Un caleidoscopio

Un caleidoscopio (del griego kalós bella éidos imagen scopéo observar) es un tubo que contiene tres espejos, que forman un prisma tetraédrico con su parte reflectante hacia el interior, al extremo de los cuales se encuentran dos láminas traslucidas entre las cuales hay varios objetos de color y forma diferente, cuyas imágenes se ven multiplicadas simétricamente al ir girando el tubo mientras se mira por el extremo opuesto. Dichos espejos pueden estar dispuestos a distintos angulos. A 45º de cada uno, se generan ocho imágenes duplicadas. A 60º se observan seis duplicados y a 90º cuatro. Aunque lo más común es que lleve 3 espejos, también puede construirse un caleidoscopio con dos, o más de tres espejos para distintos tipos de efectos.

La historia revela que desde la antigua civilización de Egipto ya se creaban objetos pensados de forma similar a la construcción de dichos dispositivos, pero fue durante la época victoriana que el caleidoscopio se reconoció como un objeto con fines recreativos.

El caleidoscopio moderno se inventó en 1816 por el físico e inventor escocés David Brewster, un hombre de gran ingenio y cuya curiosidad le llevó a la invención de diversos descubrimientos en el campo de la óptica, construyendo el caleidoscopio y perfeccionando el estereoscopio.

En inicios, el objeto de Brewster tuvo mucho éxito y la venta del producto se extendió en varios países, pero poco a poco, y por la facilidad en su fabricación, comenzó a producirse por otros, reflejando poca remuneración a su inventor.

Existen diferentes tipos de caleidoscopios, desde los industriales y los artesanales o manuales, hasta los diferentes modelos de diseño producidos en plata, madera y adornados con diversos elementos decorativos.

Las variaciones, a su vez, han propiciado la aparición de otros objetos inspirados en este artilugio, pero con notables modificaciones. Tal es el caso del grafiscopio, el que varía en la adición de una imagen que se coloca en una de las paredes y así la muestra de forma repetida y en diferentes proporciones, el caleidoscopio tomoscópico varía al tener un lente de gran apertura que logra proyectar figuras tridimensionales y con volumen, entre otros.

En la actualidad, muchos de los caleidoscopios antiguos se consideran piezas de arte debido al origen de sus materiales y a los productores quienes lo fabricaron.

Muchos de los efectos fotográficos que se utilizan en los celulares y otros medios se inspiraron en este objeto considerado un juguete.

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