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Clima del aula


Enviado por   •  13 de Agosto de 2023  •  Apuntes  •  1.878 Palabras (8 Páginas)  •  99 Visitas

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El vínculo afectivo sano y estable hace que los niños desarrollen un modelo mental positivo y una conducta social adaptada y segura, lo cual influye en su desarrollo intelectual y sensoriomotriz posteriormente. Los vínculos que se establecen entre lo afectivo y lo intelectual son tan estrechos que no es posible disociarlos. La influencia mutua que se ejercen ha podido determinar la manera como el niño construye sus primeros contactos afectivos y depende en gran medida de su desarrollo intelectual y su proceso de socialización. (Ministerio de Educación, 2019)

Muchas investigaciones actuales coinciden al afirmar que un niño que recibe buen trato durante su primera infancia, tiene la garantía de buena salud física y emocional a lo largo de su vida

En la práctica educativa no se ha valorado la importancia de la educación en el afecto y su influencia en el desarrollo y adquisición de una personalidad equilibrada y estable. Muchos estudios realizados sobre violencia escolar ponen de manifiesto que los jóvenes transgresores presentan carencias en las habilidades emocionales, de los impulsos o la capacidad para ponerse en el lugar del otro. (González & Del Pozo, 2002)

Importancia del desarrollo socioemocional de los niños

 

Según el Ministerio de Educación (2016), la educación inicial juega un papel muy importante en el desarrollo socioemocional de los niños, ya que es la etapa en la que se establecen las bases afectivas y socializadoras; por ello, la familia y los docentes deben trabajar conjuntamente para que este proceso se desarrolle en forma adecuada. Una de las características que contempla el perfil de salida de la Educación Inicial dice que los niños deben “interactuar con empatía y solidaridad con los otros, con su entorno natural, y social, practicando normas para la convivencia armónica” (Ministerio de Educación, 2014), por lo que el trabajo docente debe enfocarse en el desarrollo de la inteligencia emocional para la adquisición de competencias emocionales que preparan al niño para la vida, lo que le permitirá estar atento y poder defenderse de posibles peligros sociales que le puedan acontecer como, por ejemplo, el de las adicciones.

 

Investigaciones han puesto de manifiesto que las personas con escaso control y tolerancia emocional son más susceptibles de caer en el mundo de las adicciones que aquellas cuyo control y tolerancia emocional es mayor. Daniel Goleman manifiesta que “la inteligencia emocional es el conocimiento de las propias emociones, y manejo de las mismas; en la motivación propia; en el reconocimiento de las emociones de los demás y en el establecimiento de emociones positivas con otras personas”. (Ministerio de Educación, 2016)

 

Los niños deben aprender a controlar su agresividad y sus reacciones indeseadas, algo en lo que debemos trabajar con ellos, en especial ante aquellas conductas “emocionalmente inapropiadas”. El empleo del castigo ante estas situaciones no suele resultar demasiado efectivo. En cambio, hacerles reflexionar sobre lo sucedido de manera objetiva y constructiva, haciéndoles entender la importancia de sus acciones y la repercusión en los demás, así como ofreciéndoles alternativas de conducta positivas, que se derivarán en una mejora en su manera de pensar y actuar redundará en sus emociones.  (Ministerio de Educación, 2016)

 

Enseñanza de habilidades sociales en el aula de Educación Inicial

 

Según el Ministerio de Educación (2017), los niños cotidianamente experimentan situaciones sociales que les exigen desarrollar habilidades para convivir de forma satisfactoria con sus compañeros, estas experiencias se clasifican en tres tipos que se explican en la figura 3.

 

Figura 3

Situaciones sociales

[pic 1]

Nota. La figura presenta las situaciones sociales a las que se enfrentan los niños y su descripción. Fuente: Ministerio de Educación, 2017.

 

El ser humano es un ser social por naturaleza. Un déficit en sus habilidades sociales suele convertirse en una experiencia difícil para los niños que ven cómo sus relaciones con los otros se vuelven algo muy complicado y en ocasiones provocan un rechazo hacia las mismas o conductas agresivas e inadecuadas. Estimular el desarrollo de destrezas y habilidades sociales en los niños no solo les ayudará a construir relaciones más positivas o interactuar mucho mejor con los demás, sino que les facilitará sus procesos de aprendizaje y afianzará sus emociones, confianza y seguridad en sí mismos. (Ministerio de Educación, 2017)

 

La tabla 3 explica el proceso de adquisición de las habilidades sociales.

Tabla 3

Proceso para la adquisición de las habilidades sociales

Acción

Descripción

Manifestarles amor

A través de besos, abrazos, aprobación y credibilidad, hace que los niños engrandezcan su ego, se sientan seguros, mantengan la confianza en los demás y, sobre todo, reafirman su sensación de valor, se sugiere el mismo trato y atención dentro de la familia.

 

Acordar reglas en conjunto

Las reglas y normas permiten a los niños desenvolverse con mayor seguridad y si tanto en la escuela como en el hogar los niños participan en la construcción de las reglas, esto les permitirá sentirse que son parte de esa construcción y les facilitará cumplirlas y respetarlas.

 

Ayudarlos a tomar decisiones

En estas edades se empieza a trabajar con los niños  ofreciéndoles alternativas en sus elecciones, lo que les va a incentivar la toma de decisiones y a aceptar la consecuencia de sus actos.

 

Ayudarlos a aceptar sus errores

Lo importante es que aprendan a aceptar las consecuencias de sus actos, motivándoles también a entender que es normal cometer errores y reforzarles positivamente, siempre esforzándonos para hacerles notar las equivocaciones con amabilidad.

 

Independencia y confianza

A los niños de 3 a 5 años se les debe brindar los recursos que necesitan para cuidar sus necesidades, lo que fomentará su independencia y su confianza para motivarlos a creer que sí pueden hacerlo por sí mismos.

Respetar sus emociones

Apoyarlos a sentirse bien, respetando sus decisiones y emociones del momento sin juzgarlos, con esto se reafirman sus sentimientos y sobre todo le demuestra  que lo que sienten y dicen tiene valor.

 

Evitar comparaciones

No se debe realizar comentarios comparativos entre los niños del grupo y en casa entre hermanos e incluso si son comparaciones positivas, ya que son potencialmente dañinas porque a los niños se les hará difícil alcanzar los niveles de exigencia. Si en cambio se les dice que se los aprecia por ser como son y no por ser mejores o peores que los demás, será más probable que se valoren a sí mismos.

Nota. Fuente: Ministerio de Educación, 2017.

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