El desastre de Fukushima

Ensayo – Riesgos

El desastre de Fukushima en el 2011 dejó en la población afectada un fuerte rechazo a la energía nuclear por las consecuencias radiológicas al medio ambiente, el tiempo que tarda en degradarse y los daños a los seres humanos. Por lo que este suceso generó el debate si la energía nuclear es la indicada para que la población subsista, llegando a cruzar fronteras con Alemania con una nueva propuesta de reforma energética. Sin embargo, las fuentes de energía alternativas como el carbón y el petróleo también generan daños al medio ambiente e indirectamente hacia los propios consumidores y las fuentes renovables son más caras y solo están disponibles para una pequeña demanda, lo que lleva a la pregunta, ¿Existirá una fuente energética totalmente ética y sin riesgos?

La energía nuclear en cuestión tiene tantos aspectos positivos como negativos, si bien es cierto; tiene un costo menor a las plantas convencionales de carbón y gas, no genera gases de efecto invernadero y genera grandes cantidades de energía e incluso contribuye a los nuevos avances científicos. No obstante, un mínimo descuido en las plantas nucleares puede ocasionar graves consecuencias para la región en la que opera, de claro ejemplo se tiene los casos de Chernóbil y Fukushima.

Sobre las plantas energéticas a base de fósiles, son utilizadas desde hace mucho tiempo e incluso el carbón es la que más se usa a nivel mundial, debido a su bajo costo en el mercado y siendo muy abundante en las minas. Sin embargo, el riesgo que se presenta en este tipo de energía es la contaminación que esta genera por su combustión, incluso es considerada la mayor fuente de contaminación del aire, contribuyendo al calentamiento global y ocasionando daños a la salud respiratoria.

Por otra parte, la energía renovable como la eólica, solar y la hidráulica se posicionan como las favoritas entre la población humana por ser las que menos riesgos pueden ocasionar al medio ambiente. Pero incluso estas fuentes energéticas también poseen desventajas como su alto costo de mantenimiento y de generación de energía, aparte de depender de las condiciones climáticas para lograr un buen funcionamiento, a lo que sería rentable para cubrir una pequeña demanda y tardaría en aplicarse para el uso de toda la población.

En síntesis, con todos los tipos de energía que se puede contar siempre habrá un riesgo, y tampoco es para evaluar cual es mejor con un análisis de costo-beneficio. Incluso, cada tipo de energía se puede aplicar en nuestro uso con un debido manejo de cada una de ellas. De otra manera, la preocupación por el medio ambiente en el que vivirán las siguientes generaciones es importante y si se quiere que a futuro se apliquen soluciones a los diversos tipos de plantas, se tiene que usar la que menos consecuencias genere a futuro.

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