Cuento zika.
Enviado por yayis810424 • 29 de Noviembre de 2016 • Trabajo • 988 Palabras (4 Páginas) • 1.111 Visitas
Zika
Una noche, mientras mis amigos y yo jugábamos un partidito de futbol en el parque que está cerca de mi casa; creímos ver unas luces en el cielo. Al principio pensamos que se trataba de algún avión; pero inmediatamente nos dimos cuenta que no, porque esas luces empezaron a moverse más aprisa hasta que desaparecieron. Al ver lo que había ocurrido mis amigos y yo corrimos a nuestras casas asustadísimos.
Esa noche, paso algo muy extraño, mientras escuchaba música en mi cuarto, vi por la ventana una luz tan brillante que iluminó mi habitación. Me asomé temerosamente y, ¡no podía creer lo que mis ojos estaban viendo! Era un platillo volador como los que aparecen en los videos de YouTube. Me asusté tanto, que salí corriendo, gritándole a mamá y a papá, pero nadie me escuchó porque no había nadie en mi casa.
- ¿Dónde estarán? – me pregunté confundido.
Estuve a punto de salir a la calle cuando la voz de mi madre escuché detrás de mí. Voltee inmediatamente y le pregunte que donde se había metido. Me dijo que había salido a tirar las bolsas de basura. Y la interrumpí, preguntándole si había visto el platillo volador. Ella se rio y me dijo que estaba loco y que me fuera a dormir. Al llegar al cuarto, me dirigí a la ventana pensando que vería nuevamente aquel objeto, pero fue en vano, lo que si pude observar fue a Zika, el nuevo vecino. Hace una semana, él y su familia se mudaron a la casa de junto; nadie sabe nada acerca de ellos, lo que si se es que son muy extraños.
Hoy es lunes, primer día de clases después de dos semanas de vacaciones. Por un momento creí que nada fuera de lo normal pasaría ese día; me equivoque, Zika el nuevo vecino cruzó la puerta de mi salón, no podía creerlo. La maestra al verlo, inmediatamente le dio la bienvenida y lo invito a sentarse. El sin decir una sola palabra se sentó en el banco que estaba junto al mío; a manera de saludo le regale una sonrisa, él sólo me vio sin reflejar en su rostro un gesto de cordialidad. Después de esa desilusión no volví a dirigirle la palabra, era un engreído.
Ha pasado ya una semana desde que Zika, el chico nuevo llego a la escuela. Mis amigos y yo creemos que viene de otro mundo. El otro día lo invitamos a jugar una cascarita en el descanso; sería el portero. Todo iba bien nadie se había acercado a nuestra portería hasta que el “Rolly” por querer impresionar a las chicas del salón se aventó una chilena; yo estaba seguro que sería un golazo de no ser por Zika, quien sin moverse detuvo el balón; todos nos quedamos con la boca abierta pues no entendíamos como le había hecho.
Ese día fue tema de todos en la escuela.
Ya en la cena le platique a mi familia lo que había pasado en la escuela, obviamente no me creyeron. Termine de cenar y me retire a mi cuarto, iba molesto. Al llegar a la puerta de mi cuarto la abrí y la volví a cerrar rápidamente, una luz fluorescente iluminaba mi habitación. Estaba petrificado de miedo, no quería entrar, pero al mismo tiempo me invadía la curiosidad así que me arme de valor y entre al cuarto; ahora no había ninguna luz. Me dirigí a la ventana para ver si en algún lugar la veía y, no me equivoqué, esa luz provenía de la casa de Zika. Ahora no había duda, Zika y su familia no eran humanos.
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