Capítulo I: El espíritu de la vida económica
Enviado por hola-123 • 4 de Diciembre de 2017 • Apuntes • 3.363 Palabras (14 Páginas) • 226 Visitas
Prologo:
El estudio es del carácter espiritual de la especie humana “Burgués” a través de la fundamentación de los análisis psíquicos con materiales Históricos.
Introducción:
Capítulo I: El espíritu de la vida económica
La actividad económica como cualquier otra actividad humana, solo se manifiesta cuando el espíritu humano entra en contacto con el mundo exterior y actúa sobre él. En lenguaje metafórico podríamos hablar de la vida económica como compuesta de un cuerpo y un alma.
Las formas en que se desenvuelven la vida económica- formas de producción, distribución, organizaciones el cuerpo económico, del que también formarían parte las condiciones externas. A este cuerpo se contrapone el espíritu económico, el cual comprende el conjunto de actividades y facultades psíquicas de intervienen en la vida económica: manifestaciones de la inteligencia, rasgos de carácter, fines y tendencias juicios de valor y principios que determinan y regulan la conducta del hombre económico.
Los elementos espirituales que podemos detectar en las acciones económicas son de dos clases, por un lado se trata de facultades psíquicas o de máximas generales que solo revisten una importancia especial dentro de las fronteras de una rama determinada de la actividad: la prudencia o la energía, la honradez o la veracidad. Por otro lado se trata de manifestaciones psíquicas que no aparecen sino en relación con procesos económicos: la aptitud específica para el cálculo, la aplicación de un método concreto de contabilidad.
El espíritu que domina a los sujetos económicos es muy diverso, la primera premisa para comprender un correcto entendimiento de los fenómenos económicos es comprender que el espíritu de la vida económica, puede ser esencialmente distinto. Yo afirmo que el espíritu que anima a un moderno empresario norteamericano es distinto del que dominaba a un artesano de antaño; y que en nuestros días existen diferencias considerables, desde el punto de vista de su actitud ante la vida económica, entre un tendero, un gran industrial y un banquero. Se trata de diferencias esenciales.
Si se quiere puede entenderse esta diversidad del espíritu económico como diferentes manifestaciones de una misma y única naturaleza humana. Las diversas épocas de la vida económica se caracterizan por el espíritu concreto que en cada una de ellas a predominado, es necesario recurrir a la estructura externa típica de la época, del acontecer económico.
Esto quiere decir que el sistema económico solo caracteriza una época económica, cuando predomina en ella.
El autor distingue entre especulación teórica y especulación empírica. La teórica sirve para examinar consecuentemente rasgos individuales, que hemos observado en la actuación económica de personas distintas, elevándolos a una pureza conceptual. La idea de sustento, lucro, racionalismo económico. Con esto se construye una idea conjunta del tipo de un espíritu económico general. Los rasgos aislados o individuales o reunidos, se caracterizan en un sujeto económico imaginario. Para poder hablar de un espíritu concreto de la vida económica. Formulamos un juicio extensión y profundidad en la realidad, sobre su grado extensivo e intensivo. Esto depende, por un lado, de la mayor o menor aproximación de los rasgos individuales del espíritu económico en el individuo a su perfección ideal, y por otro lado de la mayor o menor acumulación de rasgos individuales que pertenecen a un espíritu total.
El desarrollo extensivo de un determinado espíritu económico se manifiesta en el número de individuos animados por él en cada época.
Un determinado espíritu domina en una época cuando conoce una gran difusión; predomina si determina las acciones económicas de la mayoría de los sujetos económicos. La expresión de la génesis del espíritu que domina con carácter casi exclusivo nuestro presente: el espíritu capitalista.
Se trata de comprender y exponer la evolución de la mentalidad económica dentro de los pueblos europeos de forma singular e independiente.
Capitulo 2: La mentalidad Económica Pre capitalista
El hombre pre capitalista es el hombre natural, el hombre tal y como ha sido creado por dios, el hombre de cabeza firme y piernas fuertes, el hombre que no corre alocadamente por el mundo y su mentalidad económica no es difícil de descubrir, puesto que se deriva directamente de la naturaleza humana.
La posición del hombre ante la economía, está al servicio de los objetivos humanos. El punto de partida de toda actividad económica; esta, como toda obra humana, se halla al servicio de los objetivos humanos. El punto de partida lo constituyen las necesidades humanas, su necesidad de bienes. Habrán de ser producido tantos bienes como se consuma (economía de gasto, como toda economía precapitalista burguesa, idea del sustento según posición social)
En la idea tomista es necesario que las relaciones de la persona con el mundo externo de los bienes se sometan a alguna forma a una limitación y norma. El sustento será vinculado a una posición social con esto quedan diferenciados radicalmente los dos estratos cuya forma de vida caracterizara la existencia pre capitalista; señores y la masa del pueblo.
Llevar una existencia señorial de opulencia determina que los gastos sean siempre mayores que los ingresos. El señor desprecia el dinero, el dinero esta para gastarlo. Tal ritmo de vida terminaría conduciendo a una ruina economía y la historia nos enseña que una gran parte que una gran parte de las viejas familias aristocráticas se arruinaron, en todo los países, a causa de una vida disipada. Esto condujo a la idea de la subsistencia, que imprime su carácter en toda institución económica pre capitalista. Esta idea nace según sombart en los bosques de Europa. La economía se subordina al principio de la satisfacción de las necesidades. Las esferas económicas se hallaron organizadas a la manera artesana, se parte desde la necesidades a satisfacer y con ello de trabajo a realizar, ambas están orientadas desde el punto de vista de subsistencia: el oficio debe servir para alimentar a su sujeto.
La economía precapitalista se hallaba efectivamente sometida al principio de la satisfacción de las necesidades, es decir, que con su actividad economía normal campesinos y artesanos no buscaban más que su subsistencia.
Se trata simplemente de hombres corrientes, con una fuerte capacidad instintivas, de cualidades afectivas y emocionales tan intensamente desarrolladas como poco cultivadas sus facultades intelectuales. La aptitud escasamente desarrollada para todo lo referente al cálculo, para la medición exacta de magnitudes, para el manejo correcto de cifras, no se tenía la idea del cálculo exacto. Los errores de acuerdo a detalles de las transacciones, están a la orden del día. No se establece ninguna clase de valores de cambio (que están determinados de manera puramente cuantitativa) sino solo bienes de consumo, es decir, objetos que se distinguen cualitativamente. Estaba poco desarrollada la capacidad volitiva como la energía intelectual, no hay rastro de amor a la economía o actividad lucrativa, el número de días festivos al año era elevadísimo (muchas veces la mitad o más) tampoco hay prisas en la ejecución del trabajo. Esta conducta económica altamente personal se caracteriza por su empirismo, o por su tradicionalismo. Se realiza tal cual como se ha aprendido, como es costumbre, es una inclinación nacida de la experiencia.
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