De niños queremos ser adulto

Cuantas veces nosotros de niños queremos ser adulto sin saber que la mejor etapa de la vida es esta la de la niñez y juventud; para mirar las maravillas de la vida sencillamente tenemos que mirar, creer y pensar como niño, pero hay también algunas cosas maravillosas que son invisible para el ojo humano. Pasamos parte de nuestra vida buscando saciar algunas necesidades sin darnos cuenta que lo que tenemos es mejor a lo que estamos buscando. Dejamos pasar de una manera tan fácil aquella etapa en la que éramos felices pero no lo sabíamos. El libro El Principito es uno de los muchos libros que nos enseñan lo importante que es esa etapa de la niñez y la juventud y por qué debemos aprovecharla, nos enseña también que una de las cosas fundamentales en la vida son los amigos, hay que saber escogerlos y saber socializar con todos. Cuando tenemos ciertos amores hacemos lo imposible para sobreproteger de ellos, esto mismo hacia el principito con su planeta, que quiso conseguir un cordero para que se comiera las semillas de los baobas (árbol grande que si se maduraba crecía de tal manera que podría estallar su planeta) pero sentía muchísimo más miedo al saber que este cordero que él pensaba llevar para su planeta podría comerse la rosa que el tenia y que según ella era la única en su especie por esto tuvo una pequeña discusión con el que escribe el libro porque no le supo dar una respuesta adecuada sobre las espinas de las rosas; sentía miedo de perder aquello que más quería.

Quisiera en este ensayo hablar de los personajes que aparecen ya que me parece muy importante incluirlos porque como actúan nos dejan un pequeño mensaje que a la hora de la verdad es muy grande para nuestro corazón.

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