LITERATURA ACTIVIDAD INTEGRADORA
Enviado por 2000SJCMN • 22 de Septiembre de 2016 • Reseña • 5.553 Palabras (23 Páginas) • 323 Visitas
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE NUEVO LEON
(ALERE FLAMMAM VERITATIS)
LITERATURA
ACTIVIDAD INTEGRADORA
INTEGRANTES:
NALLELI GUADALUPE ALCOCER VILLARREAL.
ÁLVARO ALEJANDRO SERRATO RENTERÍA.
JENNIFER ABIGAIL QUIROGA AGUILAR.
BRYAN ALBERTO MÁRTINEZ VICENCIO.
EUNICE CASTELLANOS BAUTISTA.
SERGIO JEAN CARLO MÉNDEZ NAVARRO.
GRUPO: 309
TERCER SEMESTRE
CIÉNEGA DE FLORES, NUEVO LEON, A 17 DE SEPTIEMBRE DE 2016.
“SAN MANUEL BUENO, MÁRTIR”
Esta es una novela titulada San Manuel Bueno, mártir que fue escrita por Miguel de Unamuno. La novela fue narrada por Ángela Carballino. La historia trata de un padre (párroco) de un pueblecillo de Valverde de Lucerna llamado don Manuel que prestan sus servicios a las personas que viven en el pueblo. Al comenzar la historia Ángela nos cuenta que tuvo un padre temporal que apenas conocía porque se había muerto cuando ella era muy pequeña.
Ángela a sus diez años entra a un Colegio de Religiosas de la ciudad catedralicia de Renada y luego nos describe a don Manuel como un hombre de treinta siete años, alto, de complexión delgada y decía que había en sus ojos una hondura azul como el lago de Valverde de Lucerna.
Al entrar al colegio conoció a niñas y decía que las monjas solo le preguntaban sobre el párroco don Manuel y le exclamaban de que suerte tenia de vivir tan cerca de un santo vivo, de carne y hueso y poderle besar la mano.
Ángela duro cinco años en ese colegio y a los quince años vuelve a su pueblo de Valverde de Lucerna, muy ansiosa de ver de nuevo a don Manuel.
Al llegar la noche de san Juan, Ángela nos dice que solían acudir a lago mujeres y pocos hombres que creen estar poseídos, endemoniados pero son sino histéricos y epilépticos, así que don Manuel hizo del lago una piscina que decía que los aliviaría y los curaría, al decir unas palabras a los enfermos sucedió un milagro y estos de curaron, con esto creció su fama y todos los enfermos iban al lago a curarse y don Manuel les proporcionaba ropa.
Ángela habla de un hombre llamado Blasillo “el bobo” que tendía a imitar a don Manuel. Cuando don Manuel da el Evangelio de las palabras de Jesucristo que decía: “¡Dios mío, Dios mío! ¿Por qué me has abandonado?” las personas se envuelven en una nube de lágrimas y luego Blasillo va por las calles repitiendo lo mismo que decía don Manuel.
La acción de don Manuel hizo que ninguna persona se atreviera a mentir ante él. Cuando un juez de una aldea vecina se da cuenta, le dice a don Manuel que haga que un bandido diga la verdad de su crimen para poderlo castigar, pero don Manuel le dice que él no le va a sacar la verdad a nadie que le lleve a la muerte, que allá entre el bandido y Dios, don Manuel con palabras muy sabias dijo: “al Cesar lo que es del Cesar, y a Dios lo que es de Dios”.
Don Manuel era un hombre que tenía un secreto que lo consumía por dentro, así que se mantenía ocupado para no poder pensar en eso y hacia trabajos manuales en las labores del pueblo, cortaba leña para pobres. Cuando se sacó el nogal pidió el tronco e hizo seis tablas que las guardo al pie de la cama.
Cuando Ángela llega a los veinticuatro años de edad su hermano Lázaro llega del Nuevo Mundo (América) con algunos ahorros y les dice que las quiere llevar a Ángela y a su mama a la ciudad, al negarse la mama a abandonar la aldea, Lázaro comienza a darse cuenta de las hazañas que hacia don Manuel y pensó que por eso la mama no se quería ir, pero al pasar el tiempo Lázaro ve el labor de don Manuel y acudió a escucharlo.
Al enfermar y morir la madre de Ángela, don Manuel le hace jurar a la Lázaro que todos los días rezaría por su madre, envuelto en lágrimas prometió que lo cumpliría, al llegar los últimos minutos de su madre ella le entrega el alma a Dios con un crucifijo en la mano.
Lázaro cumple su promesa y tiene más conversaciones con don Manuel, al pasar el tiempo Lázaro le revela a Ángela que don Manuel no cree en la otra vida, que don Manuel solo hace creer a las personas mientras él no lo hace, porque si él dice la verdad de su secreto solo lograría atormentar a la gente. Que de ahí nacía su santidad, que en el sacrificio que hacía por mantener a las personas con la ilusión y la felicidad, decía que era mejor hacerles que sueñen inmortales.
Con todo lo que le había dicho Lázaro a Ángela, ella queda en un mar de dudas hacia don Manuel.
Ángela temía a quedarse a solas con don Manuel, cuando ella se acerca con don Manuel a confesar estos se echan a llorar y él le decía que siga creyendo aunque él no lo haga que si tiene dudas que se las callase y no lo dijera ni a ella misma.
Durante un paseo don Manuel le explica a Lázaro que su padre había muerto a la edad de noventa años y que vivía con la tentación de suicidio, que él había heredado la misma tentación de suicidio, que su vida era un continuo escape del suicidio y dijo: “Sigamos Lázaro suicidándonos en nuestra obra y en nuestro pueblo y que sueñe este su vida como el lago sueña su cielo”.
Don Manuel se estaba debilitando, la voz le temblaba y le decía a Ángela que rezara por todos nosotros y que rece también por nuestro señor Jesucristo. Al llegar su casa no comprendía cual era nuestro pecado así que el párroco le respondió que ya lo había dicho un gran doctor de la Iglesia Católica Apostólica Española “el delito mayor del hombre es haber nacido” y que ese pecado solo se puede retirar con la muerte.
Antes de morir don Manuel mando a llamar a Ángela y a Lázaro a su casa, allí les dijo que cuidaran de su rebaño, les pide que lo entierren con las tablas que había tallado de ese viejo nogal, le dice a Lázaro que se quede acompañando al pueblo de Valverde de Lucerna para guiarlos al paraíso prometido y a Ángela le encarga que siga rezando por todos los que sigan soñando la vida eterna.
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