Las TICs como dinamizadoras del quehacer docente

Las TICs como dinamizadoras del quehacer docente

Durante el siglo XXI la educación ha visto la necesidad de evolucionar constantemente, a través de las últimas décadas, hemos sido testigos de la avasallante velocidad mediante la cual la tecnología y las formas de interacción social han ido cambiando. Es evidente que esta evolución no hará sino aumentar de ritmo y su impacto en el ser humano, lo que generará consigo la creación de nuevas necesidades y retos a los cuales enfrentarse. Las herramientas tecnológicas han revolucionado la forma en que interactuamos, aprendemos y enseñamos, estos cambios involucran todas las dimensiones del ser y su sociedad, a su vez serán los que dictaminen las formas en que se rediseñarán aspectos que hasta entonces se habían mantenido relativamente estáticos, como lo es la educación.

En el campo educativo, estas herramientas han adquirido un papel fundamental al ofrecer oportunidades innovadoras para mejorar la calidad del proceso enseñanza-aprendizaje. La integración de la tecnología en las aulas no solo facilita el acceso a la información, sino que también estimula la creatividad, la colaboración y el pensamiento crítico de los estudiantes. A lo largo de este ensayo, se examinarán las diversas formas en que las herramientas tecnológicas pueden transformar la educación, desde la personalización del aprendizaje hasta la creación de entornos de enseñanza más inclusivos y dinámicos. Asimismo, se aborda el papel del docente como facilitador del uso efectivo de la tecnología en el aula, promoviendo una pedagogía centrada en el estudiante y fomentando la adquisición de habilidades digitales fundamentales para el desarrollo integral de los alumnos.

Teniendo en cuenta que "El cambio económico y social de la sociedad actual está marcado por la incursión de la tecnología en todos los ámbitos." (Hernández, 2019) el reto del profesor será incluir estas nuevas TIC en su enseñanza y saber ponerlas a disposición para una educación más efectiva y justa. Ahora, dentro del marco global, debemos tener en cuenta que la escuela está pensada para ser un escenario donde las diferencias sociales son eliminadas, creando igualdad de condiciones para sus alumnos. Sabiendo esto, es nuestro deber como profesionales plantearnos si este objetivo se está cumpliendo y si es viable en Colombia.

A partir de la percepción negativa de las tecnologías, y la relación estrecha que existe entre ellas y las nuevas generaciones, el docente se enfrenta en el aula con problemáticas que, de no saber cómo tratarlas, se convertirán en la piedra en el zapato de la educación. Entre ellas se encuentra la brecha digital, la adicción de los estudiantes a las redes sociales, la poca formación TICs para la planta docente, entre otros.

En primer lugar, la desigualdad digital en uno de los grandes desafíos que se encuentran en el día a día docente, esta brecha se define según el MINTIC como “la diferencia socioeconómica entre aquellas comunidades que tienen accesibilidad a las TIC y aquellas que no, y también hace referencia a las diferencias que hay entre grupos según su capacidad para utilizar las TIC de forma eficaz, debido a los distintos niveles de alfabetización y capacidad tecnológica.” (MINTIC, 2023), y es esta falta de acceso equitativo a la tecnología la que ha limitado las oportunidades educativas en los estudiantes, especialmente a aquellos de estratos bajos y en contextos de ruralidad.

Todavía cabe señalar, que los estudiantes que no tienen acceso a dispositivos tecnológicos adecuados o a una conexión a Internet estable pueden enfrentarse a dificultades para participar plenamente en actividades educativas en línea, acceder a recursos digitales o desarrollar habilidades digitales fundamentales para el siglo XXI. Esta desigualdad digital puede agravar aún más las disparidades educativas existentes y reforzar la exclusión social, destacando la necesidad de implementar estrategias inclusivas y equitativas para garantizar que todos los estudiantes tengan acceso a las mismas oportunidades educativas, independientemente de su situación socioeconómica.

Otra de las grandes dificultades que se encuentra el docente en el aula es la adicción de los jóvenes a las nuevas tecnologías. Para Rojas y Yepes (2022) el cambio efectuado por las herramientas tecnológicas es sinérgico y holístico; es decir, una construcción que   involucra lo personal, familiar, económico, político, académico y social.  Por tanto, el uso excesivo de Internet se convierte en la causa de múltiples problemáticas, físicas, sociales, psicológicas y académicas, llegando a afectar inclusive a la calidad de sueño. Este último aspecto se evidencia en las aulas de clase del país, con estudiantes que duermen en horas escolares debido al abuso de estas herramientas.

Por otro lado, para abordar el rol de las herramientas tecnológicas en la dinamización del quehacer pedagógico y su impacto en la mejora de la enseñanza y el aprendizaje, es fundamental comprender cómo la tecnología puede ser una aliada poderosa en el ámbito educativo. García Botero (2012), expresa en su investigación sobre la mediación de la tecnología en el proceso educativo que:

El estudiante ha comprendido hoy que cuando hace cosas diferentes con ese conocimiento recrea, construye y reconstruye, explicando, ejemplificando, aplicando, justificando, contrastando, contextualizando y generalizando el conocimiento y esto lo hace mejor con la ayuda del recurso tecnológico y nuevas estrategias que medien en el aprendizaje, para ir más allá de la información proporcionada por el docente; ello expresa el desarrollo del pensamiento que por tanto, es abierto y gradual. (p.13)

Las herramientas tecnológicas ofrecen a los docentes la posibilidad de transformar sus prácticas pedagógicas, adaptándolas a las necesidades y estilos de aprendizaje de los estudiantes, así como de enriquecer el proceso educativo a través de la innovación y la personalización. A continuación, se explorarán las diversas formas en que las herramientas tecnológicas pueden potenciar la enseñanza y el aprendizaje, así como las estrategias clave para implementarlas de manera efectiva en el aula.

Las herramientas tecnológicas ofrecen una amplia gama de beneficios que pueden mejorar significativamente la enseñanza y el aprendizaje en el aula. En primer lugar, la tecnología permite la creación de entornos de aprendizaje dinámicos e interactivos, donde los estudiantes pueden participar activamente en su proceso de formación. Plataformas educativas como Google Classroom, aplicaciones móviles como Kahoot, Quizizz, simulaciones y recursos multimedia brindan oportunidades para explorar conceptos de manera visual y práctica, lo que facilita la comprensión y retención de la información.

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