La enseñanza: poder, autoridad y autonomía
Enviado por lulisalinas • 22 de Agosto de 2023 • Apuntes • 1.233 Palabras (5 Páginas) • 177 Visitas
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MEDIACIÓN PEDAGOGICA
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La enseñanza: poder, autoridad y autonomía
Introducción
El proceso de enseñanza - aprendizaje exige considerar por separado los actores que en él intervienen.
Por un lado, explicitaremos que se entiende por enseñanza, recuperando la definición que aparece en la obra de Davini, “la enseñanza es una acción voluntaria y conscientemente dirigida para que alguien aprenda algo que no puede aprender solo, de modo espontáneo o por sus propios medios” 1. Queremos dejar también expresado el concepto de aprendizaje que ofrece la misma autora “cambio o modificación en las conductas previas de un individuo, siempre que este no sea el resultado de la maduración o atribuible a cambios vitales”2. (Davini, 2008).
Estas conceptualizaciones nos permitirán posicionarnos en nuestro rol de preceptor, más allá de los contenidos que atraviesan un diseño curricular, sino y específicamente, como guías de los estudiantes, y apoyo de los mismos.
Teniendo en cuenta que el ambiente es también un factor involucrado en la relación pedagógica, debemos considerarlo como uno de los principales motivos por los que se alcance o no el aprendizaje. Será entonces fundamental nuestro accionar para facilitar esta mediación social activa que involucra un aprendizaje, sin descuidar la importancia de cada uno de los actores involucrados, tanto en el entorno escolar, como fuera de él.
Quienes estamos involucrados con el proceso de enseñanza y aprendizaje circunscripto al espacio escolar debemos ser consciente de la necesidad de que cada rol que se asume está asociado a un concepto de autoridad y de poder que tienden hacia el logro de la autonomía del estudiante, para que pueda, al concluir su escolarización, autorregularse y alcance el autoaprendizaje.
Consideraremos la noción de autoridad, tal como bien apunta Hannah Arendt estableciendo que, “su sello es el reconocimiento no cuestionado por aquellos a los que se demanda obediencia; no se necesita coerción ni persuasión”3.
El concepto de poder incluye un vasto conjunto semántico. Asociado con la violencia, atraviesa prácticas como el dominio, el disciplinamiento y la coerción, pero también se expresa en prácticas como la negociación o los acuerdos entre partes no simétricas. Dentro de las instituciones educativas está circunscripto a aspectos que van desde lo burocrático hasta las relaciones que pudieran establecerse entre los múltiples actores presentes en las mismas.
Desarrollo
Habiendo definido los elementos que consideramos involucrados de forma indisoluble en la relación educativa, profundizaremos en los vínculos que se establecen a partir de la misma y de la necesidad de poner una mirada en profundidad en las relaciones interpersonales basadas en la autoridad legítima y cómo define acciones donde el poder está presente, aunque siempre observado desde un ángulo no punitivo.
Desde una perspectiva general, el mandato socializador entregado a los docentes da la impronta al carácter “formativo” del vínculo pedagógico, en el que, la figura del profesor y del preceptor, deben encarnar intrínsecamente a la autoridad en forma previa a la misma interacción educativa. Esta mirada ha sido, históricamente, la que se ha manifestado en una concepción tradicional de la enseñanza y del papel de la escuela dentro de la sociedad.
Un paradigma diferente, propio de las corrientes pedagógico didácticas que surgen tras la visión que instaura la Escuela Nueva, y tras ella todas las corrientes pedagógicas que la sucedieron, estas proponen que el docente, y, en consecuencia, el preceptor, tengan un papel diverso:
- “Guiar y apoyar a los alumnos para que trabajen y piensen por sí mismos,
- ayudar a problematizar los contenidos que se abordan,
- promover el intercambio entre los estudiantes y el trabajo cooperativo,
- favorecer la participación en diversas actividades,
- facilitar que los estudiantes puedan participar de la planificación de sus actividades de aprendizaje y de la valoración de sus progresos,
- habilitar y estimular el proceso de transferencia de los aprendizajes a las prácticas, en el contexto particular en que se encuentran.” 4
Los vínculos que han de formarse entre quienes enseñan y quienes aprenden, estarán siempre condicionados por una asimetría presente en la relación. Dicha asimetría conlleva una percepción del poder y de la autoridad.
Viejas formas de concebir la autoridad y los roles tanto de los profesores como los estudiantes no deberían seguir ocurriendo en el aula. La autoridad debería ser reformulada, reubicada, desplazada de su tradicional plano de superioridad, interrumpida la jerarquía que le ha otorgado siempre un lugar “por encima de” aunque sosteniendo una asimetría fundante, propia de toda transmisión. Es esta asimetría la que debe ganarse el docente o el preceptor a fin de legitimar su autoridad, ya sea por sus conocimientos, su valor en las relaciones con los estudiantes, sin forzarla por imposición, sino por su capacidad, competencia y saber.
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