Cuento Libreamor (para Fomentar La Independencia De Los Hijos)
Enviado por budafers • 25 de Junio de 2012 • 2.192 Palabras (9 Páginas) • 918 Visitas
LIBREAMOR
Viajaba yo en un tren en el vagón “fumador” y venía absorto observando cómo en el sillón de enfrente una señora jugaba con su hijo de mas o menos un año de edad. Ella estaba casi recostada en el como sillón del tren y su hijo yacía encima de ella. Sus rostros se hallaban frente a frente y mantenían un juego secreto que a los dos hacía reír con ganas, se platicaban, se hacían gestos, se hacían cosquillas, se escondían. De repente escuche una vez que me sacó del trance en que venía.
Le están tejiendo su “Libreamor”- me dijo la voz-
Me di la vuelta para ver quien me había hablado y me encontré con una muchacha bonita (después supe que era una hada).
Si,-me dijo- ¿no puedes verlo?
-No,-le respondí atónito- ¿cómo dijiste?
-Dije que al niño le están tejiendo su “Libreamor”
Y después de una breve pausa añadió: Ya casi esta terminada.
Como en los trenes, uno siempre tiene ganas de platicar, especialmente yo, pregunte intrigado: Explícame que es eso de “Libreamor”. El hada que ya sabía que yo se lo iba a pregunar, estaba lista para revelarme un gran secreto. Las hadas no se aguantan las ganas de revelar secretos, y comenzó así:
-El mago supremo le dio a la humanidad un don maravilloso, … le entrego agujas mágicas con la que se teje el “Libreamor”.
Yo la miraba y escuchaba asombrado.
-El “Libreamor”, continuó el hada, es la capa mágica que cada madre teje a sus hijos y con la cual les confiere un enorme poder, el poder de amar. Cada vez que una madre acaricia a su hijo, le habla, lo atiende, lo alimenta o juega con el, vuelan las agujas mágicas y dan una puntada; y si el empeño no cesa o la tarea no se interrumpe, mas o menos a los dos años el “Libreamor” cubre ya por completo al niño. Como la capa es invisible nadie explica por que el niño de repente se siente tan confiado, tan seguro de sí mismo, ni por que de buenas a primeras ya no le importa separarse de su mamá.
Obviamente,-dijo el hada con suficiencia- es el enorme poder de su “Libreamor” lo que les permite actuar de esta manera; aunque no siempre es así- añadió el hada con tristeza-
-¿Porqué?- le pregunte yo-
Para tejer la “Libreamor” de sus hijos las madres tienen que amarlos y atenderlos con ternura y solicitud, y la tarea no debe interrumpirse hasta que la capa este terminada. Si por alguna razón la madre y su hijo se separan antes de que esto ocurra, la capa se desteje, … se le van los hilos.
-¿Y de qué son los hilos? –pregunté-.
Son hilos de energía vital, que las madres toman de su propio “Libreamor”. Ellas destejen su capa para tejer las de sus hijos. No hay forma mas perfecta de amar.
¿Y si no tienen “Libreamor”?-pregunté atemorizado-.
-No deben tener hijos –respondió fulminante el hada-.
-¿Y si se quedan sin nada al destejer su capa? –volví a preguntar-.
-Eso a ellas les importa un comino- me respondió el hada-. Además a ellas las abrigan los “Libreamor” de sus hijos y de su amado.
-¿De su amado?
-Si, -me dijo- si ellas se sienten amadas podrán cumplir mejor con su tarea. Para que el “Libreamor” te cubra toda la vida debe tener un número exacto de puntadas, no debe quedar ni chica ni grande. Cuando se atiende solamente al niño para que sobreviva, sin alegría ni esperanza, las agujas darán pocas puntadas y la capa quedara muy cortita, el niño no se sentirá protegido, no tendrá suficiente confianza en sí mismo.
Y si su madre lo sobreprotege porque le tiene miedo a la soledad o porque ella misma necesita amor, entonces las agujas darán demasiadas puntadas, el “Libreamor” quedara demasiado grande y se le enredara entre las piernas al niño y no podrá caminar solo.
¿Y cómo saben ellas cuantas puntadas dar? –dije-.
-No te preocupes –me dijo el hada- cualquier madre sensata lo sabe muy bien. Un detalle importante que no había mencionado –continuó- es que hay una clave secreta para que las agujas tejan.
-¿Cuál es? –me apresure a preguntar-.
-La clave es que la madre mire a su hijo a los ojos cuando lo atiende, … él la mirara a ella y, ¡entonces las agujas de pondrán a trabajar!.
-¿Y si no se miran a los ojos?
-Todas las madres miran a sus hijos a los ojos, así es como se comunican entre ellos. Si esto no ocurriera sería muy preocupante. Claro que generalmente las madres aman a sus hijos y les tejen unos “Libreamor” preciosos que harán posible que sus hijos puedan amar y confiar en el amor. Si no tienen “Libreamor” no podrán amar. –añadió el hada muy seria-.
-¿Y los niños que no tienen mamá? –pregunté muy preocupado-.
-Esa es una pregunta muy importante –dijo el hada- porque todas las personas necesitan un “Libreamor”; sin embargo otra persona puede tejerle el suyo a un niño si lo ama incondicionalmente, es decir, si el niño encuentra amor de madre. Te voy a explicar bien –dijo el hada-. Si un niño no encuentra a “alguien” en especial que le de amor de madre y crece rodeado de “puras tías” o sea, de personas que lo atienden por turno, las agujas darán puntadas pero tejerán solamente retazos, no un “Libreamor”.
Sin embargo, si el niño tiene a sus padres tejiendo el suyo y además tiene abuelos, tíos o gente que lo atiende parte del día en una estancia infantil, todas las puntadas de las agujas van a dar al “Libreamor” que la madre esta tejiendo y el resultado será un “Libreamor” de lujo.
_¿Y los papás qué hacen? –volví a preguntar.
-Cuando los papás atienden a sus hijos, también vuelan las agujas y dan unas puntadas muy vigorosas que producen unas capas muy resistentes y vistosas. Esos niños tendrán una enorme confianza en ellos mismos –añadió el hada-.
-¿Y cuando los niños crezcan? –no me cansaba de preguntar-.
-¡Pues podrán amar!. Amar no es otra cosa que quitarte tu “Libreamor” y ponerlo sobre los hombros de la persona que amas. Ese es el mayor don que los hombres pueden otorgar. Dicen, -continuó el hada- que las persona que recibe un “Libreamor” siente un enorme bienestar, que es tanta la energía que recibe que hasta cosquillas le hace, y también dicen que si esa persona que tu amas coloca su “Libreamor” sobre tus hombros te hace profundamente feliz, eso se llama reciprocidad y no hay nada mejor en este mundo. Sin embargo, es muy importante saber que hay gente que solo desea ser amada, son personas encantadoras
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