Cuento Las letras también sienten

Las letras también sienten

Había una vez en un mundo donde las letras habitan, una pequeña letra C, en letralandia eran tiempos donde las letras no se juntaban con los de su misma clase ya que se pensaba que ya conocían como era cada uno y querían saber más sobre otras letras que de ellos mismos porque ellos tendrían más cosas que contar, por eso para ellos era mejor juntarse con otras letras del abecedario.
Pero esta pequeña letra C cambio TODO ahora si comencemos con la historia.
Letra C estaba siempre solo, antes solía tener muchos amigos pero de tanto saber de las demás letras se aburrió ya que conocía a cada letra del alfabeto, un día cansado de su soledad camino por el patio de la escuela de letritas y vio una letra C sola igual que él, ella era muy solitaria ya que antes tenía dos amigos H pero ellos se alejaron de ella y se separaron por la regla de letralandia, después de eso ella decidió no tener amigos. Él pensó que tal vez estando los dos solos podía hacerse compañía, sabía que estaba en contra de las reglas, pero decidió intentarlo, se le acerco y muy amable dijo –Hola soy una C- ella enseguida de aquel amistoso saludo lo vio y lo ignoro, él un poco menos animado y pensando que ella no lo había escuchado repitió –Hola soy una C-, ella enojada volteo y dijo en tono grosero –No ves que yo también soy una C, ¡déjame en paz!- él se alejó de ella un poco triste pues él solo buscaba que esa linda C fuera su amiga. Por la noche cuando C estaba por dormir pensó como impresionar a esa linda letra C decidió hacer con sus propias manos un moño muy bonito color rosa y se dijo así mismo --Así poder identificar a mi amada letrita- ya que entre letras se parecen y no quería confundirla, al día siguiente muy temprano busco a C y le entrego el moño, ella estaba muy nerviosa y un poco roja con aquel regalo así que lo tomo y se fue corriendo, más tarde cuando C estaba solo en el patio, la pequeña C se le acercó y le dio las gracias por el moño, él cuando vio a su pequeña letrita con el moño se puso muy feliz, empezaron a hablar y a conocerse más así se dieron cuenta que la única regla que tenía letralandia era muy tonta porque entre más hablaban sabían que no se conocían del todo. Así pasaron los días y los meses y poco a poco C y la pequeña C se volvieron más unidos, muchos cuando los veían tomados de las manos los veían mal por aquella regla, peor todos aquellos comentarios no les importaban ya que su amor era más fuerte, siempre se les veía juntos por letralandia, si C iba a un lugar siempre su pequeña C lo acompañaba los dos entrelazados de las manos nunca se soltaban, por eso sus amigos los empezaron a llama alquenos por ser muy unidos, pero no todo en la vida es tan fácil mucho menos el amor, un día un dúo de C con los colores más oscuros de letralandia sintieron envidia ya que ellos pensaban que iban a ser los únicos que rompieran esa regla y quería ser los únicos en romper las reglas solo por ser malos y no por una tontería como el amor decían ellos, ellos eran peligrosos y todos en letralandia sabían que debían cuidarse de ellos. Así que quisieron separar a C y su amada, pero C era muy listo y sabía que su amada no lo traicionaría, el dúo de C les dijeron a C que su amada letra C estaba saliendo con H un tipo alto y muy apuesto pero él no les creyó nada y se fue a buscar a su pequeña C, pero ellos por otro lado le pagaron a H para que cuando C fuera a buscarla estuviera con ella, cuando C llego vio a su amada con H y recordó lo que le habían dicho ese dúo de C y se dio la vuelta enojado, pequeña C lo vio y corrió hacia él, le explico que H le dijo lo que habían propuesto el dúo de C y que no quería hacerlo, como C amaba a su pequeña C, le creyó, desde ahí decidieron que nada ni nadie iba a poder separarlos.
Paso el tiempo y el dúo de C fue llevado a la cárcel porque había quemado un bosque entero en letralandia, los descubrieron y cuando fueron llevados a la cárcel fueron encerrados juntos con una cadena ya que ellos no querían separarse por que la amistad que tenían era muy fuerte debido a tantos años, en la cárcel aun asiendo maldades juntos los llamaban los alquinos.
Así fue como C y pequeña C podían estar juntos y sin miedo a que alguien los separar, aunque sus padres aun no estaban de acuerdo que entre mismas letras se mezclaran, decidieron seguir su amor y luchar por él.

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