De víctimas a criminales: “la justicia que falla a las mujeres en el Perú”

[pic 1]          Ciudadanía y Reflexión Ética

[pic 2]

[pic 3]

FACULTAD DE NEGOCIOS

ESCUELA PROFESIONAL DE CONTABILIDAD

CIUDADANIA Y REFLEXIÓN ÉTICA

SEMANA 04: TAREA ACADEMICA 01

ENSAYO CASO ROSARIO HUAYANGA

INTEGRANTES – GRUPO 11

DOCENTE

Mg. Maritza Pilar Vilca Maldonado

UTP - PERÚ
2023

De víctimas a criminales: “la justicia que falla a las mujeres en el Perú”

La violencia doméstica es un problema global que afecta a millones de mujeres en todo el mundo. Se define como un patrón de comportamiento violento o coercitivo por parte de una pareja íntima o expareja, que puede incluir abuso físico, sexual, psicológico y financiero. Según la Organización Mundial de la Salud informa que una de cada tres mujeres en todo el mundo ha experimentado violencia física o sexual en algún momento de su vida. En muchos casos, las mujeres que son víctimas de violencia doméstica se ven obligadas a defenderse para protegerse a sí mismas y a sus hijos. Sin embargo, en muchos países, incluyendo Perú, la ley no reconoce la defensa propia como una justificación para el uso de la fuerza. Esto significa que, en lugar de ser vistas como víctimas que se defienden, las mujeres que deciden defenderse en situaciones de violencia doméstica son a menudo consideradas como criminales y llevadas a la cárcel. Según informes de los medios de comunicación, Rosario Huayanca fue arrestada en enero de 2019 después de apuñalar a su pareja en defensa propia. Ella había denunciado con anterioridad a su pareja por violencia doméstica, pero no se había tomado ninguna medida para protegerla. Huayanca argumentó que había actuado en defensa propia después de que su pareja la había atacado y que no tenía intención de matarlo. En este contexto ¿es justificable que las mujeres se defiendan utilizando la violencia física en casos de violencia doméstica?, aunque la violencia física nunca es una solución ideal, las mujeres que sufren violencia doméstica tienen derecho a defenderse y protegerse a sí mismas y a sus hijos. La defensa propia en estos casos es una respuesta natural y humana ante una situación de peligro y puede ser necesaria para salvar vidas. Sin embargo, en nuestro país estamos lejos de que esto suceda, la mujer no tiene derecho a defenderse y si lo hace automáticamente pasa de victima a victimaria. En los siguientes párrafos se argumentará la postura de nuestra tesis.

La criminalización de las mujeres que se defienden de la violencia de género es un problema grave en Perú. Según un informe del Observatorio de la Criminalización del año 2021, muchas mujeres son encarceladas por defenderse, en lugar de recibir protección por parte del sistema judicial. Las barreras significativas que enfrentan las mujeres al buscar justicia por violencia de género en el país incluyen la falta de recursos y el sesgo de género en el sistema judicial. A menudo, las mujeres que intentan buscar ayuda son ignoradas, ridiculizadas o revictimizadas por la policía, los jueces y los fiscales. La falta de capacitación y sensibilización de los profesionales del sistema de justicia también contribuye a la criminalización de las mujeres. Las mujeres encarceladas por defenderse enfrentan condiciones de vida extremadamente difíciles y son estigmatizadas por la sociedad. Además, la criminalización puede perpetuar la violencia de género, ya que las mujeres pueden sentir que no tienen otra opción que sufrir en silencio o huir en lugar de buscar justicia.

El sistema judicial peruano ha sido criticado por criminalizar a las mujeres que se defienden de la violencia doméstica, en lugar de protegerlas. Este enfoque pone en peligro la seguridad de las mujeres y puede resultar en una mayor victimización, así como en la perpetuación de la violencia de género (Flores, 2019).

Esto se confirma ya que en el Perú las mujeres enfrentan barreras significativas al buscar justicia por violencia de género, incluyendo la falta de recursos y el sesgo de género en el sistema judicial. Esto ha llevado a muchas mujeres a ser criminalizadas por defenderse, en lugar de ser protegidas por la ley.

Rosario Huayanca, una mujer de la región de Ica que fue arrestada y encarcelada después de apuñalar a su esposo abusivo en defensa propia. A pesar de que Huayanca había sufrido años de abuso y había intentado denunciar a su esposo en varias ocasiones, la policía no tomó en serio sus denuncias y, en cambio, la acusó de intento de homicidio. Desafortunadamente, el caso de Huayanca no es único. En todo el mundo, las mujeres que se defienden de sus agresores pueden ser criminalizadas y encarceladas, incluso si están actuando en defensa propia. Esto es especialmente común en países donde las mujeres tienen pocos derechos y la violencia doméstica es vista como un asunto privado.

Es importante destacar que la defensa propia es una respuesta natural y humana ante una situación de peligro y que las mujeres tienen derecho a protegerse a sí mismas y a sus hijos. Sin embargo, es fundamental fomentar alternativas no violentas, como la denuncia y la protección policial, y proporcionar los recursos necesarios para ayudar a las mujeres a escapar de situaciones de violencia doméstica. En tal sentido es necesario destacar la necesidad de implementar programas de prevención y educación para evitar la violencia de género y promover la igualdad de género. Estos programas deberían ser impartidos en las escuelas, universidades y comunidades locales, y deberían incluir temas como el consentimiento, la importancia del respeto a los derechos humanos de todas las personas, la igualdad de género y la no violencia. También es importante que se establezcan mecanismos de protección para las mujeres que son víctimas de violencia de género y que se garantice su acceso a la justicia y a servicios de apoyo. Se debe asegurar que las mujeres tengan acceso a servicios de atención médica, asesoramiento jurídico y psicológico, así como a refugios para mujeres y niños que necesitan un lugar seguro para escapar de la violencia doméstica. Por último, es fundamental que se promueva un cambio cultural que fomente la igualdad de género y respete los derechos humanos de todas las personas. Esto implica la necesidad de desafiar las normas culturales y sociales que permiten y perpetúan la violencia de género, así como la necesidad de promover una cultura de respeto mutuo, igualdad de género y no violencia.

...