Comentario literario sobre "El cuervo"

Y EL CUERVO DIJO: NUNCA MÁS.

La vida tiene altos y bajos, felicidad y tristeza, anhelos y decepciones; lo cual la hace sin duda, un riesgo tan inevitable como placentero. Miles de poemas se han publicado a lo largo de la historia, y más que vienen en camino, sin embargo, es imposible negar la trascendencia que “El cuervo” tuvo en cada uno de sus lectores. Edgar Allan Poe, ferviente escritor, poeta, crítico y periodista romántico que sin duda alguna compuso las letras más bellas, amargas, melancólicas y terroríficas que el romanticismo pudo vislumbrar y que podemos leer y releer interminablemente fue quien sacó a la luz este radiante poema. Mucho se dice acerca de Poe, algunos lo tachan de ebrio la mayor parte de su vida, para otros es un incomprendido que se rodeó de mera tristeza. Sin embargo, en esta ocasión no hablaremos de la vida de Poe, sino de su (por lejos) más conocido poema que lleva por nombre “El cuervo” o “The raven” en su idioma originario en inglés. Este interesante poema narrativo fue publicado por primera vez en el año 1845 por la revista estadounidense “Evening Mirror”. Aquel bello poema fue muy bien recibido por el público del norteamericano país, de pronto Poe era conocido internacionalmente y como siempre en su corta vida los lectores se dividieron en dos bandos: los que amaron el poema con locura y los que decían que no era más que una invención loca y superflua. Yo me considero en el lugar de los primeros, ya que sin duda alguna “El cuervo” es una pieza realmente exquisita y llena de emoción. Como primer punto, este poema narra la inesperada y muy misteriosa visita de un cuervo parlante a la casa de un amante afligido que sufre y llora por la pérdida de su amada Leonora, está de más referirnos al amor como el sentimiento que encandila a todos aquellos que lo sienten, y si el amor causa tanta admiración, el desamor (fiel antagonista del primero) ocupa un lugar muy fuerte y profundo en el corazón de sus huéspedes. En este caso vemos la dimensión del amor y desamor que azotan a nuestro narrador desconocido el cual sin duda alguna se encuentra ante dos sentimientos muy opuestos: el deseo de recordar y el deseo de olvidar. En realidad, aunque suene algo poco creíble, Edgar no tuvo ninguna intención de crear una alegoría alrededor del cuervo, él quería más que nada escribir este poema como una narrativa. Sin embargo, muchos asocian al cuervo como un pájaro enviado por el demonio para atormentar a almas dolidas por la pérdida. De hecho, si leemos y prestamos mucha atención al poema podríamos decir que Poe o nuestra voz lírica tomó esta concepción como algo cierto ya que, en reiteradas oportunidades menciona que este proviene de “la ribera plutónica de la noche” haciendo referencia a Plutón, el dios romano del inframundo. Así mismo, según el propio poeta, nuestro narrador es un estudiante. También podemos hallar pruebas de lo anteriormente mencionado (aunque no sean tan explicitas) debido a que en las primeras líneas del poema se menciona que el joven comienza leyendo un libro. De igual forma, por el busto de Palas Atenea sobre el cual se posa el cuervo porque como es bien sabido, Atenea es diosa griega de la sabiduría. No podemos dejar de mencionar la intrigante frase que encabeza este texto: “Nunca más” es la más resaltante del poema ya que el cuervo no la deja de repetir a cada pregunta que nuestro narrador le realiza convirtiéndose así en la frase inolvidable y conmemorativa de toda la narrativa de Edgar Allan Poe. Y así muchas y muchas más cualidades que posee este poema, por ejemplo, que: Poe basó su estructura en la complicada rima y ritmo del poema “Lady Gernaldine´s Courtship” de la fantástica Elizabeth Barrett; de igual manera obtenemos un dato sobre la inspiración que tuvo Poe para crear al cuervo en la novela “Barnaby Rudge” de Charles Dickens. Por eso y más es que “El cuervo” es una intrigante lectura para todos aquellos a los que les atrae lo oscuro, romántico y maravilloso del mundo fantasmagórico y tenebroso de Edgar Allan Poe.

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