Estrategias jurídicas para la Prevención del acoso escolar

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Planteamiento del Problema.

Capitulo I.

Las estrategias jurídicas para la erradicación de la violencia escolar entendiendo la necesidad de iniciar una investigación a dicha problemática y a su vez evitar que se incremente en sus infinitas formas. En principio busca propugnar el bienestar integral de las y los estudiantes que se convierten en víctima del acoso escolar en los primeros semestre del año, que expuesto de forma reiterada a lo largo del proceso de enseñanza y aprendizaje por las practicas negativas llevada a cabo por otros estudiantes de niveles más avanzados que causan daños e incomodidad social de grandes consecuencias psicológicas y físicas en el nuevo paradigma educativo.

Desde esta perspectiva, este trabajo de investigación basado en las orientaciones que se fundamentan en las normas y leyes jurídicas que rigen las conductas humanas de la vida en sociedad y en razón de las variable; creando las condiciones necesarias para su desarrollo social y espiritual procurando la orientación para la responsabilidad, la igualdad, familia–institución, padres y representantes, educadores, pedagogos, psicólogos, orientadores e investigadores interesados en el tema que nos permita desarrollar libremente su personalidad, dirigirse nuestro destino, disfrutar de nuestros derechos humanos y buscar la mayor suma de felicidad por una sociedad libre de violencia que sea contraria a las conductas inadecuadas por parte de algunos actores que llevan la semilla de la violencia que germina donde cae por incapaces de controlar sus impulsos.

Castillos M. (Editora Alma Mater Magisterio 2004). En términos generales afirma, que un problema cualquiera que sea surge cuando existe el deseo de transformar el estado de las cosas por otro. Bien sea por conocimiento o desconocimiento sobre algo que se ha hecho particular y, que de los resultados que se obtengan permita dar las recomendaciones posibles que demanda un pensamiento, una acción para la creatividad y los cambios necesarios que influyan de manera favorable en un futuro no muy lejano sobre el comportamiento de las y los autores que implementan el acoso escolar dentro y fuera de las instituciones educativas.

Desde la antigüedad la violencia escolar estaba implícita en el método educativo partiendo de la creencia de que las letras entran con la violencia física, concepción muy errada, que nace en la edad media, que guiaba los procesos educativos, en la familia de aquellos tiempos, que eran necesarias para educar al niño, maestros que empleaban el azote palmadas, jalón de oreja, jalón de cabello, pellizco entre otros, correctores encargados de suministrar golpes a estudiantes con conductas inadecuadas.

Cabe resaltar que la violencia está asociada a la existencia de grupos con diferencias en términos de poder y estatus, basada en antecedentes históricos, culturales (raza, genero, nivel socio-económico) la cual se especula de grupos que han aprendido dentro del contexto socio cultural relacionado, con otras culturas, que conceptualizan la construcción de una masculinidad hegemónica en adolescentes que no presentan cualidades típicamente adscritas a dicha masculinidad, pero que comparan, la concepción que guiaba los procesos educativos de aquellos tiempos con estos tiempos actuales.

Ante lo expuesto la escuela es el escenario donde se aprende a convivir entre diverso géneros con diversas personalidades, y por esto, es el lugar donde más resalta esta problemática, pero no es el único escenario donde se manifiesta este fenómeno social. La persona que ejerce el bullying lo hace para imponer su dominio sobre otros a través de constante amenazas, insultos, agresiones o relaciones, y así tenerlo bajo su completo poder a lo largo del año escolar. La victima sufre callada en la mayoría de los casos. El maltrato intimidatorio le hace sentir dolor, angustia, miedo, hasta tal punto, que algunos casos, pueden llevarse a consecuencias devastadoras como el suicidio.

        De la misma manera existe un consenso que la violencia implícita en el proceso de enseñanza y aprendizaje se inicia con una nueva concepción que va desde la infancia y culmina en la adolescencia y que este problema debe ser abordado por los sectores de la educación y la salud pública, dada la repercusión que tienen en ambos sectores; el primero por todo lo que significa el sector educacional y en el segundo por la importancia que tiene sobre la salud física y psicológica con la debida atención que se requiere. En esto se enfoca la presente investigación en las estrategias jurídicas para erradicar el bullying como un concepto de prevencia mediática y, por lo mismo, de muy poca claridad sobre lo que significa.

        El bullying tiene como actores a sus propios alumnos mediante acciones que son repetitivas y que rompe la simetría que debe existir en la convivencia entre iguales generando un proceso de victimización entre en quien el sujeto de violencia interpersonal. Ortega Smith (ctd en Valdez 2008) descubrieron que los estudiantes se ven envueltos en problemas de maltrato cuando existe en las instituciones educativas cuando estudiantes de diversas personalidades con creencias y comportamientos sociales produciéndose un cruce de conductas y la exteriorización de hábitos negativos. La agresión es una conducta muy compleja y pluridimensional que desde lo micro a lo macro, se produce en todos los sectores y clases sociales esta presencia en ambos géneros cuya génesis es múltiple y sus secuelas diversas. La presentación más sutil del bullying se exterioriza a través del acoso directo e indirecto. El acoso directo (hace referencia a los ataques relativamente abierto hacia la victima), y el acoso indirecto es un modo de aislamiento social de exclusión y promulgación de rumores con el objetivo de desprestigiar, según Sthephard, Ordoñez y Rodríguez  (2012); la violencia escolar es uno de los mayores causas de violación de los derechos humanos, y que representa un obstáculo que detiene el desarrollo intelectual.

        En algunos países de Europa, Estados Unidos, Canadá, Japón, Nueva Zelanda y otros más, han aceptado el bullying como la denominación consensuada internacionalmente, mientras que en países latinoamericanos no existe, aun un nombre consensuado, de tal manera ya ha utilizado términos diferentes en cada país. En Chile se habla de “matonaje”, en Argentina manejan el término “patoterismo” en Venezuela, Ecuador se utiliza tanto la designación internacional “bullying” como “acoso escolar” al referirse al maltrato escolar. Sin embargo la prevalencia del maltrato entre iguales es muy similar en diferentes países independiente de su cultura y sistema educativo.

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