Un mundo para recordar
Enviado por Paco Murguia • 11 de Septiembre de 2016 • Resumen • 458 Palabras (2 Páginas) • 108 Visitas
Un mundo para recordar
Después de la cruel y destructora tercera guerra mundial, el mundo se dividió en reinos. Los más poderosos y grandes eran Napoline, el reino del metal, Telaburg, el reino del dinero, y Prontsville, el reino del petróleo; los demás reinos eran chicos y poco poderosos. Estos reinos no eran igual a los de los cuentos de hadas que hemos leído desde pequeños. Hablaremos de Telaburg; este era un reino gris y contaminado al igual que todos, lleno de personas trabajando día y noche como robots, vestidas con aburridos trajes negros y todas con un principal interés: el dinero. Las calles estaban llenas de coches atorados en el tráfico y sonando sus claxons, apurados siempre en llegar al trabajo. Todos los adultos que habitaban en Telaburg trabajaban en fábricas de billetes, haciendo papel e imprimiendo en ellos caras alguna vez conocidas, empacándolos y distribuyéndolos. El reino de Telaburg hacía billetes para todos los demás reinos en todo el mundo, esto lo hacía uno de los reinos más poderosos. Los niños pequeños se quedaban en casa estudiando libros enormes y esperando un futuro en esas grandes y ruidosas fábricas. Los ancianos que ya no tenían fuerza para seguir trabajando, los enviaban a los asilos donde los podían visitar sus familiares solo una vez por año, ya que estaban muy ocupados trabajando y no los podían visitarlos seguido.Un mundo para recordar
Después de la cruel y destructora tercera guerra mundial, el mundo se dividió en reinos. Los más poderosos y grandes eran Napoline, el reino del metal, Telaburg, el reino del dinero, y Prontsville, el reino del petróleo; los demás reinos eran chicos y poco poderosos. Estos reinos no eran igual a los de los cuentos de hadas que hemos leído desde pequeños. Hablaremos de Telaburg; este era un reino gris y contaminado al igual que todos, lleno de personas trabajando día y noche como robots, vestidas con aburridos trajes negros y todas con un principal interés: el dinero. Las calles estaban llenas de coches atorados en el tráfico y sonando sus claxons, apurados siempre en llegar al trabajo. Todos los adultos que habitaban en Telaburg trabajaban en fábricas de billetes, haciendo papel e imprimiendo en ellos caras alguna vez conocidas, empacándolos y distribuyéndolos. El reino de Telaburg hacía billetes para todos los demás reinos en todo el mundo, esto lo hacía uno de los reinos más poderosos. Los niños pequeños se quedaban en casa estudiando libros enormes y esperando un futuro en esas grandes y ruidosas fábricas. Los ancianos que ya no tenían fuerza para seguir trabajando, los enviaban a los asilos donde los podían visitar sus familiares solo una vez por año, ya que estaban muy ocupados trabajando y no los podían visitarlos seguido.
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