalación, ante nosotros: Unity. Antes que nada, hay un detalle que debemos mencionar, y es que Unity tiene ciertos requerimientos de aceleración de hardware relacionados con Compiz. En caso de no existir un vídeo compatible en el ordenador, Ubuntu se ejecutará en el modo “clásico” para asegurar que el usuario acceda a un entorno operativo, pero esta tampoco será una solución permanente. La próxima versión de Ubuntu tendrá una versión de Unity independiente de los requisitos de Compiz, y aunque GNOME seguirá siendo una opción de escritorio, no será incluido por defecto, por lo cual los usuarios interesados deberán instalarlo manualmente. Con la llegada de Unity a la versión 11.04, la fusión entre la versión de escritorio y la “Netbook Edition” queda definitivamente sellada. Obviamente, los builds alternativos de Ubuntu siguen disponibles en su sitio oficial, pero de ahora en adelante ya no habrá una “distro dedicada” para netbooks.
Ubuntu 11.04 con Unity
Una de las primeras cosas que hace Unity es alejar al usuario de aquellas secciones “de sistema” que suelen provocar escalofríos entre los más novatos. En GNOME todo estaba al alcance de un par de clics, pero lo cierto es que Unity ni siquiera ofrece por defecto un icono de acceso a la terminal del sistema. Tanto para este caso como para otras aplicaciones, la solución es abrir el buscador (invocar el “dash” con el icono de Ubuntu), escribir parcialmente su nombre (un concepto conocido en OS X y Windows), y arrastrar el icono hacia el lanzador del lado izquierdo. Y, no, el mismo Mark Shuttleworth anunció que el lanzador de Unity no podrá ser relocalizado a ningún otro lugar de la pantalla. Esta es una decisión “por diseño”, una frase que estamos acostumbrados a escuchar en las cercanías de la ciudad de Redmond. ¿Grave? No. ¿Inusual? Yo diría que sí. La idea es que el lanzador se quede cerca del botón de Ubuntu, pero me cuesta creer que Unity perdería funcionalidad si su lanzador fuera colocado, por ejemplo, del lado derecho de la pantalla. Aún así, creo que los “hacks” para cambiar este comportamiento serán solamente una cuestión de tiempo.
El "dash" en su salsa. El lanzador a la izquierda no puede ser movido por defecto.
El “dash” ciertamente invita a usar el teclado. Por defecto ofrece una serie de atajos a aplicaciones de categorías específicas, como multimedia y de uso en Internet, aunque también ofrece un atajo gigante dedicado a Firefox, y también los hay para otras funciones como la visualización de
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