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Urbanizacion


Enviado por   •  9 de Octubre de 2012  •  2.056 Palabras (9 Páginas)  •  395 Visitas

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LA URBANIZACION Y LAS CIUDADES ACTUALES

Estimulando la ilusión de su independencia y superioridad frente a la naturaleza. Los nuevos elementos de la urbanización como las murallas, las viviendas duraderas, el acueducto, las calles pavimentadas, el alcantarillado, además del sistema de los diques de irrigación y de los lagos artificiales, distanciaban el hombre de la naturaleza y dejaban claro su deseo de permanencia, concretizando su dominio sobre todo lo natural. Sin duda las ciudades contribuyeron para la seguridad física y la continuidad social del hombre.

La sustitución de la naturaleza por las ciudades y sus entornos artificiales se basaba en la ilusión del hombre en ser autosuficiente e independiente y la ilusión de la posibilidad de una continuidad física sin una renovación consciente.”Bajo el manto protector de la ciudad, aparentemente tan inmutable, dichas ilusiones animaron hábitos de depredación y parasitismo que llegaron a socavar las bases de toda la estructura social y económica, una vez asolado no sólo el paisaje circundante sino también el de regiones distantes”.

La urbanización actual comenzó en el Siglo XIX en los países de la 1° y 2° revolución industrial, siendo Londres, París y Nueva York las de mayor crecimiento, como ejemplo Nueva York a comienzos del siglo XX poseía una población igual a la de nuestro país actualmente, algo más de tres millones de habitantes, y en 1914 ya llegaba a 10 millones de habitantes. Estas ciudades crecieron por el éxodo rural que ocurrió hacia ellas, atraídos por las ventajas económicas de las mismas en lo laboral; así, miles de campesinos acudieron a ellas en busca de empleo, siendo éste y el crecimiento natural (elevada natalidad y baja mortalidad), los principales motores del crecimiento urbano. El espacio urbano pasa a ser promesa, promesa de una mejor vida, de anhelos que se pueden cumplir, de sueños para miles de personas. Según el español Andrés Precedo es en las ciudades donde se inician o terminan los más importantes procesos que afectan a la evolución de la sociedad.

De los estudios del ingeniero Cerdà a mediados del siglo XIX, surgió el término urbe, para designar de manera general los diferentes tipos de asentamientos humanos, y urbanismo, que son las acciones sobre esta urbe. La palabra urbanismo surgió para abordar una realidad con muchas disfunciones que necesitaba para sus soluciones un sentido interdisciplinario y la imaginación suficiente para crear y usar los instrumentos técnicos, económicos, legales y sociales para dar soporte a este concepto.

Tras la Revolución Industrial la situación empeoró muchísimo y la insalubridad urbana afectaba tanto a los pobres como a los ricos y poderosos, por lo que era objetivo común poner los medios necesarios para evitarla. Fueron definidas una serie de estándares mínimos exigibles de salubridad en las viviendas de la zona urbana, como condiciones mínimas de espacio, ventilación, iluminación, además de la ampliación de las redes infraestructuras urbanas que dotaron las casas de agua potable y de alcantarillado. Por supuesto, el hecho de mejorar los problemas de la zona urbana fue la causa de otro muy conocido, la valoración extrema del suelo. Así que el inconveniente fue trasladado a las zonas más alejadas, en las periferias de las ciudades, donde vivían aquellos que no eran capaces de pagar por las nuevas infraestructuras.

Esas megas ciudades son llamadas muchas veces de conurbaciones, que son un “conjunto de varios núcleos urbanos inicialmente independientes y contiguos por sus márgenes, que al crecer acaban formando una unidad funcional”. El término conurbación fue acuñado por Patrick Geddes (1915) para identificar las modernas megalópolis, subrayando el gigantismo sin forma que las diferencia de lo que antes se entendía por ciudades.

En la primera fase de urbanización de las ciudades, su tamaño dependía de la disponibilidad de suelo agrícola fértil y su capacidad de producir. Era caracterizada por una economía equilibrada y el sistema de cooperación. La segunda fase empezó con el desarrollo de los medios de transporte y la capacidad de comunicación entre zonas lejanas, lo que, como hemos visto, permitió un crecimiento tanto demográfico cuanto territorial de las ciudades y alejó definitivamente el hombre de la naturaleza. La tercera fase - la que vivimos hoy - comenzó en el siglo XIX, y desde entonces viene demostrando toda su complejidad y extensión. En las dos primares fases la economía estaba basada principalmente en la agricultura, situación que cambió radicalmente en los tres últimos siglos debido a una serie de cambios liderados por la Revolución Industrial.

La población mundial se ha multiplicado en los últimos siglos, acompañada por profundos cambios tecnológicos que transformaron la tradicional “edad de herramientas” en la “edad de las máquinas” o en la actual “edad de la tecnología de la información”, cambiando el hombre rural por un hombre urbano. El desarrollo técnico y el crecimiento demográfico han actuado desde el siglo XVI, cuando los avances en las navegaciones permitieron la explotación de tierras vírgenes aún desconocidas por los europeos y la colonización de las Américas. Hasta entonces, los asentamientos se ubicaban cerca de las corrientes de agua, aprovechables energéticamente para las industrias y la agricultura. Después del advenimiento del ferrocarril, las industrias buscaban su localización de acuerdo con la mano de obra disponible. Los límites de una ciudad sólo terminaban cuando se deparaba con otra en la misma situación. Un crecimiento automático, descontrolado y sin reglamentos, originado por la mejoría en los sistemas de transportes, que creó grandes masas urbanizadas y con una alta densidad demográfica distintas de cualquier otra ciudad del pasado.

“La extensión de la conurbación industrial no sólo conlleva la obliteración del entorno natural como soporte de la vida, sino que, de hecho, crea, como sustituto, un medio indiscutiblemente antiorgánico; incluso allí donde el suelo se conserva desocupado, en los intersticios de este desarrollo urbano, éste pierde progresivamente su capacidad para soportar actividades agrícolas o de esparcimiento”. El surgimiento del automóvil ha facilitado el aparecimiento de los suburbios, donde en principio se escapaban las clases más ricas de la sociedad en búsqueda de aire fresco, jardines, luz natural y acceso al campo abierto. Luego el bajo coste del suelo suburbano atrajo la atención del gobierno para la construcción de barrios obreros. Los barrios suburbanos no estaban restringidos al uso domestico y debido a la demanda de grandes superficies de terreno, muchas industrias e incluso aeropuertos han ocupado una parcela en estas zonas. Así el

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