Cuento de amor Dedicado a nuestro hijo adoptivo

Cuento de amor

Dedicado a nuestro hijo adoptivo

Ruth Bravo

Había una vez una pareja de osos, papá oso y mamá osa, vivían en un pueblo llamado San Feliz, en la calle amor entre las calles esperanza e ilusión….

Un día comenzaron a sentir que en su casa faltaba algo, había un vacío que nada llenaba, y día a día se repetía esa sensación; entonces fue que se dieron cuenta que les faltaba un cachorrito, “su cachorrito”, ese que les diera la alegría de sentirse padres.

Sin embargo, con el pasar del tiempo, mamá osa no podía tener en su guatita a un cachorrito, entonces comenzaron a buscar por todas partes a ese “cachorrito del corazón” que ellos sabían en algún lugar les esperaba…

Por otra parte ese pequeño cachorrito que ellos tanto querían, había nacido de la guatita de otra mamá oso, pero ella no podía cuidarlo, fue entonces que también comenzó a buscar esos papás osos que pudieran cuidar  y amar a ese pequeño e indefenso cachorrito, que cada día crecía un poquito, así que un día lo dejó en un hogar provisorio donde le cuidaron y quisieron mientras sus papitos osos llegaban….

Papá oso y mamá oso un día decidieron ir a otro pueblo, mucho más grande del de ellos, y allí encontraron un lugar que era una fabrica de familias, así le llamaron, porque era un lugar muy acogedor donde le ayudaban a los papás osos, papás leones, papás gatos… en fin a todo el que pidiera ayuda para encontrar a sus amados cachorritos, pasaron por varias pruebas que demostraran que eran buenos y que cuidarían muy bien a su cachorrito.

Hasta que un día les llamaron para avisarles que su hijito cachorro estaba listo para irse a vivir con ellos.

Ellos lloraron de emoción, gritaron, saltaron de alegría porque por fin tendrían a su osito entre sus brazos.

        Hasta que llegó el día… era el día más hermoso para ellos, se subieron a su bólido y partieron  a esa ciudad un poco lejana a buscar a su amado bebé.  El encuentro fue muy emocionante, se miraron, se besaron y se dieron un gran y apretado  abrazo de osos, fue el día más  maravilloso que hayan tenido.

Y así fue que llegaron a su casa, su cachorrito descubrió su nuevo hogar, sus papis le habían hecho con mucho amor una pieza especial donde él pudiera jugar y dormir muy cómodamente, esa noche los papás osos casi no durmieron contemplando a su pequeño bebé.

Posteriormente tuvieron que ir donde el “oso Mayor”, el oso que decide sobre los cachorritos, fue entonces que él dijo que papá oso, mamá oso y cachorro oso donde ese día serían una “Familia adoptiva de osos” y que jamás nadie, lo repito, jamás nadie los podría separar.

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