Como se da La huelga de doña Lupe.
Enviado por Edith Gonzalez • 8 de Noviembre de 2015 • Reseña • 1.564 Palabras (7 Páginas) • 251 Visitas
La huelga de doña Lupe.
Esta es la historia que se dio en el pueblo de la escondida, ubicado a 30 min de Uruapan, Michoacán. La mayoría de sus habitantes se dedican al cultivo de aguacate y viven de la cosecha de este producto y en este pueblo viven varias familias, como la familia Figueroa, la cual está compuesto por 5 integrantes doña Lupe, don esteban y sus tres hijos (Sara, Susana y Felipe). Doña Lupe siempre se ha caracterizado por ser una mujer que lucha por la igualdad, en su casa ella quiere que allá igualdad en las tareas domésticas. Susana y Felipe en su casa son un completo desorden, la ropa tirada los cuadernos amontonados, en la escuela, son irresponsables, etc... Y don esteban por su parte en ocasiones llega borracho dándoles un mal ejemplo a sus hijos. La madre se vio con la responsabilidad de educar a sus hijos, hacer de aquellos niños, buenos ciudadanos a fuerza de razonamiento. Un domingo al llegar a casa, se encontraron con una sorpresa a la entrada se encontraba una gran pancarta que decía lo siguiente: MAMÁ EMPIEZA UNA HUELGA DE BRAZOS CAÍDOS HASTA QUE NO SE VEAN ATENDIDAS SUS REIVINDICACIONES: REBAJA DE HORARIO LABORAL Y AUMENTO DE SUELDO. Se miraron y se echaron a reír; mamá, a todas luces, bromeaba. Si no hacía ella el trabajo de la casa, ¿quién lo iba a hacer? Y lo del sueldo era todavía más divertido porque ella no cobraba nada por limpiar, guisar, lavar y planchar, esas eran unas obligaciones suyas que nadie discutía. La única que la apoya en esta lucha era Sara ya que al igual que doña Lupe estaba cansada de tener que limpiar los desastres de Susana, Felipe y don Esteban.
Encontraron a su madre en el cuarto de estar relajada, oyendo música mientras leía un libro. Les miró y se limitó a decirles – Sara y yo hemos comido; ustedes pueden preparar lo que gusten. Por la noche ya todos sentados en las sala don esteban le pregunto a Sara que era lo que estaba leyendo esta respondió - Sobre la igualdad de género ya que esta permite a las mujeres y hombres las mismas oportunidades, condiciones y formas de trato.
En este pueblo también vive don Julián el tendero, él es amable y generoso, cuando doña Lupe fue a su tienda a comprar alimentos, ella le platico que estaba en huelga en su casa, este le dijo que hacía muy bien, en tomar las medidas necesarias para que su familia comprendiera que todos deben apoyar en casa, después de despedirse amablemente de don Julián, se fue al mercado a comprar lo que ocupaba para la comida de ella y de Sara. Cuando estaba en el mercado pidiendo 1 kilo de naranjas, escucho a dos señores platicando sobre que las mujeres solo deben estar en casa, uno de ellos comento – Ellas no sirven para trabajar, solo sirven para estar en casa limpiando. – Muy bien dicho, doña Lupe solo sonrió y dio media vuelta.
Mientras, en la escuela la maestra Verónica, ella es de carácter amable y tolerante, les explicaba a sus alumnos la “división de trabajo” y de la responsabilidad que ellos tenían como hijos, y era el estudiar y sacar buenas calificaciones, además de apoyar a mamá en casa. Al salir de la escuela Susana y Felipe acudían al catecismo, que era impartido por la catequista Nancy, ella era simpática y siempre estaba de buen humor, la cual les explico en su clase que la sociedad es la que atribuye a cada sexo las características de género, con estereotipos.
Sara tuvo que ir a la presidencia a realizar unos pagos, donde se encontró a sus amigos, a los cuales invito al cine, al salir de la presidencia se encontró a otro amigo comprando el periódico – Me da el periódico del día de hoy por favor – Si claro, con mucho gusto. El cuál le pregunto el por qué ya no acudía a jugar vólibol, ella le respondió que el viernes en la práctica Alfonso y pancho comentaron que no debería estar ella en el equipo porque era mujer y en el equipo solo había hombres, su amigo le aconsejo que no hiciera caso y que les demostrara que ella podía jugar al igual que ellos, ella prometió que lo pensaría y se despidieron.
Al llegar a casa, don esteban, Susana y Felipe comentaron - Así es que la huelga de mamá va en serio. Lo comprobaron al ver que era la hora de comer y ni siquiera estaba puesta la mesa ni había indicio de comida. Se hicieron unos bocadillos y vieron que en el fregadero estaban los platos que habían usado para comer su madre y su hermana. En la habitación se encontraron sin hacer las camas y la ropa sucia tirada en el suelo. ¡Qué fastidio!, dijeron a dúo.
Doña Lupe los miraba burlona y sonreía mientras hacía planes con sus amigas para irse al cine. Al llegar la noche decidieron con sus ahorros comprar una pizza para la cena.
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