Bio de celulas LA MEMBRANA PLASMATICA
Enviado por Camila Villalobos • 7 de Abril de 2018 • Informe • 4.530 Palabras (19 Páginas) • 177 Visitas
LA MEMBRANA PLASMATICA
La membrana plasmática o celular separa el medio intracelular del extracelular y es la principal responsable del control de la entrada y salida de sustancias de la célula. Por su diminuto espesor, la membrana no es visible en el microscopio óptico, pudiendo sólo ser vista en el microcopio electrónico. Sin embargo, su existencia ya era conocida antes de que éste último fuera creado, gracias a la utilización de técnicas indirectas. La observación de que el volumen de las células se altera de acuerdo a la concentración de las soluciones en que ellas son colocadas, ha sido uno de los primeros indicios de la existencia de la membrana celular.
La membrana participa de numerosas funciones celulares. Es responsable de la mantención de la constancia del medio intracelular. Para que las células funcionen, crezcan y se multipliquen, es necesario que las sustancias adecuadas sean seleccionadas y transferidas hacia dentro de la célula, y las sustancias innecesarias sean impedidas de penetrar o, eliminadas del citoplasma. Gracias a sus receptores específicos, la membrana tiene la capacidad de reconocer otras células y diversos tipos de moléculas, como por ejemplo, las hormonas. Este reconocimiento por la unión de una molécula específica (señal química o ligante) con el receptor de la membrana, desencadena una respuesta que varía según la célula y el estímulo recibido. La respuesta puede ser una contracción o movimiento celular, inhibición o estimulación de la secreción, síntesis de anticuerpos, proliferación mitótica, etc. A través de sus membranas ciertas células se unen firmemente unas a las otras, formando muchas veces capas que delimitan compartimientos diferentes. Ejemplo de esto son la barrera hematoencefálica y hematotesticular. En varios tejidos, las membranas de las células contiguas pueden establecer canales de comunicación entre sí, por donde tiene lugar el cambio de moléculas e iones que participan de la coordinación de actividades de esos grupos celulares.
Además de la membrana plasmática, las células eucariontes poseen un sistema de membranas muy elaborado (envoltura nuclear, retículo endoplásmico, cloroplastos, aparato de Golgi) que dividen la célula en compartimientos. Las mitocondrias y cloroplastos están divididos internamente por membranas, ampliando aún más el compartimiento intracelular. Así, la célula ejecuta en forma separada y con una mayor eficiencia funciones especializadas que no podrían ser realizadas en un único compartimiento.
Gracias al aislamiento de membranas se descubrió que la membrana plasmática y las demás membranas celulares están constituidas principalmente por lípidos, proteínas e hidratos de carbono, pero la proporción de éstos componentes varía mucho, según el tipo de membrana. Por ejemplo, las membranas de mielina que recubren las fibras nerviosas y tienen el papel de aislante eléctrico, contienen un 80% de lípidos, mientras que las membranas mitocondriales internas, metabólicamente muy activas, contienen apenas un 25% de lípidos, presentando un predominio de las proteínas responsables del alto metabolismo de estas membranas.
Lípidos de las membranas: son moléculas largas con un extremo hidrofílico y una cadena hidrofóbica, es decir, son anfipáticas. Entre los lípidos frecuentes en las membranas se encuentran los fosfoglicéridos (fosfatidilcolina, fosfatidiletanolamina, fosfatidilserina y fosfatidiltreonina), esfingolípidos y colesterol. Los fosfoglicéridos y los esfingolípidos contienen fosfato y son llamados fosfolípidos. Otro constituyente antipático importante de las membranas son los glicolípidos, designación genérica para todos los lípidos que contiene hidratos de carbono, con y sin radicales fosfato. Los glicolípidos más abundantes en las células de los animales son los glicoesfingolípidos, que son componentes de muchas receptores de la superficie celular. Los hidratos de carbono son en general moléculas de seis átomos de carbono /hexosas), como la glucosa, manosa, fructosa y galactosa. Las membranas de las células animales contienen colesterol, lo que no ocurre en los vegetales, que poseen otro tipo de esteroles.
Todas las membranas presentan la misma organización básica, estando constituidas por dos capas lipídicas fluidas y contínuas, donde están insertas moléculas proteicas, constituyendo un mosaico fluido. Ese modelo es válido para TODAS las membranas celulares. Las dos capas lipídicas están asociadas debido a la interacción hidrofóbica de sus cadenas apolares. Las proteínas de la membrana poseen porciones hidrofílicas e hidrofóbicas y se encuentran inmersos en la capa lipídica, de tal modo que:
- las porciones hidrofóbicas de las proteínas están al mismo nivel de las cadenas hidrofóbicas de los lípidos
- las porciones hidrofílicas de las proteínas quedan a la altura de las cabezas polares de los lípidos, en contacto con el medio extracelular o con el citoplasma.
Por lo tanto, la membrana esta constituida por una capa hidrofóbica media y por dos capas hidrofílicas, una interna y otra externa.
Varios experimentos han demostrado que las proteínas se desplazan con mucha facilidad en el plano de la membrana. Por ejemplo, la fusión de células humanas con células de ratón, muestra que después de la fusión de las células, las proteínas de las membranas de las células humanas se desplazan rápidamente, mezclándose con las proteínas de la membrana de la célula del ratón. Otro experimento que demuestra la fluidez de la membrana es el observado cuando se adiciona la lectinas concanavalina A a un cultivo de amebas. Esa lectinas tiene la propiedad de unirse a ciertas glicoproteínas de la membrana y ha sido utilizada para el estudio de ellas, las cuales actúan como receptores. Los receptores que normalmente se distribuyen por toda la membrana, al unirse a la concanavalina migran rápidamente, impulsadas por el citoesqueleto, hacia una región determinada donde quedan concentrados formando un capuchón.
La actividad metabólica de las membranas depende principalmente de las proteínas. Estas pueden ser divididas en dos grandes grupos, las integrales o intrínsecas y las periféricas o extrínsecas, dependiendo de la facilidad de extraerlas de la bicapa lipídica. Las integrales están firmemente asociadas a los lípidos y sólo pueden ser separadas de la fracción lipídica a través de técnicas drásticas, como el uso de detergentes. El 70% de las proteínas de la membrana son integrales que corresponden a la mayoría de las enzimas de la membrana, , proteínas responsables de los grupos sanguíneos, transportadores, receptores de hormonas, drogas, etc.
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