Ética Profesional en la Contabilidad
Enviado por Diego Mendoza • 7 de Abril de 2017 • Ensayo • 2.561 Palabras (11 Páginas) • 253 Visitas
Ética Profesional en la Contabilidad
Autor: Diego Martin Mendoza Bedregal
La ética enfocada en el concepto del ejercicio profesional es una obligación que viene siendo bastante reclamada en los últimos tiempos. Todos los profesionales deben mostrar un alto grado de ética, pues interactúan directa o indirectamente con otros seres humanos. Sea el caso de un contador, un abogado, un médico, un ingeniero o un profesor, todos ellos y todos los profesionales en general deben tratar en algún momento del desempeño de sus funciones con otras personas.
En este sentido, la ética dentro de cada profesión, depende del trato concreto que pueda tener cada profesional sus potenciales clientes o colegas, y de las situaciones particulares que se le presenten en el ejercicio de su profesión. Los valores morales que se le pueden exigir a un médico, pueden ser mucho más estrictos que los que se requieren con un profesional en informática, debido a la inter relación que tendrá cada uno con el resto de seres humanos. Sin embargo, todos ellos deben contar dentro de sus valores, con la ética.
Para entender un poco más acerca de la ética en la contabilidad revisaremos lo enunciado por Ramon Rufner, G. (2004) que nos indica, en primer lugar, que ética deriva de la unión del vocablo griego ethos, que se refiere a hábitos, costumbres o carácter usual de las personas, y del latín mores, referido a costumbres. Por lo tanto, se define ética como “la disciplina filosófica que se ocupa del estudio, la regulación, la fundamentación y la orientación de la conducta humana desde el punto de vista del bien o el mal” (p. 35). Para englobar el concepto, señalamos lo indicado por Alatrista Gironzini, M. (2014), quien nos dice que “La ética profesional es reconocida como la ciencia normativa que estudia los deberes y los derechos de los profesionales en el cumplimiento de sus actividades Profesionales” (p. 08).
Enfocándonos en el caso de la contabilidad, sabemos que el contador es un profesional entrenado y capacitado en ayudar a las empresas y/o empresarios en la toma de decisiones, y principalmente en el manejo adecuado de recursos económicos y financieros. Estas empresas son parte del desarrollo económico de un país, por ende, son actores de la vida económica del mismo y de cada uno de sus habitantes. El mal ejercicio de sus funciones, no termina con los problemas económicos que presentara dicha empresa, sino va mas allá, al involucrar a todos los trabajadores que dependen directa o indirectamente de esta, así como a todas las redes de negocios que podían tener un vínculo con la misma.
Para entender más adecuadamente la importancia de este concepto, podemos revisar lo citado por Horngren, C., Sundem, G y Stratton, W. (2006) que nos indican por ejemplo, que al hacer la compra de un bien tal como un vehículo, es fácil observar los aspectos de calidad de este, y puede ser muy sencillo para un posible comprador, determinar si algo está mal con el mismo; no depende de lo que pueda decir o indicar el vendedor. En el caso de la información contable no es la misma situación, la calidad de esta no puede verse, lo que puede generar que a lo largo de muchos años se haga pasar desapercibidos aspectos fundamentales, y que cuando se quiera hacer algo al respecto, sea demasiado tarde; tal como sucedió con empresas como ENRON, WORLDCOM, TYCO, etc.
El principal documento utilizado para medir y estipular los principios éticos que rigen la normativa en el ámbito de la contabilidad a nivel internacional, es el “Código de Ética para Profesionales de la Contabilidad” (“Code of Ethics for Professional Accountants”), International Ethics Standards Board of Accountants (IESBA), IFAC, (2005). Este código será nuestra principal herramienta de análisis y revisión para poder medir cada uno de los aspectos involucrados en el actuar profesional de un buen contador. Al haber sido realizado por la Federación Internacional de Contadores – IFAC, tiene un alcance global, y nos permite enfocar este problema no solo en nuestro país, sino en todo el mundo.
En nuestro país, el último documento realizado por la Junta de Decanos de Colegios de Contadores Públicos del Perú, es el “Código de Ética Profesional del Contador Público Colegiado del Perú” (2007), al cual se le han incorporado los 5 principios fundamentales enunciados por la IFAC, y que actualmente es el documento oficial que rige la ética en la contabilidad de nuestro país, y que consta de 1 Título Preliminar, 5 Títulos, 11 Capítulos, 4 Subcapítulos, 59 Artículos, 3 Disposiciones Finales y 1 Disposici Transitoria.
Antes de empezar a analizar cada uno de los principios fundamentales considerados en estos documentos, recordemos lo indicado por Melé, D. (2005), quien enfoca la ética en la contabilidad como una suma de tres aspectos fundamentales, y que deben ser llevados a la par, que son, las normas, los valores y las virtudes. El punto principal que se esgrime para realizar esta aseveración es que generalmente, las reglas, los principios y las virtudes de los contadores, se encuentran segmentadas, y por lo general, muy pocos autores consideran como un papel relevante, el carácter del contador. Bajo este enfoque, no solo es importante que los contadores conozcan las normas y principios adecuados para el ejercicio de su profesión, así como la adecuada utilización de los mismos, es también importante una adecuada cultura de valores que se dan a lo largo de su vida y también de virtudes, que en opinión del autor, deberían ser fomentadas y alentadas.
Cuando rememoramos lo sucedido con la ética en la contabilidad a lo largo del tiempo, podemos ver, tal como lo indican Horngren, C., Sundem, G y Stratton, W. (2006) que hasta inicios del siglo XXI, la percepción general de la gente hacia la integridad moral de los contadores era buena, confiando en que estos tenían estándares éticos elevados. Pero a partir de escándalos financieros ocurridos entre 2001 y 2002, esta confianza de la gente se derrumbó, y la contabilidad tiene ahora la necesidad de volver a construir una reputación, que cuando cae, lo hace muy rápido, pero para poder volver a forjarla, lo hace con lentitud y requiere mucho esfuerzo. Un punto interesante a analizar en estos escándalos ocurridos, es que la mayoría de veces, los contadores no participaron en actividades fraudulentas, más si entregaron información equivocada a un grupo de gente que confiaba en ellos, ocultando o dejando de cuestionar cosas que sabían o debían haber sabido, es decir, no corrigieron la información falsa o confusa, y por tanto esta información no era confiable, lo que es un principio y un deber principal de los contadores.
Estando ahora en la posición de estudiantes, es fácil caer en el simplismo de cuestionar estos actos, pero también es cierto que existen encuestas que indican que si bien es alta la preocupación o malestar expresados por estudiantes respecto al nivel ético de los ejecutivos empresariales, también es alto el número de los mismos que admite que copia en un examen. Si bien es cierto que existen grandes diferencias en cuanto a las implicancias que originen los actos en mención, también es cierto que estas pequeñas muestras van formando un carácter o habito en estos futuros profesionales.
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