Alex

El texto “La línea” está llenó de personajes muy interesantes, cada uno con una personalidad diferente de las demás por lo que hace del texto, un relato más entretenido e intrigante ya que debido a la lucha de personalidades se  presenta el primer problema que lleva a los personajes a adentrarse a aventuras de gran nivel en su viaje “al otro lado” de la frontera.

Uno de los personajes que más llamó la atención fue Elena, una pequeña niña que vive en el campo junto con su abuela y su hermano Miguel. A pesar de ser de tan corta edad y como consecuencia de todas las situaciones difíciles por las que ha tenido que pasar, como dejar de ver a sus papás quienes residen en Estados Unidos, Elena desarrolló un sentido de independencia que muchas veces era envidiado por Miguel. También podemos deducir por este segmento del texto: “Elena era como la veleta que estaba en el techo de la casa del señor Mendoza” (Ann Jaramillo, “La línea”), que es de la clase de personas que nota con gran facilidad todos aquellos cambios que ocurren a su alrededor por muy minúsculos que sean. Era muy dedicada y cuidadosa en todo lo que hacía y a pesar de que su abuela no se lo demostraba, Elena sabía que estaba orgullosa de todo lo que realizaba como lo fueron las pequeñas plantas de chile que sembró y que con mucha paciencia hizo que crecieran de una manera muy hermosa a pesar de la sequía por la que estaban pasando.

Todas estas características de Elena hicieron que a pesar de ser una niña pequeña, se ganara el respeto no sólo de Miguel y sus amigos, sino también de personas mayores, porque siempre estaba dispuesta a enfrentar las consecuencias de sus actos sin temor a lo que pudiera venir más a adelante.

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