Vulcanologia

Geología

La geología se traza el gran objetivo de explicar el comportamiento de la Tierra, con todos los fenómenos que la caracterizan. Dicha ciencia se encuentra fundamentada en la Teoría de la Tectónica de placas descrita en el siglo pasado (siglo XX); una ciencia muy joven con respecto a las demás. Partiendo de la teoría de expansión del fondo oceánico propuesta hacía la mitad del siglo XX por Tuzo Wilson, que describía la creación del fondo oceánico en zonas de subducción, y la teoría de la deriva continental propuesta a principios del siglo XX por Alfred Wegener que pretendía explicar el hecho de que el contorno de los continentes encajaran unos con otros. Pero ambos modelos teóricos no explicaban en sí, los fenómenos de la superficie terrestre a cabalidad; llegando entonces la gran teoría, hacia los 50-60, que daría los fundamentos de peso a la geología moderna. La tectónica de placas se basa en la descripción del interior de la Tierra y el comportamiento de las capas que existen en esta, proponiendo un modelo dinámico en el que la litosfera se encuentra partida en varios pedazos, que a su vez se mueven constantemente unas con respecto a las otras. Todas las placas dependen de un constante ciclo del magma hacia la superficie terrestre, que luego hecho rocas, se dirigía de nuevo al interior de la tierra. Se logró entender un poco más el comportamiento de la Tierra, gracias a dicha teoría.

Dentro de los enigmas que emergieron de la tectónica de placas fueron unos puntos especiales, en donde existe la posible conexión con el mato de la tierra, y tal vez con el mismo núcleo. Dichos puntos de conexión son conocidos en la geología moderna como plumas de manto. Las plumas de manto comunican compuestos desde el mismo interior de la tierra. Lo que tendría grandes repercusiones en el curso de formación de la superficie terrestre. Así mismo, la geología se abre camino al estudio de esos posibles puntos y encontrar hasta qué punto pudo haber incidido las plumas de manto en el curso que ha tomado la tierra desde sus orígenes.

No es un hecho comprobado, la existencia de las plumas de manto. Sin embargo, suponiendo que las plumas de manto son un fenómeno netamente real y comprobado que caracteriza la Tierra, para mostrar la incidencia que ha tenido en la formación de la misma litosfera y biosfera, se deben estudiar las zonas conocidas como puntos calientes, en donde se precisa la existencia de las plumas. Entre los muchos puntos existentes se encuentra Hawái, un archipiélago situado en el cinturón de fuego del pacifico, característico por la gran actividad sísmica y volcánica. Dicho conjunto de islas., al parecer, se encuentra situado sobre una pluma de manto puesto que cada una de las porciones de tierra son de origen volcánico, es decir que los archipiélagos, en su mayoría, están compuestos de roca basáltica. En medio de la isla de Hawái se encuentra ubicado en el monte Kilauea el volcán más activo del mundo en donde es muy común observar las corrientes de lava que emanan del volcán formando un lago completo de lava; es peculiar la existencia de lava en tan alta cantidad sobre la superficie de la tierra por lo que lleva a suponer que estas islas están sobre una pluma de manto y es la punta la que se asuma en forma de volcán empujando el suelo oceánico y dando origen a cada una de las islas del archipiélago.

Por otra parte, un hecho más conciso que permite dar fe de la veracidad de las plumas de manto está ubicado en Islandia; en donde coincidencialmente se haya un borde transformante formado por la placa euroasiática y la placa americana. En tal país se encuentra uno de los volcanes más activos del mundo, y es el que supuestamente

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