Cuento de las estaciones del año
Enviado por FRANKI19 • 21 de Marzo de 2017 • Tarea • 1.302 Palabras (6 Páginas) • 292 Visitas
El descubrimiento
Era verano del 98,(Al final lo descubrí) un día como cualquier otro, uno de esos días en vacaciones en los que no sabes que hacer así que estaba contemplando el atardecer sentada sobre la acera, mientras disfrutaba de una deliciosa paleta de hielo sabor limón. El cielo parecía estar partido en miles de pedazos color blanco con un bello fondo azul, veía cientos de figuras, imaginaba elefantes, gatos, conejos, aviones y todas estas figuras eran tan solo las nubes. Mi concentración era extrema, de repente olvidaba que debía seguir comiendo mi paleta o el incesante calor la terminaría derritiendo. Decidí tomar mi bicicleta y rondar la cuadra, mi madre limpiaba la casa, así que era mejor que me alejara de esa zona de peligro, el viento golpeaba mi rostro y los disfrutaba muchísimo. Solía estar vestida con mi overol, tenis y por supuesto un lindo sombrero diseñado por mí misma. Mientras recorría las calles de mi sector y mi bicicleta podía notar como todos los demás niños se divertían con pelotas, muñecas, y un sinfín de artículos que para mi parecer eran absurdos, yo siempre deseaba saber más, intentando descubrir las más grandes interrogantes del mundo, como por ejemplo ¿De dónde venían los niños?, pero existía una situación que aquejaba mi diario existir y debía encontrar una solución. Después de un largo paseo por el vecindario decidí regresar a mi hogar, pero no sin antes percatarme que mamá había terminado de limpiar. Tomé un baño como todos los días, merendé y me acosté a dormir intentando pensar como resolvería la duda y el misterio que me aquejaba, para eso pensé en la persona correcta para resolver este misterio ¡Mi hermana!, ella sabría qué hacer y cómo.
A la mañana siguiente decidí despertar lo más temprano posible, estas vacaciones serian el escenario perfecto para mi investigación.
-¡Vamos, despierta Sara!- le rogaba a mi hermana. Fue un intento fallido, debía esperar a que decidiera despertarse, pero no podía esperar más así que tome una rebanada de pan y corrí a el patio por mi bicicleta, de inmediato sentí esa sensación que me hacía sentir tan bien pero que aún no podía entender, ¿Por qué los días son tan diferentes? Esa era mi pregunta, hace unos meses todo parecía nuevo, las flores recién despertaban y hoy parece que tienen calor. ¿De dónde provenían esos cambios? Continúe formulando mis hipótesis, pero ninguna me parecía lógica entonces pensé: “Si no hay nada que provoque que los días sean tan diferentes, debo ser yo la que se imagina, entonces mañana despertaré enojada y el día estará horrible y frio quizá. Esa tarde intente enojarme por todo lo que me sucedía.
-Oh no Fifí, esta vez no puedo abrazarte, estoy muy molesta- mi perrita debía saber que también estaba molesta.
-Abril, ven a cenar- gritaba mi madre.
-No madre no me es posible esta noche-
- ¿Por qué dices eso Abril? -
Y así tuve que confesarle a mi madre todo lo que estaba haciendo y lo que intentaba resolver haciendo que me enojara y despertara de mal humor al día siguiente. Mi madre solo se rio y me dejo continuar con mi experimento. Entonces me fui a la cama, con todas las intenciones de despertar de mal humor al día siguiente.
-Abril, despierta esta mañana debemos ir a visitar a la abuela- gritaba mi madre para hacerme despertar.
-Voy- Respondí a mi madre. Como un día cualquiera desperté y me vestí para salir a visitar a la abuela.
-Rayos- Exclamé, -Debo estar muy molesta para ver si este día es diferente a los anteriores- así que fruncí el ceño y salí a tomar el desayuno, pero al parecer todo seguí igual, el día me seguía gustando tanto como el anterior, y lucia de la misma forma, el clima era tan agradable, el viento estaba a favor, así que mi idea era fallida. La incógnita seguía sin resolverse.
- Debo encontrar una respuesta- en ese instante recordé a mi hermana Sara nuevamente.
-Saraa, ven y ayúdame a resolver este misterio-
-No puedo, debo arreglar mi cuarto, otro día te ayudaré-
Parecía que el mundo estaba en mi contra, no había manera de explicar cómo los días actuales no se parecían a los días de navidad o los días cuando las flores nacen o cuando mueren, todo era tan distinto.
Decidí subir a mi árbol favorito, quizá era mi favorito porque era el único que había en mi patio, de cualquier forma, era exclusivo para mí. Busque el lugar perfecto para poder observar el cielo, y nuevamente veía un cielo despejado, unas nubes blancas y enormes a un lado del sol grande y brillante. -Este día se parece al de ayer, de alguna manera deseo que cambie, estoy aburrida, ya no quiero salir en mi bicicleta, ahora quiero hacer barquitos de papel y echarlos a andar. Entonces dije: - Quizá si deseo con todas mis fuerzas que mañana llueva, lloverá, sí, sí, tengo la respuesta, es solo cuestión de desearlo-
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