Cuento raton y el zorro

Desde mis ojos

Ya salió el sol y ella como siempre, despertó antes del amanecer. Taylor se acerca y me da palmadas en la cabeza y un beso en la nariz. “mi ni;o lindo” así me llama casi siempre. Ella trata de pasar mucho tiempo con migo. La verdad, es que no me quejo. Me alimenta, me baña, me acaricia y cuando puede juega con migo. A veces quisiera que estuviera todo el día a mi lado, pero yo entiendo, me lo ha explicado muchas veces aunque ella crea que no lo hago. “como quisiera no ir a trabajar y llevarte a la playa, pero alguien tiene que pagar tu comida” dice. a veces quisiera poder hablarle… como ayer por ejemplo, llegó un poco más tarde de lo habitual y como siempre, corrí a recibirla pero esta vez solo paso su mano por mi lomo en vez de sentarse a darme abrazos como hace siempre,  siguió hasta la cocina, dejo unos paquetes en la mesa y se echó a llorar. Fui corriendo a sentarme en sus piernas mientras ella lloraba y me contaba lo mal que le estaba yendo en el trabajo y además había peleado con su mejor amiga. Yo quería decirle que todo iba a estar bien, quería decirle cuanto la quería asique lo dije, me quede junto a ella hasta que dejara de llorar y le lleve el control de la tv en mi hocico (el cual disfruto mucho escondiendo cada vez que ella sale del departamento y espero a que llegue para que lo pueda encontrar) pues sabía que no estaba de humor para juegos. Me dejo subir a la cama con ella, vimos televisión hasta que se quedó dormida y luego yo. Espero que sepa cuanto la amo aunque no pueda decírselo.

(kiba: un cocker spaniel hablando de su dueña)

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