“EL MIEDO EN LOS TIEMPOS DEL CONDE”
Enviado por JESSICAJOSE0504 • 16 de Noviembre de 2015 • Resumen • 2.601 Palabras (11 Páginas) • 156 Visitas
“EL MIEDO EN LOS TIEMPOS DEL CONDE”
La verdad me es más cara que la vida, pero no compraré la una por el precio de la otra (Horace Walpole).
I. INTRODUCCIÓN
En el siguiente trabajo se va a bordar un análisis sobre un libro cuyo nombre es: “El castillo de Otranto”. Es un libro escrito por Horace Walpole publicado en 1764, este mismo libro es el texto inaugural de la lectura de terror.
El genero de terror representa el cultivo del miedo, despierta ciertos estímulos emocionales y presenta escenarios temerosos y con figuras sobrenaturales. [pic 1]
En base a esta obra se realizará un análisis intratextual tal como uno extratextual, los cuales permitirán estudiar más a fondo ciertos aspectos del texto así como del autor y su contexto, entre estos aspectos podemos mencionar los siguientes: los personajes del libro y su función, la temporalidad en el que se sumerge ésta historia, la espacialidad, su contexto, el lenguaje que se utiliza y todo aquello relacionado con el objeto de estudio en este caso “El castillo de Otranto” pero, también vamos a abordar el entorno del autor ya que éste está relacionado directamente con su obra. El objetivo de éste análisis es pensar, sentir y gozar de la literatura a partir del tratamiento de la información recibida.
II. ANÁLISIS INTRATEXTUAL
En este libro “El castillo de Otranto” se puede distinguir un personaje muy importante llamado Manfredo, el príncipe de Otranto, proveniente de una familia con mucho poder y secretos. Él era decidido, severo, insensible, ambicioso, pero detrás de todo eso él era bueno. La historia gira alrededor de él, de su familia y de su pasado que se basa en una profecía.
Adicional a lo anterior encontramos a los personajes secundarios que son: Hippolita, una dama afable[1] y esposa de Manfredo; Matilda, hija de este príncipe; Conrado, único hijo de Manfredo con el cual comienza la profecía; Isabella; marqués de Vicenza, padre de Isabella; Teodoro, el verdadero príncipe de Otranto y el padre don Jerónimo, un humilde fraile.
Además encontramos otros personajes como: Bianca, López, el tutor de Conrado, Martelli, Diego y Jaquez ambos criados de Manfredo, heraldos[2], sable gigantesco, monjes, caballeros, tropas y corsarios[3] todos ellos como personajes terciarios. Todos estos personajes se entrelazan en la historia la cual se lleva a cabo en Italia, principalmente en el castillo y el monasterio de San Nicolás, asimismo cabe mencionar algunos lugares de ese castillo en las cuales sucedieron cosas importantes como: los aposentos, la torre negra, el patio, las escaleras, la galería, la sala, la capilla, la poterna[4], la bóveda y el pasadizo subterráneo, también lugares como el bosque, el roquedal[5], la aldea, la costa de Silicia y Argel. El entorno de esta historia denota una época arcaica debido a que no menciona ningún avance tecnológico y científico, es una época en la que existen caballeros, corsarios, castillos, doncellas y príncipes ya que esto en la actualidad se ha extinguido y contribuyendo a ello el lenguaje que se utiliza es muy diferente al actual, era cortés, muy apegado a esa época, diálogos muy adornados, con el uso de ciertas palabras que actualmente no es común utilizar, por ejemplo en el siguiente fragmento:
-¡Ah, infortunada princesa! –Se lamentó Isabella-. ¿Qué habéis hecho? ¡En vuestra bondad no os habéis percatado de que atraíais la ruina sobre vos, sobre Matilda y sobre mí! -¡Sobre mí, sobre voz y sobre mi hija! ¿Que significa eso? –Oh, la pureza de vuestro corazón os impide ver la depravación ajena. Manfredo, vuestro señor, ese hombre impío… -¡Callad! Joven señora, en mi presencia no debéis mencionar a Manfredo con esa falta de respeto: él es mi señor y mi esposo y… (El castillo de Otranto, 2008:73)
Sin duda alguna en aquella época era muy diferente la manera de hablar y de dirigirse a otras personas, utilizando el debido respeto que se tenía entre ellas, por ello también podríamos decir que estamos hablando de un periodo de la Edad medieval por ciertos aspectos que se mencionan en la novela aparte del lenguaje, por ejemplo: la religión, en este caso cristiana, ésta existía dentro de la historia, la mayoría de los personajes eran muy apegados a Dios; otro aspecto es el castillo, el cual consta de una arquitectura medieval y el príncipe igualmente típico de la Edad Media.
Esta historia es contada por un narrador de tipo extradiegético, es un narrador que se encuentra fuera de la historia, no tiene mucha información acerca de los personajes y entra en la historia cuando es necesario y si no ya entran lo demás personajes, es decir, cumple su función de narrador.
III. ANÁLISIS EXTRATEXTUAL
Horatio Walpole o conocido comúnmente como “Horace Walpole”, fue el IV conde de Oxford, un político, escritor, innovador arquitecto británico e iniciador de la novela de terror gótica., nació en la ciudad de Londres el 24 de septiembre de 1717 y murió el 2 de marzo de 1797. Creció a lado de su padre Robert Walpole cuyo cargo en ese entonces era de Primer ministro, ambos vivieron en una época en donde todo se apegaba a la realidad y a la religión. Nunca contrajo matrimonio, aunque tuvo una serie de relaciones al parecer nunca consumadas con diversas mujeres, entre ellas Anne Seymour Damer y Mary Berry. Muchos de sus contemporáneos lo describieron como afeminado, y sus enemigos lo llamaban "caballo hermafrodita”. Sin embargo, otros biógrafos, han catalogado a Walpole simplemente como asexual[6].
Walpole perteneció al parlamente de Inglaterra en 1741, nunca fue ambicioso en política, pero ocupó su cargo cuando falleció su padre, en 1745. Al igual que su padre, fue seguidor del rey Jorge II y de la reina Carolina.
Él, como ya se había mencionado inauguro el género de terror gótico con su novela “El castillo de Otranto” publicada en 1764. Esta obra fue producto de una granja adquirida por el propio Walpole, transformó dicha granja en un pequeño castillete que atiborró de objetos que rezumaban el gusto por lo siniestro y lo gótico, y para el que, a su vez, inventó una historieta sobre su origen y sus supuestos antiguos propietarios, con el fin de conferirle mayor credibilidad. Esto, y un sueño que dice tuvo una noche, fue lo que le inspiraron para recrear la ambientación de su novela El castillo de Otranto. El lenguaje que utilizó en su novela es misterioso, cortés, muy apegado a la época en la que vivía él con ello intentaba romper con convencionalismos, con lo normal, con lo natural, con todo lo supuesto, y encima de todo hacerlo creíble para su época.
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