Trabajo Preparatorio. Preguntas orientadoras, desarrollo humano

Seminario Perspectivas del Desarrollo Humano, enfoques básicos y reflexiones.

Eje: Desarrollo Humano

Maestría en Desarrollo Educativo y Social

UPN – CINDE

Profesor: Néstor Daniel Sánchez Londoño

Estudiantes:

Milton Eduardo Moreno Patiño - Código 2023188017

Alejandra Cárdenas Barreto - Código 2023188004

Yenny Patricia Hendez - Código 2023188013

Trabajo Preparatorio

Preguntas orientadoras:

1. ¿Qué comprendemos por “desarrollo humano”?
2. ¿Qué relaciones pueden establecerse entre desarrollo humano y desarrollo social?
3. Teniendo en cuenta el contexto nacional actual, ¿qué elementos políticos, sociales, económicos o de otra índole favorecen u obstaculizan la expansión de las capacidades, el desarrollo de las libertades o la garantía de los derechos humanos para todos los habitantes del territorio colombiano?
4. Teniendo en cuenta la mirada del Buen Vivir, ¿cómo esta apuesta puede ayudarnos a convivir con el entorno y los otros seres vivos que nos rodean sin destruir lo no vivo?

1. ¿Qué comprendemos por desarrollo humano?

En un primer momento, es importante resaltar que la propuesta epistémica del Desarrollo Humano surge como contra respuesta a la lógica del ‘desarrollo’ interpuesta en la posguerra por las potencias aliadas. Harry S. Truman en su discurso en la toma de posesión de su segundo mandato como presidente de Estados Unidos de América menciona con vehemencia una supuesta caridad frente a las naciones “en desarrollo” principalmente ubicadas en las actuales América Latina, África y Asia, en el cual es “un deber moral de las naciones del primer mundo en llevar el ‘desarrollo’ a aquellos lugares con un nivel de desarrollo inferior, a un mal llamado tercer mundo”. Estos “imaginarios” y “denominaciones” interpuestos a países principalmente del Sur global, enfatizan lo que varios autores denominan como un nuevo colonialismo, pues se convierte en la excusa caritativa de llevar el Desarrollo cuando realmente hay intenciones y mecanismos políticos, sociales y territoriales extractivistas en países catalogados como “subdesarrollados”.

El ‘desarrollo’ desde la década de los 40’s ha sido concebido y objetivado como un proceso superfluo que implica el aumento en el nivel de producción y consumo de bienes y servicios por la ciudadanía en general, en lo que se supondría mejoraría directamente “en la calidad de vida de las personas”. Es decir, entre mayor sea el nivel de producción de bienes tangibles y su consecuente consumo por parte de la población, aumentaría en efecto el nivel de avance del desarrollo de las diferentes naciones y sociedades en el mundo. En consideración a lo anterior, es evidente que en esta forma de comprensión del desarrollo”, solamente se le brinda importancia a la dimensión económica del ser humano, desconociendo otros factores que implican la vida de los sujetos y sujetas en su existencia material y subjetiva. De tal manera, el desarrollo solamente era medido desde dimensiones cuantitativas por medio del Producto Interno Bruto y el Ingreso per Cápita, ambos indicadores con medición cuantitativa del nivel de producción industrial de las naciones, sin desconocer que dicha concepción aún sigue vigente tanto en las mediciones cuantitativas de las naciones y en gran parte de los imaginarios sociales.

El derecho al desarrollo desde la concepción neoliberal, se refiere al derecho que tienen los individuos a conseguir un desarrollo social y económico de acuerdo a sus necesidades particulares. Esta perspectiva neoliberal se sustenta en la creencia de que es el libre mercado y la libertad económica las mejores formas de impulsar el desarrollo económico y el bienestar humano. Desde otros enfoques como el crítico, se ha problematizado esta forma de pensar el derecho al desarrollo. Estas críticas se relacionan primero con la manera de pensar el bienestar social, no solo como crecimiento económico desmedido, sino desde la satisfacción de los derechos como la salud y la educación, entre otros de manera integral. Segundo, a la desigualdad no en el sentido de aumentar la brecha entre las diferentes clases sociales sino desde el lugar de acceso de todas las personas a los recursos. Por lo tanto, existe una tensión entre la concepción de derecho al desarrollo liberal y otras formas de desarrollo que buscan promover un desarrollo más sostenible y centrado en el bienestar humano.

En respuesta a dicha visión economicista de la vida humana, en la década de los 80 's autores como Manfred Max-Neef, Amartya Sen, Martha Nussbaum, entre otro/as autores proponen una forma diferente de entender el desarrollo pensado principalmente desde la integralidad de la vida humana. Es decir, factores integrales de un bienestar y mínimos de vida que deben tener cada persona en su existencia, por ejemplo: salúd, educación, nivel espiritual, recreación, entre otras. En efecto,“el desarrollo consiste en hacer posible que las personas vivan vidas plenas y creativas, desarrollen su potencial y formen una existencia significativa acorde con la igualdad de dignidad humana de todos los individuos” (Nussbaum, 2012, p.216)

En consideración a lo anterior, el desarrollo humano rompe con los paradigmas de la visión clasista del desarrollo, pues cuestiona su concepción utilitarista y destaca “las capacidades humanas” como principal fin del desarrollo. De igual manera, destrona el PIB per Cápita y PIB como principales indicadores de medición y se pone en atención el Índice de Desarrollo Humano (IDH) como indicador que mide la calidad de vida de las personas en una sociedad determinada. Finalmente, el desarrollo humano pone en entredicho el supuesto de “a un mayor nivel de consumo, un mayor nivel de calidad de vida” y del “nivel de producción de las sociedades” por la priorización del capital humano como la potencialización y fortalecimiento de las capacidades humanas o, dicho de otra manera, la facilitación de sus capacidades de libertad y libre elección en su diario vivir.

1. ¿Qué relaciones pueden establecerse entre desarrollo humano y desarrollo social?

La primera relación identificada es la concepción del desarrollo humano como la potencialización de las condiciones de vida de las personas (salud física y mental, educación, vivienda, bienestar familiar, económica, cultural, etc.) que permita el fortalecimiento de sus capacidades humanas, su autonomía y su libertad. En efecto, el desarrollo social implica inicialmente el desarrollo humano de las personas que hacen parte o participan de dicha sociedad.

En tanto a la segunda relación, es importante resaltar que el desarrollo humano como el desarrollo social, tienen un carácter eminentemente multidimensional, puesto que están estrechamente relacionados y se refuerzan mutuamente, dado que ambos enfatizan en el bienestar humano desde un carácter integral.

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