Actividad Integradora - Literatura

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Universidad Autónoma De Nuevo León

Escuela Preparatoria Nº 1

  “COLEGIO CIVIL”

Actividad Integradora

ALUMNA: Frida Hassel Inés Murguia Murguia

Profesora: Mauricio Alejandro Domínguez González Matricula: 1810491

Fecha: 27/08/2016

Asignatura: Literatura

Semestre: 3r

Grupo: 337

Apodaca Nuevo León

Hay Alfredo, aun lo recuerdo como si fuera ayer, él era un muchacho guapo y respetado por todos por su caballerosidad, era muy amable y sobre todo muy romántico. ¡Tenía un físico que dios santo! Toda chica quería. Pero nunca supe porque me escogió a mí, yo siendo una chica tan equis. Nunca destaque, yo era la niña que se sentaba hasta el frente, llevaba tareas, no se arreglaba ni hablaba con los chicos, simplemente éramos súper diferentes.

Aun me acuerdo de cómo nos conocimos, eras un chico tan guapo que pensé que era broma que estabas hablando conmigo, te acercaste a mí y me dijiste muy seguro tu “eres la chava más guapa de la clase”, no podía creerlo tu diciéndome eso a mí, solté una risa nerviosa, puesto que no podía creerlo, solo te dije gracias.

Desde ese día te volviste un dolor de cabeza para mí, comenzaste a hablarme más y más hasta que le diste un giro de 360 grados a mi vida pidiéndome que fuera tu novia. No dude ni un segundo en aceptar, realmente te habías ganado mi cariño y estaba enamorada de ti, quien iba a decir que nuestra relación duraría tanto, fue tanto nuestro amor que un día me pediste matrimonio, estaba tan feliz, no pensé que fuese a llegar tan rápido esto, aparte de ser mi novio formal, serias mi esposo, nos casamos jóvenes, pero éramos lo suficientemente maduros para saber que queríamos estar juntos, después de 3 años de matrimonio, tuve un retraso, estaba tan feliz después de tanto tiempo seriamos una familia, la familia que tanto anhelaba. No sabía cómo darle esa noticia, nuestro primer hijo, una nueva vida estaba creciendo dentro de mí, llegaste a casa y tuve en las manos un regalo para ti, te dije que lo abrieras, pusiste una cara súper chistosa, al ver esos zapatitos, comenzaste a llorar, me miraste y me dijiste si era verdad, te arrojaste a mis brazos y comenzaste a besarme, el mejor beso que alguna vez me diste.

Pasaron los 9 meses era un hermoso niño a quien decidimos ponerle Alejandro como tu padre, ya que era idéntico a él, su misma sonrisa, sus ojos claros color miel, fueron las palabras que salieron de tu boca cuando lo viste por primera vez.

Pasaron cuatro meses cuando tuve otro retraso, no podía creerlo, era muy pronto, dejé a Alfredo cuidado al niño y fui a la farmacia a comprar una prueba casera, al hacerla dio positivo, no sé cómo fue mi descuido que estaba de nuevo embarazada, no estábamos en condiciones de pagar otro parto Alejandro aun tenia meses, al comentarlo con Alfredo el no reacciono bien, desde ahí mi historia feliz se convirtió en pesadilla.

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