La didáctica de las ciencias naturales

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CIENCIAS NATURALES Y SU DIDÁCTICA I.

PROFESORADO EN EDUCACIÓN PRIMARIA.

ACTIVIDAD GRUPAL

Actividad nº 5 - Grupo 3.

ALUMNAS: 

• Gonzalez, Miriam Noemi (37.505.651)
• Aguero, Daniela Maricel (36.391.360 )
• Aciare, Daiana Rocio (37.505.354)
• Carranza, Agustina Dana (41.298.093)

PROFESORA RESPONSABLE: Natalia Navarro Becerra

PROFESORA AUXILIAR: Carla Natali Ulla 

La escuela primaria es una etapa única para enseñar a mirar el mundo con ojos científicos, por lo que los docentes tienen la función principal de sentar las bases del pensamiento científico. Para ello, el modo en que las ciencias naturales se enseñan depende del modelo de enseñanza que es utilizado por el docente, por lo que mediante este texto se detalla una comparación entre los modelos tradicionales de la enseñanza de las ciencias naturales (modelo tradicional y modelo por descubrimiento espontáneo) y lo que propone el modelo por indagación de la enseñanza de las ciencias naturales.

Para comenzar a detallar las posturas que predominan en cada modelo debemos pensar a la ciencia como una moneda, la cual posee dos caras bien definidas, término que propone la autora Melina Furman (2008) en su texto.

Por lo tanto, el modelo de enseñanza tradicional procede a enseñar la ciencia como producto, una de las caras de la moneda, lo que implica enseñar los conceptos de la ciencia, dado que se considera que el único saber relevante es el disciplinar. Dicho modelo habla de las ciencias naturales como un conjunto de hechos y de explicaciones que el docente imparte a sus alumnos que están escuchando pasivamente comprendiendo o no realmente de qué se tratan los conceptos que se están trabajando en el aula. Por lo que se privilegia la terminología por sobre la comprensión conceptual. Esto nos da evidencias de una mirada, que revela que el conocimiento científico es presentado en el aula como un conocimiento acabado. Esta mirada sobre las ciencias deja de lado la ciencia como modo de conocer. Provocando que en las clases, que se imparten, de ciencias naturales el docente no enseñe ninguna competencia científica.

Por otra parte, la segunda cara de la moneda representa a la ciencia como proceso cuya postura es adoptada por el modelo por descubrimiento espontáneo. En este, para las ciencias, lo más importante no es tanto aquello que sabemos sino el proceso por el que llegamos a saberlo, priorizando el ¿para qué? al ¿qué? y al ¿cómo?. Es decir, se pone mucho énfasis en la práctica y se pasa por alto la teoría, trabajando primeramente sobre la metodología ensayo-error. Se limita este modelo a “hacer ciencia” en la escuela. Esto conlleva a entender que los estudiantes están aprendiendo más que simple información, dado que los mismos manipulan materiales y trabajan en el laboratorio mediante la elaboración de experiencias, pero con el simple contacto con los fenómenos no alcanza para aprender ciencia, debido que “hacer ciencia”, en cambio, se refiere a un hacer mental, relacionado con aprender a pensar científicamente. Además, en este modelo cuando se habla de enseñanza, hace referencia a lo que se llama “competencias”, las cuales se definen como aquellas herramientas fundamentales que hacen en conjunto al pensamiento científico. Estas competencias tienen que ver con el aspecto metodológico de la ciencia (Gellon et al, 2005), lo que se conoce como método científico, el cual se presenta en el aula como un método único y rígido, lo cual es irreal y no resulta de gran ayuda porque se enseña aislado de otros contenidos, surgiendo ser poco fructífero a la hora de enseñar a pensar científicamente, dado que el pensamiento científico es un pensamiento sistemático pero a la vez creativo, que requiere poder mirar más allá de lo evidente.

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