Entre la Lengua y el Arte
Enviado por Diego Cardona • 16 de Mayo de 2023 • Informe • 567 Palabras (3 Páginas) • 37 Visitas
ENTRE LA LENGUA Y EL ARTE
En la historia de la humanidad han ocurrido muchos hechos importantes, hechos que la dividen en un antes un y en un después; el antes y el después de Cristo, el antes y el después de la caída del imperio romano, el de la invención de la imprenta y la domesticación de la energía eléctrica, el del descubrimiento de América, el de las guerras mundiales, entre otros. En fin, han sido momentos que han modificado el curso del desarrollo de la historia, de las ciencias y las creencias, que han influenciado para bien o para mal, todas las dimensiones de nuestro vivir cotidiano.
En este sentido, el arte y el lenguaje, o de manera más concreta las lenguas, no han sido ajenas a dichos cambios, a dichas agitaciones. Hoy, cuando conmemoramos el Día del Idioma y los cuatrocientos años de la muerte de dos de los literatos más grandes que ha parido el mundo, no solamente estamos haciendo un elogio de sus obras, sino que correspondemos de la mejor manera a la revolución que causaron en el terreno de la literatura.
En un día como hoy debemos ser conscientes del antes y del después de Miguel de Cervantes Saavedra y de William Shakespeare, en la lengua española y la literatura universal. No es coincidencia, ni podemos dejar pasar por alto sus nombres, dentro del amplio inventario de escritores que se acumulan en los anaqueles del arte de las letras.
Ambos son vivo ejemplo de que no siempre se debe pasar bajo las rigurosas normas de la escuela y la instrucción de maestros o eruditos para innovar las formas de representación de la realidad, y digo vivo porque a pesar de que hace ya mucho partieron de esta dimensión, aún podemos encontrar en su prosa y en sus versos la magnificencia de su genio. Cervantes por ejemplo, involucrado desde siempre en la dialéctica de las armas y las letras, discusión importantísima que ha dividido la opinión sobre cómo gobernar en el mundo, fue un excelente representante de ambos, dejando su sudor y su sangre en el campo de batalla e impregnando sus obras de magia, creatividad y reflexiones profundas sobre el lugar que ocupa el hombre en el universo.
Por otra parte, Shakespeare, un hombre que sólo asistió a la escuela hasta los quince años y que no conoció las puertas de una universidad, de familia humilde y sobre el cual hay aún muchos misterios sin resolver, entre ellos el rifirrafe sobre la autoría de sus obras y la incoherencia entre su cuna y su muerte, demuestra que el mundo es demasiado pequeño si se mira con ojos bien abiertos y curiosidad insaciable. Entre sonetos, dramas y comedias encontramos sus obras más representativas, obras que no hubiesen sido posibles si éste hubiese contado con la instrucción de la escuela. Quizá su mundo hubiese sido tan simple como el de los privilegiados que en la época sí podían acceder a ella.
De esta manera entre la lucidez y la locura, entre el misterio y las tablas, entre las armas y las letras, estos dos genios que murieron coincidencialmente el mismo año han dejado para la humanidad la herencia más grande de la literatura. Dos escritores y muchos personajes que realzan la belleza del entendimiento y la sabiduría. Dos cuerpos, mil voces, Inglaterra y España unidas alrededor de la lengua y el arte, unidas para hacer decible lo inefable.
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