Derechos humanos. Principio pro persona

Principio pro persona

El principio pro homine o principio pro persona puede definirse como el recurso que es utilizado por un juez o autoridad cuando tiene que elegir que norma aplicar a un determinado caso, debe acudir a la norma más amplia o la interpretación más extensiva y restrictivamente las que los limitan o restringen, debe elegir la que más le favorezca al ciudadano, no importa si se trata de la constitución, un tratado o una ley. Es así como los derechos humanos no se encuentran limitados a lo que dice en la constitución, sino que también incluye a todos aquellos derechos que figuran los tratados internacionales ratificados por el Estado mexicano.

El principio pro persona fue integrada en nuestro ordenamiento jurídico a través de la Reforma Constitucional en materia de Derechos Humanos, publicada el 10 de junio de 2011. Este principio quedó plasmado en el segundo párrafo del artículo 1º de la Constitución:

“Las normas relativas a los derechos humanos se interpretarán de conformidad con esta Constitución y con los tratados internacionales de la materia favoreciendo en todo tiempo a las personas la protección más amplia”.

Principio de constitucionalidad

Es un principio que obedece a los lineamientos de nuestro orden jurídico, las normas, valores, principios y derechos, basa su existencia en una norma suprema, la constitución está sobre todas las demás normas del sistema toda ley y todo acto judicial o ejecutivo tienen que encontrar su fundamento de validez en la norma suprema. Se basa en la constitución.

Principio de convencionalidad

El principio o control de convencionalidad es una herramienta que permite a los estados concretar la obligación de garantizar los derechos humanos de manera eficaz en el ámbito interno a través de la verificación de las normas. Se basa solo en tratados internacionales

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