El sintagma verbal

El Sintagma Verbal

El núcleo

Se llama sintagma verbal al sintagma cuyo núcleo está ocupado por un verbo. Puede estar formado por una sola palabra (el verbo) o el verbo junto con otros elementos (complementos o modificadores).

• Verbos predicativos

Verbos que forman un sintagma verbal el cual funciona como un predicado, aportan información atribuida a otra entidad (sujeto de predicación). Estos verbos tienen un significado léxico descriptivo.

• Verbos copulativos

Verbos que forman un sintagma nominal, con un significado léxico muy pobre, que no le permite ser el predicado de la oración; necesita otro elemento que desempeñe esta función. Hay tres verbos copulativos; ser, estar y parecer.

• Verbos semicopulativos

Verbos que por un proceso de gramaticalización pierden la mayor parte de su significado y solamente aportan matices aspectuales (permanencia, continuidad o cambio de estado). No forman sintagmas verbales que sean predicados verbales. Estos verbos suelen admitir un uso como predicativos y otros como semicopulativos.

Complementos del Sintagma Verbal

Los modificadores son palabras que se introducen en las frases para cambiar su significado. Su presencia puede influir decisivamente en algunas propiedades del sintagma. Su posición puede estar ocupada por sintagmas adverbiales con adverbios de distinto tipo:

• Negación: no/tampoco
• Aspecto^[a]: todavía/ya
• Foco^[b]: solo/sí

Los verbos pueden tomar distintos sintagmas y oraciones como complementos.

• Sintagma nominal: Cristina compró el coche
• Sintagma adverbial: Cristina llegó ayer
• Sintagma preposicional: Cristina hablaba de su padre
• Sintagma adjetival: Cristina considera la propuesta inteligente
• Oración: Cristina desea que llegues siempre puntual

Los argumentos del verbo

Los argumentos son los sintagmas exigidos por el significado del verbo y no se pueden eliminar sin que el resultado sea agramatical o se sobreentiendan por el contexto. El número de argumentos de un verbo depende de sus características semánticas. Entre ellos mantienen una relación jerárquica.

Así, el verbo enviar exige tres argumentos: el sujeto que realiza la acción de enviar, el objeto que se envía (complemento directo) y el que recibe lo que se envía (complemento indirecto).

Hay dos tipos de argumentos, según el tipo de relación que se establezca. En la lengua castellana, una oración se estructura en dos argumentos; el argumento externo (sujeto) y el argumento interno (verbo y objeto).

Selección categorial

Un núcleo no solo determina el número de argumentos que debe tener, sino también su categoría gramatical, más conocida como selección categorial.

Mis jugadores poseen inteligencia (SN)

Mis jugadores poseen inteligentes (SAdj)

El verbo poseer selecciona el número de argumentos, que son dos, (quién posee y qué posee), y selecciona también que su complemento sea un Sintagma Nominal, y no un Sintagma Adjetival.

Hay verbos que pueden admitir oraciones subordinadas sustantivas^[c] como complementos de sintagma nominal (la oración subordinada con verbo incluído pasa a ser SN, es decir, un argumento). Es importante subrayar que ciertos verbos solamente seleccionan sintagmas nominales y no oraciones, debido a su significado.

Dije muchas cosas (SN)

Dije que María estaba también en la biblioteca (Oración)

Poseía tres libros (SN)

Poseía que comprara tres libros (Oración)

Existen verbos que en vez de seleccionar un sintagma nominal como complemento argumental, seleccionan sintagmas preposicionales, como los verbos entrar, proceder o confiar.

Entró en la tienda (SPrep)

Proceden de madrid (SPrep)

Confío en tí (SPrep)

Algunos verbos exigen además de las propiedades anteriores, otras propiedades formales a sus argumentos.

Quiero que vengas

Quiero que vienes

Dijo que vengas

Dijo que vienes

El verbo querer solo acepta complementos oracionales cuyo verbo esté en modo subjuntivo. Sin embargo, otros verbos como decir, no imponen esta restricción.

Selección semántica

A causa del significado de algunos verbos, el rol desempeñado por los argumentos puede variar. Estos roles o papeles que los argumentos adquieren se conocen como funciones semánticas.

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