Analogía de textos científicos
Enviado por francisco242512 • 24 de Abril de 2025 • Tarea • 1.457 Palabras (6 Páginas) • 20 Visitas
Las Ciencias Sociales tienen la capacidad de explicar y transformar nuestras
sociedades. Son como una brújula que nos orienta en medio de situaciones
complejas, como desastres naturales, crisis sociales o la reconstrucción después de
una tragedia. En este informe, vamos a hacer una especie de puente entre tres textos
científicos que nos hablan de lo que pasó en México tras el sismo del 19 de
septiembre de 2017. Estos textos no sólo cuentan historias de catástrofes, sino que
nos enseñan cómo las personas, las instituciones y la sociedad reaccionan,
sobreviven y se reconfiguran ante eventos tan duros.
Los textos que vamos a comparar son:
“Intervención educativa tras el terremoto de 2017” de María del Pilar Ramírez, que
analiza el trabajo con mujeres rurales de Valle de Vázquez, Morelos.
“Sismo 19 de septiembre de 2017: respuesta médica en la zona cero”, que documenta
la experiencia médica en un hospital de la Ciudad de México durante la emergencia.
“Desastres sociales: sismos, reconstrucción e igualdad de género” de Margarita
Velázquez, que examina las desigualdades de género visibilizadas por el terremoto.
A través de estos textos, es posible ver cómo las Ciencias Sociales son esenciales
para entender no solo lo que pasa durante y después de una tragedia, sino también
las dinámicas invisibles que hacen que ciertos grupos sociales sufran más que otros.
Vamos a profundizar en esto, haciendo una analogía clara y directa entre los tres
textos.
Las Ciencias Sociales como espejo de las desigualdades
En primer lugar, los tres textos coinciden en una cosa: los desastres naturales no son
“solo naturales”, también son sociales. Aunque el sismo golpeó a todos, no todos
fueron golpeados igual. Las Ciencias Sociales nos ayudan a ver esas diferencias que
a veces pasan desapercibidas.
Por ejemplo, en el texto de Margarita Velázquez, se menciona que más de la mitad
de las personas fallecidas en la Ciudad de México fueron mujeres, muchas de ellas
trabajadoras domésticas o empleadas en edificios colapsados. Aquí es donde la
sociología pone el dedo en la llaga: las mujeres, por las condiciones sociales,
económicas y culturales, estuvieron más expuestas. ¿Por qué? Porque muchas
laboran en sectores informales, sin seguridad social ni protección laboral, lo que las
ubica en sitios de riesgo sin respaldo.
Esto conecta directamente con lo que cuenta María del Pilar Ramírez en el caso de
las mujeres rurales de Valle de Vázquez. Estas mujeres ya vivían en condiciones de
pobreza, con una doble o triple carga de trabajo entre el hogar, el campo y el cuidado
familiar. Después del terremoto, su vulnerabilidad aumentó porque quedaron aún más
aisladas y con menos recursos. Pero también es interesante ver que, gracias a una
intervención educativa no formal, estas mujeres pudieron encontrar espacios para
hablar de su situación, reflexionar y, poco a poco, empezar a organizarse para
cambiar su realidad.
Aquí es donde las Ciencias Sociales juegan un papel clave: nos ayudan a entender
que el desastre no es solo la caída de una casa o un hospital, sino que hay estructuras
sociales que ya estaban “agrietadas” desde antes. El sismo solo las hizo más visibles.
La respuesta institucional y la lógica de lo humano
El segundo texto, el de la respuesta médica en la zona cero, también nos muestra
otro ángulo importante. Aquí no se habla tanto de desigualdades de género o pobreza,
pero sí de las deficiencias institucionales y de la improvisación que muchas veces
ocurre en contextos de emergencia.
El hospital donde trabajaban los autores estaba a unas cuadras de la Roma y la
Condesa, zonas gravemente afectadas. ¿Qué pasó ahí? En lugar de tener un
protocolo nacional bien estructurado, cada hospital actuó según su experiencia y
recursos. En este caso, se habilitó un hospital de campaña en plena calle, se
reorganizó todo para atender más de 200 pacientes y se atendieron situaciones
graves como amputaciones, traumatismos y partos de emergencia.
Lo que revela este texto es que, incluso en entornos urbanos con acceso a tecnología
y médicos capacitados, las carencias institucionales afectan la calidad de la
respuesta. Aquí, las Ciencias Sociales nos ayudan a entender que no solo importan
las habilidades médicas o la infraestructura, sino también la organización social y la
capacidad de planificar colectivamente. La salud, al igual que la educación o la
seguridad, es una construcción social que no funciona bien si solo se actúa de manera
individual o fragmentada.
Este hospital improvisado es un reflejo de cómo la sociedad mexicana, muchas
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