Árbol del problema y árbol de objetivos

G.B.G.

¿Qué es y cómo se hace el árbol del problema?

En este informe se pretende conocer la técnica de investigación social denominada “árbol del problema”, ahondar en lo que es, cómo se hace y para qué sirve. Esta herramienta de planificación para proyectos también es conocida como análisis situacional o análisis del problema, ya que permite visualizar mediante una representación gráfica de orden específico el problema, las causas y efectos del mismo para en base a ello analizar la situación en busca de estructurar una solución.  

El árbol del problema como ya se mencionó es una herramienta de investigación que permite de forma gráfica organizar la información pertinente alrededor de un problema específico. Martínez y Fernández (s.f.) definen al árbol del problema como “una técnica participativa que ayuda a desarrollar ideas creativas para identificar el problema y organizar la información recolectada, generando un modelo de relaciones causales que lo explican.” Esta técnica es complementaria a la información base con la cual se identifican las causas y consecuencias en torno a un problema para a partir de él construir un árbol de objetivos con el cual se visualiza la forma de intervención que aplicará el proyecto. El árbol de objetivos es una técnica que se elabora a partir “del Árbol de Problemas y el diagnóstico. Es necesario revisar cada problema (negativo) y convertirlo en un objetivo (positivo) realista y deseable. Así, las causas se convierten en medios y los efectos en fines.” (Martínez et al., s.f.) El árbol de problemas y el árbol de objetivos tienen una estructura gráfica base igual con la diferencia de su propósito, a continuación se muestra mediante ilustración dicha estructura de ambas técnicas.

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En el árbol del problema se construye bajo un esquema de causa y efecto, los cuales responderán a un único problema, luego se verifican las consecuencias que haya generado dicho problema y la relación entre dichos efectos, posteriormente se procede a identificar las causas del problema en estudio y finalmente se organizará gráficamente en la estructura que dicta esta técnica. Cada uno de estos pasos tiene especificaciones para la viabilidad del proyecto, por ejemplo se selecciona un único problema real, el cual se presenta como una carencia de una población definida sin confundirlo con la falta de un servicio específico y redactándolo de forma clara.  Los efectos deben organizarse de los más inmediatos al problema hacia los más generales, con los cuales se justifica la necesidad de una intervención que dé solución al problema y por ellos se hace necesario la identificación de las causas del problema. Las causas se pueden encontrar con mayor facilidad al responder a la interrogante ¿por qué sucede tal efecto? Y así se puede ubicar la respuesta inmediatamente debajo paralela al bloque de consecuencia al que responde, además Martínez y Fernández (s.f.) comentan que es importante “identificar unas pocas grandes causas, que luego se van desagregando e interrelacionando” y agregan que “se deben identificar todas las causas, aun cuando algunas de ellas no sean modificables, deteniéndose en el nivel en que es posible modificarlas. Hay que recordar que lo que se persigue es elaborar un modelo causal para la formulación de un proyecto y no un marco teórico exhaustivo.”

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