CUENTO. Había una vez una niña llamada Julieta ella apenas iba a entrar a la escuela

CUENTO

Había una vez una niña llamada Julieta ella apenas iba a entrar a la escuela, no estaba muy emocionada en ir.  Un día haciendo unos dibujos en casa con su hermano, su mama le dijo: ¡Mañana es tu primer día de escuela!, ella contesto gritando: ¡No quiero!

Entonces su papá le pregunto: ¿Pero si aprenderás mucho Julieta? Y grito de nuevo: ¡Que no!

Esa noche la pobre de Julieta no podía dormir, estaba preocupada pensando en su primer día de clases  y sintió miedo y decía una y otra vez

• ¡Tengo miedo! ¡No tengo miedo! ¡Tengo miedo!

Y grito con todas sus fuerzas: ¡Mamá!

Entonces su mamá fue corriendo al cuarto de su hija  para saber que le pasaba y Julieta repetía: ¡Que no! ¡Que no! ¡Que no!  Y su mamá le consolaba diciendo:- Eres la niña más valiente e inteligente no te va a pasar nada, duerme tranquila.

Al día siguiente su mamá le preparo un rico desayuno con su tazón de chocolate y un pan. Esa mañana su papá la acompaño a la escuela mientras le decía muy calmado:

• No te preocupes, aprenderás muchas cosas en la escuela y serás más inteligente de lo que eres aparte ya eres una niña grande

Aunque Julieta estaba aún asustada se empezó a relajar un poco y dijo:

- Está bien

Al llegar a la puerta de la clase, había muchos niños y la maestra les saludaba al entrar pero cuando su papá se despidió

• Adiós Julieta, nos vemos al rato

Se quedó triste y se fue a su salón, estando en clase le pareció  muy interesante y divertido porque la maestra le iba enseñando muchas cosas y eso le gustaba a ella ya tenía algo que contar a sus papás.

Cuando su mama fue a recogerla Julieta le dio un gran beso y le dijo:

• Mamá me gustó mucho ir a la escuela

Su mamá feliz a lo que le respondió: - ¡Te dije que te iba a gustar!

Tiempo después Julieta había cumplido la mayoría de años lo suficiente para obtener los conocimientos adquiridos tanto buenos o malos de lo que había experimentado pero solo ella podía hacer lo que le consideraba la verdad. Le dijo a su papá:

• Papá te agradezco que me hayas llevado a la escuela aun cuando yo no quería y tenía miedo porque si así no fuera no tendría mis ideas claras y además quiero seguir preparándome para ser una gran maestra y poder contarles a mis alumnos lo que aprendí.
• No agradezcas hija todo lo que hice fue por amor y quería que estuvieras preparada para una vida mejor acompañada de experiencias.

Y así fue, Julieta se convirtió en una gran maestra a pesar de sus caprichos por aprender y su familia la seguía apoyando en su camino todos felices y colorín colorado este cuento se ha terminado.

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