Águila del mapocho

Jueves 23 de mayo envían un video al grupo de UFAS de un águila parada en la baranda de uno de los puentes cercanos al metro Puente Cal y Canto, el voluntario Felipe Bombardiere del centro de rehabilitación fue esa noche a revisar, no la pudo ver y aviso a carabineros. Así que dos voluntarias quedaron de ir a la mañana siguiente Yanira Millar y “la Ale” (perdón no recuerdo el nombre de pila). Viernes en la mañana preguntamos a todos los vendedores ambulantes y gente que vivía en el rio, obtuvimos la información de que el águila aparecía repetidas veces entre 1 y 2 semanas atrás, y de vez en cuando se posaba arriba. No logramos verlo en aproximadamente 4 horas que estuvimos recorriendo el sector. Le deje mi número a Don Joseluís, vendedor de sopaipillas que afirmaba haberla visto hace poco y mas de una vez. Entonces recibí su llamada ese mismo viernes en la tarde diciendo que el águila estaba ahí. Así que junto con mi amigo y compañero de carrera Luciano Porte, fuimos hacia allá, la encontramos y la seguimos por un par de horas donde la vimos realizar sus actividades con una capacidad funcional de vuelo y caza de ratones, pero se demostraba poco esquivo al humano. Luciano con su cámara le saco fotos de alta calidad y se veía una masa en su ranfoteca (pico), decidimos no capturarla ya que no reunimos los datos suficientes respecto a si era necesario o no capturarla. Luciano fue a tomar más fotografías al día siguiente en la mañana, a la luz del día se notaba mejor la masa, pero no era muy fácil de identificar su consistencia. Ese sábado en la tarde fui a probar suerte si lograba capturarla para hacerle un examen clínico rápido y confirmar si necesitaba ayuda o no, estuve siguiéndola un par de horas esperando que se posara de nuevo en la baranda, pero no lo hizo, note que estaba más débil y que tenía dificultades para tragar. Mientras la observaba con un monocular se acercaron dos cetreros a preguntarme información sobre el águila, mientras hablábamos voló arriba, uno de ellos intento capturarla, pero no tuvo suerte. Así que volví el domingo 26 de mayo a intentarlo de nuevo. La estuve siguiendo en bicicleta un par de horas temprano, pero se escondió debajo de un puente y no salió de ahí. Entonces fui a dejar la bicicleta a mi casa y volvería ese mismo día mas tarde cuando estuviera mas activa. Mi mama me propuso acompañarme esta vez, así que fuimos a verla y la seguimos por 2 horas y media aproximadamente, cuando ya estaba obscuro el águila con sus ultimas fuerzas intentaba cazar ratones sin tener éxito, se subió a una rama en la tierra del canal del rio, donde comenzó a quedarse dormido. Era el mejor momento para capturarla, pero tenía que bajar así que fuimos a conseguirnos algo al Centro Cultural Mapocho donde estaba el bombero y jefe de seguridad del Mapocho, Don José quien me facilito una escalera para poder bajar, camine sigilosamente para que no me detectara y la tome de sus miembros posteriores con guantes de látex, le cubrí la cabeza con una toalla y no me hizo resistencia. La lleve a mi casa ya que a esa hora no había ningún centro de rehabilitación abierto, al inspeccionarla con mas calma las masas en la ranfoteca eran restos de ratas, dentro de la cavidad oral tenía placas caseosas que le reducían diámetro al lumen del esófago y por eso le costaba comer. Le di carne y calor con un guatero en una caja de cartón en mi pieza, subí una foto al grupo de voluntarios UFAS avisando que fue capturada y que la llevaría al día siguiente en la mañana para que la ingresaran al centro. Me llamo la Doctora Nicole Sallaberry directora del centro para ver si era necesario llevarla de urgencias, pero no presentaba signos indicativos de septicemia. La voluntaria Paulina Sanchez se ofreció a transportarla en su auto el Lunes 27 de mayo al centro donde fue ingresada y se encuentra en rehabilitación actualmente.

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