Política Fiscal y el empleo

Política Fiscal y el empleo

Para Clerck y Wickens (2015), la política fiscal es el uso del nivel y composición de los ingresos y gastos del sector público para alcanzar objetivos de interés nacional, tales como la estabilización de la economía, la reasignación de recursos y la redistribución del ingreso nacional.

En palabras más llanas, se refiere a cómo el gobierno utiliza los ingresos y gastos del sector público para lograr objetivos de interés nacional.

Para lograr estos objetivos, el gobierno puede implementar diversas medidas, como ajustar las tasas impositivas, lo que directamente afectaría a los hogares y empresas privadas, influenciando así la demanda agregada de bienes y servicios. Además, el gobierno puede ejecutar el presupuesto público para implementar programas o planes en diferentes sectores de la sociedad, generando un impacto significativo en la economía.

En relación al gasto público, una forma de fomentar el empleo directo es mediante inversiones en la mejora o ampliación de servicios públicos. Asimismo, al establecer relaciones contractuales con personas naturales o jurídicas para implementar estos planes o programas, se puede inducir efectos indirectos en la creación de empleo, ya que el impulso inicial se propaga a través de la actividad económica, aumentando la demanda agregada y mejorando la capacidad productiva en distintos sectores económicos. De este modo, se fomenta la unión entre sectores, lo que impulsa aún más el crecimiento económico.

Es importante mencionar que la política fiscal puede afectar los niveles de empleo de la economía de diversas maneras. Existen estudios que abordan este tema desde enfoques teóricos y empíricos. En el caso específico de Perú, la evidencia empírica internacional sugiere que la política fiscal puede fomentar la creación de empleo en el país. Por ejemplo, el estudio "The Fiscal Policy and Employment in Peru" utiliza un modelo estructural de vectores autorregresivos (SVAR) y la Ley de Okun para identificar los impactos de la política fiscal en el empleo. Los resultados indican que un aumento del gasto público se asocia con un incremento del PBI y el empleo, llegando a generar hasta 78 empleos por cada millón de soles invertidos.

Entonces, se puede concluir que, la política fiscal puede influir en el empleo de varias formas. Por un lado, puede propiciar condiciones macroeconómicas que estimulen la actividad económica y los mercados laborales. Por ejemplo, una reducción del déficit fiscal puede tener efectos negativos o positivos sobre el empleo, dependiendo de cómo se diseñe y se programe. Por otro lado, la política fiscal puede facilitar las reformas estructurales en el mercado laboral, contrarrestando los posibles costos a corto plazo de la reforma y ayudando a formar consenso político sobre la misma. Además, la política fiscal puede formar parte del diseño general de las medidas de política estructural, orientando el gasto público hacia sectores que generen más empleo, como la vivienda de interés social, la educación o el apoyo a pequeñas y medianas empresas, impulsando así el crecimiento económico sostenible y la mejora del empleo en el país.

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