Virus Del Ebola
Enviado por qc13 • 4 de Febrero de 2014 • 8.496 Palabras (34 Páginas) • 631 Visitas
EL VIRUS DEL ÉBOLA
CAPITULO I.
“EL PROBLEMA”
“LOS VIRUS”
EL ÉBOLA
Enfermedades virales emergentes: ¿nuevos virus?, ¿antiguos agentes patógenos que sólo ahora han sido identificados?
En los últimos tiempos se han identificado muchos virus hasta entonces desconocidos. Si bien algunos no parecen afectar a seres humanos o animales, habitualmente la identificación de un virus nuevo–o virus emergente– ha sido consecuencia de la aparición de determinada enfermedad. Sin embargo, no todas las enfermedades virales emergentes son nuevas, pues algunas han afectado de modo considerable a la sociedad a lo largo de la historia, pero sólo en épocas recientes el avance científico permitió asociar una dolencia con su virus. En la tabla 1 se dan ejemplos de enfermedades virales que, seguramente, resultarán familiares para el lector. Algunas aparecieron hace siglos, fueron en parte controladas y han vuelto a emerger; estas últimas –entre las que se cuentan la fiebre amarilla, el dengue y la influenza– se designan, de manera más apropiada, reemergentes.
La primera descripción de la fiebre amarilla se encontró en un manuscrito maya del siglo XVII; en los albores del siglo XX, se demostró por primera vez que un agente filtrable (véase el recuadro ‘Los virus y su identificación’), transmitido por un mosquito –denominado vector–, causaba la enfermedad. Es muy probable que, en sus orígenes, la fiebre amarilla haya estado confinada a las selvas tropicales, donde tenía lugar un ciclo de infección por el que el mosquito, después de alimentarse con la sangre de monos infectados, transmitía el virus al picar a otros monos. El hombre pudo haber enfermado de fiebre amarilla cuando, circunstancialmente, se interpuso en este ciclo natural y fue picado por un mosquito infectado. Así, la fiebre amarilla habría sido, en sus comienzos, una zoonosis, término con el que se designa a las infecciones de animales que son transmitidas al hombre. Se cree que el tráfico de esclavos y el comercio marítimo contribuyeron a diseminar el virus causante de esta enfermedad –así como uno de sus vectores, el mosquito Aëdes aegypti– desde el África a otras áreas tropicales. El Aëdes aegypti se adapta bien a las ciudades, lo que determinó la aparición de epidemias de fiebre amarilla urbana. Se creó así un nuevo ciclo de infección, por transmisión interhumana realizada por mosquitos infectados.
El dengue fue descripto por primera vez a fines del siglo XVIII; como la fiebre amarilla, se caracteriza por ciclos de infección en los que intervienen, el hombre, los mosquitos y otros animales. Se expandió enormemente durante la segunda guerra mundial, como consecuencia del acantonamiento de tropas con individuos infectados en zonas del Pacífico y Asia. Actualmente se infectan unos 80 millones de personas por año en las áreas tropicales; se calcula que otros 2000 millones corren el riesgo de contraer la enfermedad. Los virus causantes del dengue son transmitidos por el mismo mosquito que propaga la fiebre amarilla. En los años ochenta, un nuevo vector, el Aëdes albopictus, llegó al África y las Américas desde Asia, su lugar de origen, en cubiertas viejas, importadas para ser recapadas, las que habían estado a la intemperie antes del embarque y tenían pequeñas acumulaciones de agua de lluvia, donde los mosquitos habían depositado huevos. En los Aëdes albopictus se han detectado recientemente virus autóctonos de América, por lo que no sería sorprendente que este mosquito pudiera contribuir a la emergencia de nuevas enfermedades.
Los ejemplos anteriores ilustran de qué forma la actividad humana –desplazamiento de poblaciones, guerras, urbanización, comercio– puede influir en que emerjan y reemerjan enfermedades virales. Si se tiene en cuenta que en los últimos cincuenta años hubo un marcado aumento de la población mundial y una enorme disminución del tiempo necesario para cubrir grandes distancias, y que la manipulación del ambiente por el hombre alcanzó niveles hasta ahora desconocidos, no es sorprendente que, en la segunda mitad del siglo XX, se haya acelerado la aparición de nuevas enfermedades virales.
TABLA 1
Algunas enfermedades asociadas con virus
ENFERMEDAD VIRUS FAMILIA
fiebre amarilla fiebre amarilla Flaviviridae
dengue dengue 1-4 Flaviviridae
influenza influenza (A) Orthomyxoviridae
hepatitis C hepatitis C Flaviviridae
sida HIV1 - HIV2 Retroviridae
fiebre de Ébola Ébola Filoviridae
fiebre de Lassa Lassa Arenaviridae
fiebres hemorrágicas:
de la Argentina Junín Arenaviridae
de Bolivia Machupo Arenaviridae
de Venezuela Guanarito Arenaviridae
de Brasil Sabia Arenaviridae
fiebre hemorrágica con síndrome renal varios del género hantavirus Bunyaviridae
síndrome pulmonar por hantavirus varios del género hantavirus Bunyaviridae
Las incluidas en este cuadro son sólo una fracción de las enfermedades virales emergentes y reemergentes que afectan a los seres humanos. Se indican además los virus asociados con cada enfermedad y la familia a la que pertenecen. Una familia es una agrupación de virus que comparten determinadas propiedades biológicas y moleculares; ciertas familias están subdivididas en géneros. Las familias y géneros pueden incluir virus patógenos y otros que no lo son. Se da el caso de virus casi idénticos que tienen un comportamiento muy diferente en cuanto a su patogenicidad. Aun cuando se conoce bastante bien la composición de la mayoría de los virus, se sabe muy poco por qué y cómo algunos de ellos producen enfermedades.
Con excepción de la influenza, el sida y la hepatitis C, las enfermedades del cuadro llevan el nombre genérico de fiebres hemorrágicas. Los individuos afectados por ellas presentan, en su inicio, cuadros similares: fiebre alta, dolores de cabeza y musculares y derrames superficiales de sangre. La evolución de la enfermedad está determinada por el tropismo de cada virus hacia los diferentes tejidos, y por la respuesta del huésped. Por ejemplo, en las fiebres hemorrágicas con síndrome renal y en el síndrome pulmonar por hantavirus predominan, respectivamente, complicaciones renales y pulmonares. En la fiebre hemorrágica argentina puede también resultar afectado el sistema nervioso central.
Una pregunta usual en discusiones sobre la aparición de nuevos virus se refiere a la importancia relativa de los cambios en el material genético de los virus, es decir, las mutaciones (véase el recuadro ‘Los virus y su identificación’), en contraposición con la transferencia de virus existentes a un nuevo hospedador –también
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