VIAJE A LA SEMILLA (Alejo Carpentier) Capítulo I
Enviado por Javier Ardila • 11 de Abril de 2017 • Ensayo • 1.758 Palabras (8 Páginas) • 912 Visitas
Anderson Javier Ardila Sierra
VIAJE A LA SEMILLA
(Alejo Carpentier)
Capítulo I
La historia inicia con la participación de un viejo que estaba fisgoneando la demolición de una casa, una casa antigua muy lujosa y con muchos adornos, la estatua de Ceres con la nariz rota y que llevaba una vestidura suelta y sin mangas que usaban en la antigua Grecia observaba junto al viejo a los trabajadores realizando la demolición. Caían las tejas, se deprendían las piedras de mampostería, cornisas, guirnaldas, dentículos, astrágalos se podían ahora evidenciar.
El viejo se sentó a observar este trágico suceso, al pasar las cinco solo quedaron unas escaleras para los trabajadores continuar el día siguiente, se sintió un fresco y se presenció el crepúsculo de atardecer. En ese momento se podía dimensionar todo lo que ya habían destruido y lo poco que quedaba en pie.
Capitulo II
Entonces el viejo que no se había movido empezó a observar como todo volvía a su lugar, es decir se estaba reconstruyendo la casa, haciéndola más reluciente y pudorosa, dándole vida a todo el lugar.
El viejo introdujo la llave en la puerta y entro a la casa la cual en ese momento estaba vacía, abrió ventanas y entonces se empezó a oír a la familia y gentes vestida de negro, las cuales venían a un velorio, el velorio de Don Marcial, el Marqués de Capellanía, quien estaba acompañado de 5 cirios ya derretidos.
Capitulo III
Los cirios se reconstruyeron y la monja los apago, la casa se vacío y los carruajes en los que venían al velorio partieron de vuelta a casa, Don Marcial había resucitado.
Las cosas terminaban de colocarse en su lugar, el doctor hizo un gesto extraño y don Marcial de ipso facto mejoro, durmió una horas. Al despertar una mira de negra y cejuda del padre Anastasio quien momentos antes lo había confesado, pero no fue una confesión sincera, hubo cosas que Don Marcial omitió por pena.
El Marques se encontró en su cama junto a una bella dama desnuda, que llevaba consigo ropa de la alta alcurnia, perfume y bien arreglada; abajo en el coche en el asiento había una bolsa de monedas que don marcial le había concedido por sus servicios profesionales.
Don Marcial no se sentía bien, se alisto y bajo el despacho lo esperaban hombres de justicia, abogados e interesados para la venta de la casa, él se desilusionaba al saber que todo lo perdería al compás del mejor postor .Su firma lo había traicionado, y atado por ella debía atenerse a las consecuencias, ya eran las seis de la tarde.
Capitulo IV (Hipertexto - En la tiniebla (Half Light) Dirigida por Craig Rosenberg
Transcurrieron meses de luto por la muerte de la marquesa y su dolor cada vez era mayor, él pensaba en traer a una mujer para satisfacer su deseos carnales a su aposento iba a ser la solución, pero esas ideas se derrumbaron con conciencia, Cierta noche don Marcial se castigaba con una correa, sacándose sangre, sintiendo placer pero de poca duración.
La marquesa volvía de una tarde de su paseo a causa de una fuerte lluvia y una de sus esclavas le dice “Desconfía de los ríos, niña; desconfía de lo que corre”. La esclava predijo su muerte.
Reaparecieron muchos parientes, amigos. Las grietas se cerraban, las palmas se volvían más jóvenes; Don Marcial salía muy contento a pasear con la que sería en un futuro la Marquesa, se borraban las consecuencias de la edad y se hacían más jóvenes los dos. Un día la casa olía a pintura fresca, estaba remodelando el marqués.
Capítulo V
Los rumores eran sinceros, todo estaba volviendo en tiempo atrás, en la oscuridad los dos notaron que ellos apenas conocidos eran entonces la Marquesa se marchó en su carruaje y la casa se vistió de fiesta para distraerse un poco. Después de un amanecer largo y sin resentimientos se despidieron ambos se despidieron y regresaron a la ciudad.
La marquesa cambio su vestido de viaje por el de novia y fueron a la iglesia a recobrar la libertad. Se regresaban los presentes a todos aquellos que los dieron y celebraban el divorcio, regresando cada uno a su casa.
Don marcial y María de las Mercedes se continuaban viendo, estaban comprometidos, hasta el día en que los anillos de compromiso fueron desgravados. Comenzó para Marcial una vida nueva, la Ceres fue sustituida por Venus, la situación sentimental ahora es otra.
Capítulo VI
Una noche luego de beber sin descanso, marcial tuvo la sensación de que los relojes iban en sentido anti horario, el tiempo estaba retrocediendo.
La justicia ya no tenía relevancia en la vida de él, su amigos acompañados de vino celebraron tocando canciones. Una gran fiesta se armó, marcial era menor de edad, su firma ya no tenía un valor legal.
Y comenzó un baile impropio de señoritas, haciendo cosas que no son normalmente permitidas, luego un juego de la gallina ciega y escondidas los esperaba. Luego de eso la gente regresaba a casa.
Capitulo VII
Las visitas de don Abundio, el notario y albacea de la familia, el encargado de hacer cumplir los últimos deseos del difunto y custodiar los bienes de la familia, despertándolo antes de tiempo, al fin quedo con una pensión razonable, fue entonces cuando el decidió ingresar al seminario de san Carlos.
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