Variación genética en el gen del receptor de vasopresina

Variación genética en el gen del receptor de vasopresina 1a

(AVPR1A)

        La hormona antidiurética (HAD o por sus siglas en inglés ADH), también conocida como arginina vasopresina (AVP), es una hormona producida en el hipotálamo y que se almacena y libera a través de la neurohipófisis.

        Primero quiero establecer unos conceptos, una hormona es una biomolécula que permite la neurotransmisión de una neurona hacia otra neurona efectora teniendo un efecto de forma local en las estructuras del sistema nervioso autónomo. Y una hormona es un mensajero químico que sistémico que da origen a respuestas fisiológicas. En este caso vamos a hablar de una neurohormona, esto quiere decir que va a cumplir la función de los dos mensajeros descritos anteriormente.

        La hormona arginina vasopresina tendrá 3 receptores en específico; AVPR1A, AVPR2, AVPR3. Y nosotros nos enfocaremos al receptor AVPR1 ya que parece desempeñar un papel importante en la monogamia de las especies.

Un grupo de investigadores del Instituto Karolinska de Suecia se propuso estudiar los efectos de su actividad entre los humanos. Para ello escogieron 552 pares de gemelos que llevaban más de cinco años conviviendo con sus parejas y estudiaron la calidad de su relación marital y su posible conexión con las distintas variantes personales que ese gen presentaba. El resultado son  algunas variantes genéticas halladas en la región 5´ de ese gen y ciertas alteraciones en la aptitud para la vida en pareja de los hombres pero esto resulta en otro hallazgo no predicho anteriormente ya que se detectó que esta relación no se confirmaba en las mujeres.

Entonces se comprobó que los portadores del alelo 334, presente en el 40 % de los sujetos estudiados, eran más alejados al matrimonio, más dados a romperlo, más propensos a la infidelidad y sus relaciones solían conllevar un menor grado de satisfacción de sus parejas.  Este resultado se hizo aún más evidente cuando llevaban dos copias de ese alelo, algo que solo ocurría en el 3,45 % de los casos, ya que se reflejaba un aumento en las personas que tenían una relación libre es decir, que vivían juntos sin casarse, o también en aquellos que habían presentado problemas matrimoniales durante el último año.

Aunque se ha puesto una gran atención en el comportamiento inducido por la presencia del alelo 334, hasta el punto de relacionarlo directamente con la infidelidad esto no se traduce a la existencia de un gen que empuje hacia la infidelidad si no la de un gen que propicie la vida en pareja y que al presentar el alelo 334 se vuelve menoss activo.

Entonces, ¿Gen de la infidelidad? Más bien del amor. Ya que  según esta investigación podría encontrarse dentro de los genes que nos integran como materia viviente y funcional la presencia de un gen que nos predispondría hacia la vida en pareja, la convivencia entre personas y la cercanía que se tiene con la familia.

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