Castillo negro en el desierto

Una noche en medio de una tormenta de arena cuatro niños, Ramiro, Luis, Tomas y Clara una pequeña niña de trenzas largas y hermana de Ramiro, ingresan una noche en una Casona abandonada que esta en las afueras del pueblo donde viven.  Ellos la llamaron El Castillo Negro, ingresaron con una llave que cayo cuando empujaron la puerta, había mucho polvo, Ramiro prendió un fosforo, pero se apagó y buscaron un lugar dentro del castillo donde durmieron.

Al día siguiente Ramiro se levantó y vio un perro grande que lo miraba con sus ojos mansos, Clara se asusto con el perro. En un salón había un piano blanco, Luis le pide permiso al jefe que es Ramiro para ir a conocer el castillo, partieron por el primer piso, en el comedor había 12 sillas y una puerta que al abrirla a su izquierda tenía siete ventanas a la que Ramiro llamó la sala de las siete ventanas.

El perro llevo a Clara a un dormitorio celeste, había una cama de hierro cubierta con un género celeste, y en la cama sobre unos cojines una muñeca con los brazos abiertos, vestida con un gorro con encaje, un vestido azul, zapatos negros y calcetines azules, las piernas las tenía blancas y resecas, los miraba con los ojos entreabiertos. Clara se quedó con la muñeca y la llamo Abuela. Luego los niños siguieron recorriendo la casa y entraron a una habitación donde había una pintura colgada en la pared con una niña de cabello corto, ojos negros y con mirada triste. Ramiro, dijo que dormiría en esa cama que era grande, pero a Luis le molesto porque él también quería dormir en ella.

Ramiro fue a la sala de las siete ventanas y había una silla, se sentó en ella, Tomás estaba molesto porque pensaba que el debía sentarse primero, ya que Ramiro se había quedado con la cama grande y no era posible que se quedará con las dos cosas. Luis al ver a Ramiro sentado en la silla le dice que parecía un rey, Tomás estaba tan molesto que lo hizo callar y lo llamo estúpido.

Después todos se fueron a dormir, menos Clara que peinaba los cabellos enredados de su muñeca, cuando de pronto se apareció la niña de la fotografía que le dice que esa es su muñeca. Clara le pregunta como se llama y ella le responde que se llama Melisa.

Cuando despertó Ramiro fue al piano para tocar la nota más alta, cuando estaba a punto de hacerlo, sintió un grito y un ladrido. Clara le dice que solo ella puede tocar el piano. Ramiro pensó que su hermana había madurado en el castillo negro.

Tomás estaba celoso de Ramiro y se peleaba con Luis, ya que decía que Ramiro era el mejor amigo. Era tanto su enojo que le grito a Luis y Ramiro le advirtió que al próximo grito se debía ir. Tomás se altero y le dijo que se sentía superior a ellos. Ramiro, solo lo miro y no respondió.

Clara le cuenta a su hermano que se le había aparecido la niña de la pintura y que la muñeca era de ella, que habían jugado juntas. Le contó que Melisa tocaba el piano y que la había invitado a tocar junto a ella y que necesita hacer un vestido para la función de esa noche. También le conto que le había pedido que se quedaran en el castillo hasta que la muñeca cerrara los ojos. Ramiro pensaba que su hermana se había enfermado.

Tomas y Luis se ríen de Clara, ya que no le creen lo que ella les conto sobre Melisa y la muñeca, Ramiro se enoja con sus amigos y discute con ellos. Clara lloraba porque se habían reído de ella, su hermano hablo con ella y le dijo que iría al concierto, también hablo con Tomas y Luis para que le siguieran el juego, que fueran a la función y no se rieran de ella.

Al llegar la noche Clara comienza a tocar el piano, los amigos estaban impresionados, luego vieron dos Claras y algo se desprendió y la imagen de Melisa se apareció delante de ellos, con un vestido blanco de encaje y botines negros, una niña de unos 14 años. Clara le dice lo hicimos, Melisa le contesta que sí y luego desaparece.

Clara les mostraba la cara de la abuela a los niños para que vieran que estaba envejeciendo, les cuenta que Melisa la quería mucho y que cuando ella enfermo por dentro su muñeca lo hizo por fuera. Les dijo que Melisa le había pedido que cuidara de la abuela hasta que no pueda abrir los ojos.

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